El cruce de los Andes

El Cruce de los Andes formó parte del plan que José de San Martín desarrolló para llevar a cabo la Expedición Libertadora de Chile y del Perú. Se inició el 12 de enero de 1817 cuando comenzaron a salir las columnas auxiliares en dirección a Chile. El Ejército de los Andes fue uno de los dos grandes cuerpos militares que las Provincias Unidas del Río de la Plata desplegaron en la Guerra de Independencia Hispanoamericana

Guerra de Zapa

La Guerra de Zapa se llamó a las instrucciones dadas por el general argentino José de San Martín con el fin de alarmar a Chile, seducir las tropas realistas, promover la deserción, figurar los sucesos, desconceptuar a los jefes, infundir temor a los soldados y procurar desconcertar los planes del gobernador realista de Chile, Casimiro Marcó del Pont, entre 1815 y 1817, durante la preparación del Ejército Libertador de los Andes. El encargado de llevar a cabo todas estas acciones fue el patriota chileno Manuel Rodríguez quien al volver de Mendoza acompañado de otros patriotas chilenos ejecutaron todas esas acciones y dieron a la formación de guerrillas por toda la zona central de Chile para lograr la insurrección y la desarticulación del Ejército Real de Chile y así dar paso al Cruce de los Andes.

Durante 1816, San Martín intensifica su táctica dirigida a debilitar al enemigo entronizado en Chile, apelando a la "Guerra de Zapa". Consistió en la emisión de proclamas, noticias y rumores a través de agentes infiltrados en la sociedad chilena, intentando captar adeptos para la revolución, especialmente entre los oficiales del ejército realista con simpatías democráticas. Además, sus agentes obtenían datos del poderío militar, posiciones, rutas y comunicaciones. Para llevarla a la práctica San Martín tenía en Chile a los patriotas vencidos pero no desmoralizados que esperaban la llegada del Ejército de los Andes y saboteaban al gobierno de Marcó del Pont.

Todo eso facilitó la obra de desmoralización, emprendida hábil y valerosamente, y de la cual se informaba a San Martín por agentes que cruzaban la cordillera.
Entre los hombres que cumplieron tareas de inteligencia "de zapa", merecen citarse a Diego Guzmán, Ramón Picarte, Miguel Ureta, Pedro Alcántara, Juan Pablo Ramírez, Domingo Pérez y Antonio Merino. Decía San Martín en carta a Tomás Guido del 1 de noviembre de 1816, "La Guerra de Zapa que les hago es terrible; ya los tengo metidos en sus cuerpos a ocho desertores, entre ellos dos sargentos, gente de toda mi confianza, que han ido en clase de tales. Esto me ha costado indecible trabajo, pues ha sido preciso separar toda sospecha de intervención mía en el particular para ocultar ese paso".

Una función importante tuvo en este plan Manuel Rodríguez quien a pesar de ser un carrerino fue reclutado por San Martín para espiar, transportar órdenes por la cordillera y principalmente crear guerrillas. Rodríguez unirá al bandido de caminos José Miguel Neira quien recibirá un grado militar por dar preferencias en sus asaltos a los españoles.

San Martín le encomendó a José Antonio Alvarez Condarco, un tucumano conocedor de trazados y recovecos topográficos, que viajara a Santiago como emisario y se entrevistara con el Gobernador Marcó del Pont con la excusa de hacerle conocer la Declaración de la Independencia Argentina del 9 de julio de 1816. San Martín le hizo cruzar la Cordillera por la Ruta de Los Patos y volver a Mendoza por Uspallata, debiendo Condarco grabar en su memoria la situación de los valles, desfiladeros, rodeos, etc.​

En diciembre de 1816 San Martín hizo distribuir en Chile, por medio de sus emisarios secretos, un documento con el fin de avisar a sus habitantes que un ejército de las Provincias Unidas del Río de la Plata iba a cruzar la cordillera. San Martín buscaba así incitar la insurrección en el gobierno de Marcó y lograr el apoyo de los habitantes.

mapa del las rutas de san martin al cruzar los andes

El Cruce

Con el objetivo de dividir a las tropas enemigas, San Martín ordenó primero el avance de parte de las tropas por los pasos de Come Caballos, Guana, Portillo y Planchón. Estos no eran los pasos elegidos para las columnas principales, sino que los dos primeros se hallaban al norte y los últimos al sur de los realmente seleccionados, que eran los que ya habían sido analizados por José Antonio Alvarez Condarco, o sea, los pasos de Uspallata y Los Patos. Era un avance en varios sectores, en un frente de más de 2.000 kilómetros, a través de una gigantesca cordillera. Con esto se pretendía distraer a las fuerzas realistas de Chile que no sabían en definitiva por donde arribarían, y los obligaba a dividir sus fuerzas.

Columnas Secundarias

  • Columna de Cabot (12 de enero de 1817)  La columna del tte. cnel. Juan Manuel Cabot salió de San Juan el 12 de enero de 1817 y tuvo por objetivo tomar La Serena y el puerto de Coquimbo. En la San Juan fue reforzado con una partida de 80 milicianos. La división tomó por Talacasto y, Pismanta y escaló la cordillera por el Paso de Guana. Logró reunir 800 hombres, reclutados en Albardón, Talacasto, Hualilán, Jáchal. Luego de promover la insurrección en la región chilena y vencer a sus oponentes, el 15 de febrero de 1817 entró triunfante en La Serena.
  • Columna de Freire (14 de enero de 1817)  Por el Paso del Planchón paso el tiempo. Chileno ei Ramón Freire, quien partió el 14 de enero de 1817 desde Mendoza. Siguió por el camino de Luján, San Carlos y San Rafael. Llegó al paso el 1 de febrero para franquear la cordillera. Su objetivo era principal era Talca,​ ciudad a 200 km. al sur de Santiago. Ante la amenaza, Marcó del Pont envió 1.400​ a 2.000​ soldados a guarnecer el territorio entre San Fernando y Curicó​ creyendo que era la columna principal.​ Para ello contaba con 100 soldados argentinos, de los cuales 80 eran de infantería y 20 de caballería.​ Se le sumaron los guerrilleros de Manuel Rodríguez,​ 200 jinetes muy activos en la zona desde finales de 1816​ en los valles de Colchagua y Maule,​ y pronto se reclutaron numerosos voluntarios por el descontento generalizado en la zona por las arbitrariedades de los realistas durante la Reconquista, sumando más de 2.000 hombres al conquistar la zona.4​ Viendo que la mayor amenaza venía desde el norte, el gobernador español ordenó la retirada​ pero los soldados realistas en la zona no llegaron a tiempo para combatir en Chacabuco.​
  • Columna de Zelada (15 de enero de 1817) Por el extremo norte, el ejército del general Belgrano cooperó, destacando un contingente de 80 milicianos y 50 infantes dirigidos por el tte. cnel. Francisco Zelada y el capitán Nicolás Dávila. El 5 de enero salieron de Guandacol, desde donde pasaron a la Laguna Brava, efectuando la travesía de la cordillera principal por el Paso de Come-Caballos y bajaron directamente sobre Copiapó, ciudad que fue ocupada sin lucha el 13 de febrero de 1817. La guarnición escapó hacia el sur, aunque más tarde sus jefes fueron arrestados.
  • Columna de Lemos (19 de enero de 1817) El destacamento del capitán José León Lemos fue el último en partir y el más pequeño, solo lo integraron 25 soldados del cuerpo de blandengues y 30 milicianos del sur de la provincia de Mendoza. Su misión consistió en cruzar a Chile por el Paso del Portillo y sorprender a la guardia del fuerte de San Gabriel, la que se componía de 6 fusileros y 20 milicianos realistas. San Gabriel se encontraba en el Cajón del Maipo, a pocas leguas al sur de Santiago, la capital de Chile, y este ataque haría pensar que el grueso de la ofensiva podría venir por allí y que el destacamento de Lemos sería solo la vanguardia de un ejército más numeroso. Lemos practicó el cruce por la cordillera por el boquete de Piuquenes pero las malas condiciones del tiempo le impidieron copar la fuerza realista y así esta pudo escapar, lo que no importó ya que su objetivo era precisamente causar alarma e inmovilizar tropas al sur de Santiago. Posteriormente, Lemos se reunió con el resto del ejército.​

Columnas Principales

A partir del 17 de enero de 1817, inició el Ejército de los Andes, el avance de sus columnas principales por los pasos de Los Patos y Uspallata. Por el primero iban las fuerzas de Soler, O´Higgins y San Martín, en ese orden y a prudente distancia.

  • Columna de San Martín (17 de enero de 1817) El grueso del ejército al mando del propio jefe de la expedición, el General San Martín, tomó la ruta llamada corrientemente Paso de Los Patos en el departamento de Calingasta de San Juan. El cuerpo estaba formado por la vanguardia al mando del brigadier mayor Estanislao Soler, el centro al mando del brigadier Bernardo O'Higgins, la escolta de granaderos al mando de tte. cnel. Mariano Necochea y la retaguardia al mando del tte. cnel. Pedro Regalado de la Plaza, que conducía la maestranza del ejército. Había varios días de diferencia entre la vanguardia y la retaguardia. San Martín fue de los últimos en partir, porque precisamente estuvo controlando lo más importante, es decir la salida en orden del ejército. O´Higgins, quien iba al centro, le escribía casi cotidianamente a San Martín, que venía uno o dos días más atrás, y le informaba sobre su marcha y la de Soler (Las cartas de O´Higgins son uno de los documentos más precisos para conocer las alternativas de la marcha del ejército a través de las montañas sanjuaninas). El cuerpo abrió la marcha desde El Plumerillo el 19 de enero de 1817, tomó por Jagüel, Yalguaraz, Río de los Patos, salvó el alto cordón del Espinacito por el paso homónimo, situado a 4476 metros​. El 2 de febrero de 1817 inició el paso de la cadena limítrofe por el Paso de las Llaretas. Esta columna tropezó con las mayores dificultades, pues fue preciso escalar cuatro cordilleras. Soler que iba adelante logró las victorias de Achupallas (4 de febrero de 1817) y Las Coimas (7 de febrero de 1817). Al día siguiente ingresaron en San Felipe.​
  • Columna de Las Heras (18 de enero de 1817) El avance por el Paso de Uspallata y el valle del Río Mendoza, se inició el 18 de enero de 1817, conduciendo todo el parque y la artillería, cuyo transporte era imposible por el más escabroso paso de Los Patos. A cargo de las tropas de 800 hombres, se hallaba el brigadier Juan Gregorio de Las Heras, siendo su segundo el mayor Enrique Martínez. Entre los hombres destacados que lo acompañaban, cabe destacar al fray Luis Beltrán. Tras vencer en los combates de Picheuta, Combate de Potrerillos y Guardia Vieja, pudieron ingresar en Santa Rosa de los Andes, el día 8 de febrero de 1817. En la misma fecha, se produjo la reunión con la división principal que el día anterior había salido victoriosa en la acción de Las Coimas.