La campaña de Perú

Luego de la emancipación chilena, San Martín se trasladó a Buenos Aires para obtener del gobierno un empréstito que permitiera costear los gastos de la Expedición Libertadora del Perú. Pueyrredón le prometió 500 000 pesos, pero luego hubo dificultades para cumplir la promesa debido a las luchas internas entre Buenos Aires y los caudillos federales. Entonces San Martín renunció a la jefatura del ejército. Ante este hecho, el Directorio envió a San Martín 200 000 pesos. El Estado chileno contribuyó con su escuadra, al mando de Thomas Cochrane.

Preparación de la campaña

La mejor forma de llegar a Lima era por mar, desde Chile . San Martín organizó la flota y emprendió la última etapa de su campaña libertadora. Pocos días después de Maipú, San Martín volvió a cruzar la cordillera rumbo a Buenos Aires  iba a pedirle ayuda al gobierno del directorio para la última etapa de su compaña libertadora : el ataque marítimo contra el bastión realista en Lima.

San Martín en Buenos Aires

Después de lograr la independencia chilena, el Libertador viajó a Buenos Aires para discutir con el Director Supremo Pueyrredón, la prosecución de su plan. Sabía que era preciso apurar la formación de una escuadra para expulsar a los enemigos de la costa del pacífico y realizar la expedición a Chile. Para esta empresa se debía reforzar el ejército con más reclutas y oficiales; renovar los armamentos, el vestuario y los caballos. Todo esto requería una urgente financiación pero las arcas del gobierno estaban muy débiles. Pueyrredón tenía que afrontar las exigencias del Norte, amenazado constantemente por los realistas y además enfrentaba el peligro de invasión portuguesa en la Banda Oriental y la amenaza de Fernando VII, que estaba armando un ejército para invadir el Río de la Plata. Con la certeza de que libertaría al Perú, San Martín convenció a Pueyrredón y volvió a Mendoza con la promesa del gobierno de obtener quinientos mil pesos en cuatro meses a través de la aplicación de un empréstito forzoso. Satisfecho con su gestión, le escribió a O'Higgins antes de retornar: 

"El empréstito de los quinientos mil pesos está realizado. Hágase por ese Estado otro esfuerzo y la cosa es hecha. Sobre todo auméntese la fuerza hasta nueve mil hombres, pues de lo contrario nada se podrá hacer. Prevengo que en los quinientos mil pesos va inclusa la cantidad del valor de cuatro mil quinientos vestuarios destinados para el Ejército de los Andes. Póngase usted en zancos y dé una impulsión a todo para que haya menos que trabajar. De lo contrario yo me tiro a muerto."

En realidad, los preparativos para la adquisición de la escuadra habían comenzado un tiempo atrás. Álvarez Condarco y Álvarez Jonte fueron a Londres con ese objeto, Manuel Aguirre y Gregorio Gómez, viajaron a Norteamérica para contratar barcos de guerra por cuenta de los gobiernos argentino y chileno. Se dispuso adquirir también, algunas naves que se ofrecían en el Río de la Plata o en Valparaíso. Desde Europa vendría Lord Cochrane para asumir el almirantazgo de la escuadra. 
En Buenos Aires había comprado armas y pertrechos de guerra, hacia fines agosto, estando en Mendoza, recibió una carta de Pueyrredón: el empréstito había fracasado. San Martín presentó su renuncia, y debido al impacto que causó ésta en Buenos Aires, el Director Supremo dio marcha atrás y logró juntar unos trescientos mil pesos. 
De regreso a Santiago fue recibido con una buena noticia ya que la bisoña escuadra chilena, que ya contaba con varios de los buques contratados, comenzaba a dar frutos: el coronel Blanco Encalada apresó en Talcahuano a la fragata española "Reina María Isabel". 
El 13 de noviembre de 1818 redactó un manifiesto al pueblo del Perú, en que se presentaba como su Libertador: 

"Mi anuncio no es el de un conquistador que trata de sistematizar una nueva esclavitud. Yo no puedo ser sino un instrumento accidental de la justicia y un agente del destino. El resultado de la victoria hará que la capital del Perú vea por la primera vez reunidos a sus hijos eligiendo libremente su gobierno y apareciendo a la faz de las naciones del globo entre el rango de las naciones".

Llegada de lord Alejandro Cochrane y primeras acciones navales
A los pocos días, el 28 de noviembre, llegaba a Valparaíso lord Cocharne
El 14 de enero de 1819, el almirante inglés salía de Valparaíso rumbo al puerto peruano de El Callao para hacer su primer crucero por el Pacífico y combatir a la flota española. La iniciación de la guerra marítima era la etapa indispensable de la expedición al Perú. 
Para ese entonces, el gobierno de Buenos Aires enfrentaba una severa crisis institucional, militar y política que le impedía continuar apoyando al Ejército de los Andes; mientras tanto, en Chile O'Higgins trabajaba con entusiasmo en los preparativos para organizar la campaña. 
Cuando se preparaba para retornar a Chile, San Martín sufrió un severo ataque de reuma y tuvo que ser traslado, en enero de 1819, en camilla por la cordillera. En Buenos Aires, la crisis política continuó agravándose hasta concluir disolviendo el Congreso y aboliendo la figura del Director Supremo. Ante los hechos, el 2 de abril de 1820 se realizó en Rancagua, una crucial reunión de todos los jefes del Ejército de los Andes.
San Martín regresó a Chile, donde consiguió ayuda financiera del gobierno, y armó una escuadra que quedó al mando del marino escocés Lord Cochrane. Cuando se disponía a iniciar la campaña, el Directorio le ordenó que marchara hacia el Litoral con su ejército para combatir a los federales de Santa Fey Entre Ríos. San Martín se negó a reprimir a sus compatriotas, desobedeció la orden e inició la travesía hacía el Perú.

Organización de la Expedición

Creación de la escuadra

La flota que navegaría en el Pacífico con el pabellón de las tres estrellas y llevaría al ejército libertador al Perú se formó por capturas de buques españoles y la compra de naves inglesas y americanas. El primer buque de guerra fue el bergantín español llamado Águila, de 16 cañones, que entró engañado a Valparaíso luego de la batalla de Chacabuco porque los patriotas dejaron las banderas realistas flameando en la fortaleza. Fue capturado y, bautizado con el nombre de Pueyrredón. En su primera misión fue enviado a la isla Juan Fernández a rescatar los patriotas prisioneros de los realistas. Entre ellos estaba Manuel Blanco Encalada, quien sería luego comandante de la flota. Luego llegó el Windham de 44 cañones, comprado por José Antonio Álvarez Condarco en Londres. Fue la destacada Lautaro. Con estos dos buques, luego de la victoria de Maipú, persiguieron a la flota española compuesta por la Esmeralda, la Venganza y el Pezuela que bloqueaba Valparaíso y entorpecía la navegación y hostigaban a los buques neutrales que llegaban al puerto.

En abril de 1818, la Lautaro y el Pueyrredón salieron del puerto y se trabaron en combate con la Esmeralda consiguiendo abordarla. Luego de un importante combate la nave española pudo escapar por su mayor velocidad y dirigirse a Talcahuano. Aunque no se pudo tomarla presa, desde ese momento, la marina chilena dominó las costas de Valparaíso. En julio se compró una corbeta estadounidense que se bautizó como Chacabuco, luego otro bergantín estadounidense que se llamó Araucano. En agosto llegó un navío importante, de 60 cañones, contratado por Condaro en Londres, que se denominó San Martín. El mando de la armada fue confiado a Manuel Blanco Encalada. Los patriotas tenían a fines de 1818 una escuadra que podía combatir contra los realistas en el Pacífico.

Mientras tanto, en mayo de 1818, zarpaba de la isla de Cádiz con rumbo a Chile, una expedición española de once transportes, que conducían 2000 soldados, escoltadas por dos naves de guerra, una de ellas era la María Isabel, de 50 cañones. La noticia se conoció en Buenos Aires, por los agentes del gobierno argentino en Cádiz en el mes de julio. Pueyrredón envió a los bergantines Lucy y el Intrépido para que se incorporen a la flota chilena. En agosto arribó a Buenos Aires el Trinidad, uno de los transportes españoles con la tripulación sublevada y de esta manera los patriotas conocieron el punto de reunión y el código de señales de la escuadra realista.

En octubre zarpaba de Valparaíso la escuadra chilena al mando de Blanco Encalada, y comandando la infantería de marina el capitán Guillermo Miller. Debían interceptar el convoy realista. Encontraron a la María Isabel en el puerto de Talcahuano, protegida por los cañones de la fortaleza. En una destacada acción de los marinos y los infantes, capturaron la nave y la llevaron a Valparaíso donde fue bautizada como la O'Higgins. Cayeron en manos de los patriotas cinco transportes con todos sus bagajes. El resto huyó al Callao. Así, Chile, en poco tiempo dominó el Pacífico. La última expedición española que partió hacia América había sido aniquilada a fines de 1818.

Llegaba entonces a Valparaíso Thomas Cochrane, lord escocés, miembro del parlamento y héroe de muchas batallas en las flotas de Inglaterra. Había aceptado los ofrecimientos de los agentes de San Martín y O'Higgins en Londres. Fue nombrado jefe de la escuadra chilena con el grado de Vicealmirante y Manuel Blanco Encalada, conociendo la capacidad del nuevo jefe, se puso a sus órdenes. Los independientes, a fines de 1818 podían dominar el Pacífico. Este era el paso previo para poder llevar el ejército al Perú.

Ejército Unido

El Ejército Unido Libertador de Chile​ fue una agrupación militar formada tras la batalla de Chacabuco​ por las unidades del "Ejército de los Andes" más las formaciones chilenas que se le incorporaron. El "Ejército Unido" fue comandado por San Martín y combatió en las batallas de Cancha Rayada y Maipú.
Después de la victoria de Maipú San Martín reorganizó nuevamente las unidades del "Ejército de los Andes" con nuevas unidades chilenas para conformar la posterior Expedición Libertadora del Perú. Al nuevo cuerpo se incorporó un estandarte con los colores de la actual bandera de Chile con tres estrellas que simbolizaban a los tres países involucrados (Argentina, Chile y Perú) cuya representación hoy se conserva en el Museo Nacional de Antropología, Arqueología e Historia del Perú, Lima.
La victoria de Maipú hizo posible el comienzo de la conformación de la expedición libertadora hacia Perú. En primer lugar se debía crear una escuadra, después organizar y equipar un ejército poderoso y finalmente preparar armamentos para levantar otros en el Perú. A su vez se debían, además, reducir los últimos focos realistas subsistentes en Chile que resistían aún con tenacidad. El director supremo O'Higgins se encargó de la preparación de la escuadra y de la pacificación del territorio de Chile.
El estandarte de la Expedición Libertadora del Perú que arribó desde Chile tiene el fondo de los colores nacionales de dicho país pero con las tres estrellas 9​ simbolizando los tres países comprometidos en una alianza por la independencia peruana y cuya representación se conserva en el Museo Nacional de Antropología, Arqueología e Historia del Perú en Lima.10​ Allí se puede observar en una escena la representación pictórica que corresponde al pase del batallón Numancia que compromete su lealtad a la causa independentista siendo renombrado por San Martín como Batallón Voltígeros de la Guardia.

uenos Aires aclamó a San Martín el 17 de mayo de 1818

Buenos Aires aclamó a San MartínOleo de Reynaldo Giúdice en el Instituto Nacional Sanmartiniano
El 17 de mayo de 1818, San Martín fue recibido por el Congreso en sesión extraordinaria  para discutir con el Director Supremo Pueyrredón, la prosecución de su plan. Sabía que era preciso apurar la formación de una escuadra para expulsar a los enemigos de la costa del pacífico y realizar la expedición desde Chile. Para esta empresa se debía reforzar el ejército con más reclutas y oficiales; renovar los armamentos, el vestuario y los caballos. San Martín obtuvo la promesa de una ayuda de 500.000 pesos para su plan limeño, de lo que solo llegaron 300.000.



Captura de la Fragata española

Captura de la Fragata española "Reina María Isabel"
El 28 de octubre de 1818. en el primer intento de Chile por conquistar el dominio del mar tuvo pleno éxito con la Captura de la Fragata española "Reina María Isabel" . A las tripulaciones de la victoriosa Escuadra se les autorizó a usar un brazalete que decía “El primer ensayo les dio el dominio del Pacífico".La María Isabel que, por ley de 9 de diciembre, pasó a llamarse O'Higgins.
De los once transportes había partido de Cádiz para reaprovisionar Perú , uno quedó en Tenerife, por inútil, otro se sublevó y su tropa y oficiales pasó a favor de los revolucionarios de Buenos Aires, cuatro escaparon y prosiguieron al Callao y los cinco restantes fueron capturados por la Escuadra Chilena que vio así incrementada su escasa dotación de buques.





Thomas Cocharne

En 1817, Thomas Cochrane publicó un aviso en uno de los principales periódicos de Londres informando que estaba disponible para ir a servir a las nuevas naciones que se estaban independizando en América u otra, en ese mismo año fue conocido por el representante enviado por el General San Martín, José Antonio Álvarez Condarco, que convenció en mayo a Cochrane para dirigirse a Chile junto a una serie de oficiales británicos que fueron también contratados. Antes de partir a su nuevo destino, Cochrane le manifestó al representante argentino las ventajas militares para las futuras campañas navales al financiar la construcción de un barco a vapor que se ofrecía a Chile. Al aceptar la propuesta, Cochrane supervisaría la construcción del vapor que pasaría a llamarse Rising Star, pero pronto tuvo que dejar la supervisión y partir a Chile para tomar el mando de su armada. Se embarcó en la corbeta Rose al mando del capitán británico Juan Illingworth Hunt. El 17 de junio de 1818, Cochrane junto a su esposa e hijo recalaban en Valparaíso siendo recibido por el director supremo Bernardo OHiggins. Se le da el grado de vicealmirante y se le otorga de igual modo la carta de ciudadanía chilena ya que éste tenía la intención de residirse con su familia en aquel país



La Toma de Valdivia

Cochrane ordenó el comienzo del asalto por tierra del Puerto de Valdivia, este era un fuerte que no estaba preparado para un ataque por el lado de tierra desde donde las fuerzas de Cochrane atacaron y de esta manera  cayeron en sus manos, a pesar de la superioridad numérica realista y de posición que las fuerzas realistas gozaban. Cochrane tomó eso sí la precaución de cegar los cañones capturados, al final del segundo día, el sistema completo, considerado inexpugnable hasta esa fecha, estaba bajo control patriota.



Blanco Encalado

Manuel Blanco Encalada asumió el 7 de febrero con el grado de vicealmirante el mando de la escuadra peruana, remplazando a Guisse que quedó como su segundo. En este cargo y a bordo de la fragata Protector, buque insignia de la escuadra peruana, apoyó en la conducción por mar de casi a todas las expediciones que de Guayaquil y el Callao salieran al mando de comandantes como Rudecindo Alvarado, Andrés de Santa Cruz, Antonio José de Sucre y otros jefes para los diversos puertos de la costa peruana. Durante estas comisiones tuvo la oportunidad de conocer al general Simón Bolívar con quien hizo amistad. Su cargo de jefe de la escuadra peruana lo desempeñó hasta principios de 1823, ya que fue designado por el nuevo gobierno peruano de José de la Riva Agüero como ministro plenipotenciario del Perú ante las Provincias Unidas del Río de la Plata para que consiguiera apoyo de ese gobierno.



Mariano Necochea

Poco después de desembarcar en Paracas, fue el segundo del general Juan Antonio Álvarez de Arenales en las dos campañas de la Sierra, y luchó en las batallas de Nazca y Cerro de Pasco. Fue ascendido a general durante el sitio del Callao, y quedó al mando del Regimiento de Granaderos a Caballo. Tras la retirada de San Martín en 1823, quedó en el Perú a las órdenes de Simón Bolívar, que lo nombró por un tiempo gobernador de Lima. Fue uno de los dos jefes de la caballería argentina en la batalla de Junín, combate heroico en que sólo hubo participación de la caballería. Fue él quien inició el ataque, pero fue seriamente herido. La victoria fue posible gracias a la división de Isidoro Suárez, el otro jefe argentino. No pudo participar en la que sería la victoria definitiva, la batalla de Ayacucho. Bolívar lo designó director de la Casa de Moneda. Tras un altercado con el gobierno peruano presidido por Bolívar, en el que fue acusado de participar en una conjura opositora y arrestado, regresó a Buenos Aires en 1826. Al salir del país devolvió las condecoraciones diciendo: “del Perú solo quiero llevarme las heridas”.



Composición de la fuerza expedicionaria

Navíos, buques y tripulación de la escuadra

La escuadra estaba compuesta por 25 naves (mayormente chilenas), de las cuales 8 eran navíos de guerra y 17 de transporte. Todos izaron en su mástil la bandera de Chile. El mando de la escuadra recayó en el vicealmirante escocés lord Thomas Alexander Cochrane.
La tripulación de las naves de guerra constaba de 1624 hombres:

  • 624 extranjeros, en su mayoría británicos.
  • 1000 marinos chilenos del puerto de Valparaíso y alrededores.
Buques de Guerra
Nombre Tonelaje (toneladas) Cañones Comandante
Fragata O'Higgins 1220 50 Thomas Sackville Crosbie
Navío San Martín 1350 64 Guillermo Wilkinson
Fragata Valdivia 950 44 Lord Cochrane
Fragata Lautaro 850 50 Martín Jorge Guise
Corbeta Independencia 830 28 Robert Forster
Bergantín Galvarino 398 18 Juan Tooker Spry
Bergantín Araucano 270 16 Tomás Carter
Bergantín Pueyrredón 220 16 Comandante Casey
Goleta Moctezuma 200 8 Comandante Casey
Lancha cañonera Barragán

Otros buques

Los siguientes son los buques que también formaron parte de la Escuadra de la Expedición Libertadora.


Buques de transporte y apoyo
Nombre Comandante
Fragata Águila

Fragata PerlaGuillermo Simpson
Fragata Santa RosaJames Blais
Fragata ConstanzaP. Dronet
Fragata DoloresJuan Ermon
Goleta Gaditana
Goleta Gerezana
Goleta Golondrina
Goleta Mackenna
Goleta MinervaPedro Delano
Goleta Peruana
Goleta SacramentoFederico Droz
Fragata Emprendedora
Composición del Ejército

El General en Jefe del Ejército era el general José de San Martín, quien ostentaba el grado de capitán general del Ejército de Chile. Iba como jefe del estado mayor, el general Juan Gregorio de Las Heras. La intendencia seguía a cargo de Juan Gregorio Lemos, que la desempeñaba desde 1816, y el parque, del sargento mayor Luis Beltrán, el mismo fraile que lo había conducido en 1817, al cruzar la cordillera de los Andes.
Según el estado del 15 de julio, el ejército constaba de 4642 hombres: aproximadamente 4000 chilenos y 600 argentinos. El 40% de la oficialidad era de nacionalidad argentina. Fue necesario extraer soldados para completar la marinería de la escuadra y unos 170 artilleros para proteger el puerto de Valparaíso. Con esto, el ejército quedó reducido a 4118 soldados y 296 oficiales, distribuyéndolos en dos divisiones una llamada "De Chile" y otra "De Los Andes". Se contaba con 25 piezas de artillería. La composición de la fuerza era de:

  • División de los Andes (141 oficiales y 2235 soldados)
  • División de Chile (161 oficiales y 1757 soldados)
  • Plana Mayor (57 oficiales y 19 soldados)

En cuanto a los batallones, estos fueron los siguientes:

Cuerpos Comandantes Oficiales Soldados
Compañía de Artillería de Chile teniente coronel José Manuel Borgoño 27 365
2 Compañías de Artillería de los Andes teniente coronel Pedro José Luna 15 198
Batallón Nº 2 de Chile Sargento José Santiago Aldunate 30 600
Batallón Nº 4 de Chile teniente coronel Santiago Sánchez 28 651
Batallón Nº 5 de Chile coronel Mariano Larrazábal 20 324
Batallón Nº 7 de los Andes coronel Cirilo Correa 22 439
Batallón N.º 8 de los Andes coronel Enrique Martínez 18 462
Batallón N.º 11 de los Andes sargento mayor Román Deheza 28 562
Regimiento de Granaderos a Caballo de los Andes coronel Rudecindo Alvarado 30 391
Batallón N.º 1 de Cazadores de los Andes Mariano Necochea 23 236