Conflictos en Guayaquil

Luego de lograr su independencia con el triunfo de laRevolución del 9 de Octubre de 1820, los patriotas guayaquileños hicieron conciencia del peligro que representaban las fuerzas realistas del Gral. Melchor Aymerich, acantonadas en Quito, y comprendieron además que la libertad de la patria nunca se podría completar sin lograr también la independencia de todos los pueblos pertenecientes a la Real Audiencia de Quito, para esto organizaron las primeras fuerzas militares guayaquileñas, que fueron llamadas “División Protectora de Quito .

La situación en Guayaquil

Luego de lograr su independencia con el triunfo de la Revolución del 9 de Octubre de 1820, los patriotas guayaquileños hicieron conciencia del peligro que representaban las fuerzas realistas del Gral. Melchor Aymerich, acantonadas en Quito, y comprendieron además que la libertad de la patria nunca se podría completar sin lograr también la independencia de todos los pueblos pertenecientes a la Real Audiencia de Quito, para esto organizaron las primeras fuerzas militares A fines de diciembre se adhirió a la revolución la parte septentrional del Perú a retaguardia del ejército libertador. En su mayor parte correspondía a la intendencia de Trujillo. El gobernador de esa intendencia, el general José Bernardo Tagle, nacido en Lima, marqués de Torre-Tagle, convocó un cabildo abierto e hizo apresar a los realistas, y el 29 de diciembre de 1820 enarboló en Trujillo la bandera peruana creada por San Martín en Pisco. 

El 4 de enero de 1821 se declaró independiente el departamento de Piura, con lo cual quedó asegurada la región entre Guayaquil y las avanzadas del ejército expedicionario.

Por entonces se produjeron en Guayaquil inconvenientes serios y discordias intestinas de alguna gravedad. Después de la revolución del 9 de octubre, se organizó una fuerza de 2.000 hombres, precariamente equipada y adiestrada, y fue puesta a las órdenes del coronel Luis Urdaneta. Con aquel conglomerado Guayaquil se creyó invencible y se dispuso la marcha sobre Quito para deponer a las autoridades españolas. 

El mariscal de campo Melchor Aymerich disponía de un ejército de 5.000 hombres; la entrada del norte estaba segura porque las tropas derrotados por Bolívar en Boyacá, se habían rehecho en Pasto y resistían allí con éxito, y pudo enviar a Guayaquil un fuerte contingente al tener noticias de la sublevación.

Combate de Huachi


El combate se libró en el sector de Huachi Grande, cerca de la ciudad de Ambato, en la actual provincia de Tungurahua. Las tropas guayaquileñas avanzaron desde el litoral, entrando al callejón interandino con rumbo al norte, en un intento de avanzar hasta Quito, sin embargo, los realistas que habían retrocedido por la derrota de Camino Real enfrentaron a los independentistas en la sierra central ecuatoriana. Nuevamente se presentaron al mando de la División Protectora de Quito los coroneles León de Febres Cordero y Luis Urdaneta, mientras que los realistas estaban comandados por los coroneles Francisco Eugenio Tamariz y Francisco González. Los realistas eran inferiores en número, pero contaban con una caballería con mayor experiencia, sumándose a esto está la irregularidad del terreno de Huachi Grande, lo cual se constituye en ciertos factores que les daban ventajas. 

Batalla de Huachi

Un pequeño choque con las avanzadas del ejército quiteño el 20 de noviembre hizo que Urdaneta se atreviese a medirse con el grueso de las tropas realistas; el 22 de noviembre se produjo el encuentro en Huachi y los patriotas experimentaron una derrota; se reorganizaron algunas unidades y volvieron a empeñar combate siendo aniquiladas el 5 de enero de 1821 en Tanizahua. Felizmente, Bolívar amenazaba por el norte nuevamente, y las tropas de Quito recibieron orden de regresar hacia la capital, en lugar de seguir la marcha hacia Guayaquil.

El parte de de guerra firmado y enviado por el Crnl. Juan Francisco Elizalde a la Junta de Gobierno de Guayaquil, en el que acusa a sus jefes, Urdaneta y Febres-Cordero,

“de no haber tomado las precauciones necesa­rias para conservar la disciplina en la tropa, permitir en lugares estratégicos la intervención de milicianos que carecían de la instrucción su­ficiente paro el combate, dar ordenes precipitadas sin consultar la verda­dera situación a Jefes subalternos, y omitir en los partes oficiales porme­nores que pudieran ayudara la formación de un mejor juicio sobre lo cau­sa de la derrota”

Como los guayaquileños pidieron protección a las fuerzas del ejército libertador, San Martín despachó a José Tomás Guido en compañía de Toribio Luzuriaga en misión diplomática; de conformidad con el pedido hecho por la primera junta de gobierno, Luzuriaga debía hacerse cargo del mando de las tropas. Pero cuando llegaron esos emisarios, a fines de noviembre, el gobierno encabezado por Olmedo había sido reemplazado y la población se hallaba en alarma a causa de la derrota de Huachi, y profundamente dividida en tres tendencias encontradas: una quería la independen¬cia absoluta, la otra la anexión a Perú y una tercera la anexión a Colombia.
Tomas Guido

Después de la victoria de Chacabuco, el 12 de febrero de 1817, el general San Martín incorporó a Guido con el grado de Teniente Coronel para que asumiera las funciones de Secretario de Guerra y Marina y el de representante ante el gobierno de Chile, cargo que ocupó por tres años ejerciendo una exitosa tarea administrativa y diplomática, acompañando a San Martín como primer edecán en su gesta libertadora por Chile y colaborando en la empresa de liberar Perú. Negoció exitosamente con el enemigo en Miraflores y participó en los dos sitios y rendición del Callao