Olga Orozco

Olga Orozco fue una poeta argentina, Sus versos escapan a las formas y los ritmos de la poesía tradicional e incursionan en el mundo interior de la autora hasta confundir los límites entre lo real y lo irreal.
Olga Orozco
Olga Orozco

Biografía

Hija de Carmelo Gugliotta siciliano de Capo d' Orlando, y de la argentina Cecilia Orozco. Pasó sus primeros años entre Toay (La Pampa), patria chica de su madre, y Buenos Aires. En 1928, la familia se mudó a Bahía Blanca y ocho años más tarde a Buenos Aires. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, donde se recibió de maestra. Muy joven fue una de las integrantes del grupo literario surrealista Tercera Vanguardia, al cual pertenecían a su vez, entre otros, Oliverio Girondo y Ulises Mezzera.

Trabajó en periodismo empleando varios seudónimos y dirigió, también, algunas publicaciones literarias. Así, colaboró en la revista Canto que dirigía su primer esposo, el poeta Miguel Angel Gómez y reunía a la llamada Generación del 40. Por esa época hacía comentarios sobre teatro clásico español y argentino en Radio Municipal; fue actriz teatral (personaje Mónica Videla 1947-1954) y trabajó en Radio Splendid en la compañía de Nydia Reynal y Héctor Coire. En los años sesenta fue redactora en la revista Claudia y organizó el horóscopo del diario Clarín durante los años 1968 y 1974.

Formó parte de la generación «Tercera Vanguardia» de marcada tendencia surrealista, y basó su producción poética en la influencia que en ella ejercieran San Juan de la Cruz, Rimbaud, Nerval, Baudelaire, Milosz y Rilke. Lo más importante de su producción se encuentra en los poemarios, de alguna manera prolongados en un libro de prosas poéticas narrativas: La oscuridad es otro sol (1967).

La influencia de los relatos en boca de su abuela María Laureana la llevarán a desarrollar una poética en donde la infancia es una puerta iniciática. Su vínculo con el tarot la lleva a escribir poemas como "Cartomancia" o "Para destruir a la enemiga". Olga ritualiza cada gesto vinculado con el acto de escribir. Así por ejemplo, solía repetir en entrevistas que acostumbraba escribir con una piedra en cada mano. Una traída de donde nació su padre, otra de la tierra de su madre y una tercera que le había obsequiado un amigo de la infancia cuando se muda de Toay a Bahía Blanca.

Olga Orozco se caracteriza por una inteligencia sutil que le permite una extraordinaria capacidad para recurrir a los tropos —una característica suya es el uso frecuente y logrado que hace del oxímoron—; también sabe hacer uso de versículos en los que desarrolla una especial y visionaria imaginación pródiga en expresiones, siendo sus temas frecuentes la evocación de la niñez, que asimila con la época del paraíso perdido, la adolescencia - época de la develación - o, en última instancia, el recurso de la memoria en donde el tiempo parece a resguardo y recuperable ante la muerte.

Su gran amor fue el arquitecto Valerio Peluffo, con quien se casó en 1965. Después de la muerte de Peluffo, acaecida en 1990, le dedicó el poema En la brisa, un momento, que contiene los siguientes versos: Ah, si pudiera encontrar en las paredes blancas de la hora más cruel / esa larga fisura por donde te fuiste, / ese tajo que atravesó el pasado y cortó el porvenir, / acaso nos veríamos más desnudos que nunca, como después de nunca, / como después del paraíso que perdimos, / y hasta quizás podríamos nombrarnos con los últimos nombres, / esos que solamente Dios conoce, / y descubrir los pliegues ignorados de nuestra propia historia / cubriendo las respuestas que callamos, / incrustadas tal vez como piedras preciosas en el fondo del alma.

Falleció de un paro cardíaco a los 79 años en el sanatorio Anchorena, Buenos Aires, en 1999.

Desde 1994 funciona en Toay la Casa Museo Olga Orozco en la que se realizan diferentes actividades culturales en torno a la obra de la poeta y en la que se puede consultar su biblioteca.

Olga Orozco es una de las más importantes poetisas argentinas y latinomericanas del siglo XX. Su obra tiene cierta proximidad con las de sus compatriotas y coetáneos Enrique Molina y Alberto Girri.