La Elecciones de 1928

Las elecciones presidenciales de Argentina de 1928 se celebraron el domingo 1 de abril de 1928 con el objetivo de elegir a los 376 miembros del Colegio Electoral a cargo de elegir al presidente de la Nación Argentina para el período 1928-1934, siendo las terceras elecciones realizadas bajo la Ley Sáenz Peña, que garantizaba la instauración en todo el país del sufragio secreto. Fueron también los últimos comicios durante el período histórico conocido como «primeras presidencias radicales».

Antecedentes

Estos comicios pusieron de manifiesto la profunda división política que estaba enfrentando la Argentina a finales de la década de 1920. Luego de que el mandato del presidente saliente Marcelo Torcuato de Alvear se caracterizara por la continua división del partido hegemónico, la Unión Cívica Radical (UCR), entre el sector encabezado por el ex presidente Hipólito Yrigoyen (1916-1922) y el sector antipersonalista, liderado por Leopoldo Melo, se preveía que serían unas elecciones sumamente polarizadas. El antipersonalismo consiguió incrementar su apoyos al aliarse con el desgastado conservadurismo, configurando una alianza denominada Frente Único. Yrigoyen se presentó para un segundo mandato no consecutivo, mientras que su principal oponente sería Melo.

El resultado fue una aplastante victoria para Yrigoyen, que obtuvo el 61.69% de los votos y 245 escaños de representación en el Colegio Electoral, contra el 31.71% y 128 electores que obtuvieron las distintas facciones que apoyaban a Melo. En tercer lugar quedó el candidato socialista, Mario Bravo, con el 4.83% y ningún elector, y en cuarto lugar José Nicolás Matienzo, del Partido Socialista Independiente (PSI), que solo obtuvo 3 electores por la minoría en la provincia de San Juan, en donde el radicalismo yrigoyenista no se presentó y el único distrito en el que triunfó Melo. En todas las demás provincias y en la Capital Federal, Yrigoyen se impuso con más de la mitad de los votos.

A pesar del arrasador triunfo de Yrigoyen, su segundo mandato se caracterizó por una creciente violencia política de parte de la oposición conservadora derrotada lo que, sumado al descalabro económico provocado por la Gran Depresión en 1929, llevó a que el 6 de septiembre de 1930 tuviera lugar el primer golpe de estado exitoso de la historia argentina, impidiendo que Yrigoyen pudiera completar su mandato.

La Union Cívica Radical

El yrigoyenismo volvió a fortalecerse durante la segunda mitad del mandato de Alvear. En las elecciones legislativas de 1926, el radicalismo yrigoyenista obtuvo una aplastante victoria, tomando el control de varias gobernaciones en disputa (incluso las que estaban bajo el control del antipersonalismo o el conservadurismo).4​ La UCR yrigoyenista había ganado también la crucial gobernación de Buenos Aires en diciembre de 1925, ante la abstención conservadora. La negativa de Alvear a intervenir Buenos Aires y solicitar la anulación de los comicios, a pesar de las solicitudes de los antipersonalistas, consolidaron la figura de Yrigoyen. Aunque la candidatura de Yrigoyen era algo sabido desde la victoria legislativa, no fue sino hasta unas pocas semanas antes de las elecciones que el Comité Nacional se reunió y proclamó a Yrigoyen nuevamente como candidato a la presidencia de la Nación, con Francisco Beiró como compañero de fórmula.

A pesar del clima favorable, el yrigoyenismo denunció falta de garantías en la provincia de San Juan, gobernada por una facción disidente denominada bloquismo desde principios de la década, por lo que no presentó ninguna candidatura en dicha provincia, disputando el Colegio Electoral en el resto del país.

Frente único 

A partir de 1927, la oposición al radicalismo yrigoyenista pareció, por primera vez desde el colapso del Partido Autonomista Nacional (PAN), comenzar un lento proceso de reorganización, si bien todavía se encontraba dividida y débil después de sus sucesivas derrotas ante el yrigoyenismo. Desde 1924, el conservadurismo depuesto en 1916 había comenzado a acercarse progresivamente al radicalismo antipersonalista. En 1927, Julio Argentino Pascual Roca, ex gobernador de Córdoba fundó la "Confederación de las Derechas", una coalición de partidos políticos cuyo objetivo sería disputar la presidencia a Yrigoyen.​ El frente logró aglutinar, por primera vez, a todas las listas conservadoras de las provincias. Finalmente, con la mediación de Leopoldo Melo, la Unión Cívica Radical Antipersonalista aceptó formar una coalición con el Frente Único, a la que posteriormente adhirieron el bloquismo sanjuanino y lencinismo mendocino. Dicho frente fue denominado "Frente Único".​

Debido a que el conservadurismo consideraba que una fórmula antipersonalista tenía más probabilidades de conseguir adhesiones, los candidatos elegidos para encabezar el binomio presidencial de la alianza derechista serían Leopoldo Melo, el fundador de la UCR-A, para la presidencia de la Nación, y Vicente Gallo, ex Ministro del Interior en el gobierno de Alvear y miembro fundador de la Liga Patriótica Argentina, grupo de extrema derecha que había cometido diversos actos de violencia durante la primera mitad de la década de 1920.​ Gallo había renunciado a su ministerio luego de fracasar en lograr que Alvear interviniera la provincia de Buenos Aires ante el inminente triunfo del triunfo del yrigoyenismo. Aunque Alvear era favorable al antipersonalismo, y de hecho dio su apoyo a la fórmula Melo-Gallo, nunca adhirió formalmente a la UCR-A.

Partido Socialista

Al igual que el radicalismo y el conservadurismo, el Partido Socialista enfrentaba fuertes divisiones internas en torno a la figura de su entonces principal líder, Juan B. Justo. Justo, que de cara a las elecciones presidenciales de 1928 era el candidato natural del socialismo, había elegido al político moderado José Nicolás Matienzo, como compañero de fórmula, figura que motivó una severa oposición dentro del partido. Matienzo era una figura controvertida que había ejercido cargos públicos en los gobiernos conservadores y radicales. La disputa alcanzó su punto máximo cuando, habiéndose ya proclamado la fórmula Justo-Matienzo, el líder socialista falleció el 8 de enero de 1928. El partido presentó entonces una nueva fórmula, Mario Bravo-Nicolás Repetto.

Por su parte, Matienzo logró aliase con un sector interno del partido liderado por Antonio de Tomaso y Federico Pinedo que, si bien mantenía un programa "mínimo" del socialismo, buscaba una confluencia electoral con los conservadores. Se fundó de este modo el Partido Socialista Independiente, que respaldó la candidatura presidencial de Matienzo, con Manuel Carlés (el líder de la Liga Patriótica Argentina) como compañero de fórmula. El PSI, que contaba con el apoyo del antiyrigoyenismo y del conservadurismo mediático, fue denunciado como un partido conservador de derecha, alejado del socialismo real.

Reglas electorales

Las reglas electorales fundamentales que rigieron la elección presidencial fueron establecidas en el texto constitucional entonces vigente en la reforma constitucional de 1898. Las principales reglas electorales para la elección presidencial fueron:

  • Una sola vuelta electoral.
  • Sufragio indirecto.
  • Colegios electorales por cada provincia y la Capital Federal, no votaban los Territorios Nacionales.
  • Mandato presidencial de seis años sin posibilidad de reelección inmediata.

Campaña

Mientras que, una vez proclamado candidato, el propio Yrigoyen no realizó una campaña muy vigorosa él mismo (por el contrario, no abandonó la Capital durante todo el período previo a las elecciones), el aparato mediático y político de la Unión Cívica Radical lanzó una masiva movilización en todo el país que polarizó enormemente con las fuerzas conservadoras en las semanas previas a la elección. Hubo fuertes enfrentamientos entre periódicos oficialistas y periódicos opositores, criticándose mutuamente.​ Los diarios La Época y Crítica, favorables a Yrigoyen, realizaron numerosas publicaciones en las que representaba a la elección presidencial como una mera formalidad, resaltando que el candidato radical ya había prácticamente ganado la presidencia por derecho, y retratándolo como el estandarte de la constitucionalidad, la democracia, y la república, mientras que la oposición debía ser vista como "personas incapaces de entender que la decisión ya fue tomada por el pueblo".

Simultáneamente, y para contrastar con la imagen envejecida del candidato, la UCR recurrió en su campaña a elementos modernizadores que que constituyeron novedades inéditas para la época. Para empezar, Yrigoyen no solo era apoyado por su partido político, sino también por figuras del mundo cultural, como el Comité de Jóvenes Intelectuales, entonces presidido por un joven Jorge Luis Borges. Los principales compositores de tango de la época compusieron piezas dedicadas al candidato, como "Hipólito Yrigoyen" de Enrique P. Maroni, "Otra vez el Viejo" de Alfredo Gobbi, y "Nuestro Hombre" de Roberto Torres y Anselmo Aietta. En las conferencias ofrecidas por los candidatos del radicalismo, ya fuera al Colegio Electoral, a la Cámara de Diputados o al Concejo Deliberante de la Capital, los periódicos asociados al radicalismo describieron la concurrencia en "millares" y "multitudes", sin dar cifras exactas.

En lo que fue una innovación absoluta, el Comité Nacional de la UCR encargó la filmación y exhibición gratuita de una película, que se denominó "La obra del gobierno radical, 1916-1922". La película, de casi cuarenta minutos, estuvo a cargo del cineasta italiano Federico Valle y retrataba una gran cantidad de logros alcanzados durante el primer mandato de Yrigoyen, (tales como el respeto a la clase obrera, reformas educativas y sanitarias, y el crecimiento económico) mientras unos subtítulos explicaban por qué los electores debían votar nuevamente al ex mandatario. La película finalizaba con el mensaje: "¡Obrero o empleado! El gobierno radical hizo por ti, por tu bien, el de tu esposa, el de tus hijos, lo que ningún otro gobierno había hecho antes, o hará después, que no sea él. Hijo de tu fuerza, es tu fuerza la que habrá de engrandecerlo. Tu voto no puede serle traidor porque sería traicionar a ti mismo, a tu hogar y a tus hijos. ¡Votad por los candidatos de la Unión Cívica Radical!".​ Se trató de la primera ocasión en la que un candidato político argentino recurría a la cinematografía para hacer campaña.

Entre las figuras de la oposición, el diario La Prensa de Buenos Aires, favorable al Frente Único, era en ese momento el principal medio difusor de la oposición y uno de los mayores medios de comunicación del país. En un artículo publicado el 18 de marzo de 1928, el diario retrató duramente al radicalismo como un populismo desenfrenado, al tiempo que criticaba que la UCR había proclamado mucho más tarde a sus candidatos para afectar negativamente la campaña impulsada por sus oponentes. Al día siguiente, La Época respondió a las críticas de La Prensa de manera sarcástica, en un artículo titulado "Puntualizando Conceptos", en el que se refería al matutino como un "diario mercachifle", y afirmaba que el radicalismo "no necesita más mentores que la opinión pública". Al mismo tiempo, los periódicos radicales publicaban informes de ataques contra actos de la UCR por parte de grupos conservadores. El radicalismo acachaba la actitud violenta de los conservadores a "falta de cultura democrática".

Resultados

El 12 de junio, el Colegio Electoral proclamó presidente electo a Yrigoyen, con Francisco Beiró como vicepresidente. Sin embargo, Beiró falleció un mes más tarde, forzando una nueva e inédita reunión del Colegio Electoral el 6 de agosto, en la que Enrique Martínez, quien había asumido el cargo de gobernador de la provincia de Córdoba el 17 de mayo de 1928, fue elegido para sucederlo, por lo que renunció a la gobernación. El día 12 de agosto, la Asamblea Legislativa proclamó los resultados: 245 electores para Yrigoyen, 71 para Melo, 3 para Matienzo y 57 en blanco o anulados.