Virrey Nicolás del Campo - marquez de Loreto

Por real provisión de Carlos III de 13 de agosto de 1783 Nicolás del Campo y Rodríguez de Salamanca fue nombrado virrey del Río de la Plata, cargo en el que tomó posesión en Buenos Aires el 7 de marzo de 1784.

Nicolás del Campo, marqués de Loreto.

Natural de Sevilla, se había distinguido en la expedición a la isla de Menorca y en los combates contra los ingleses en torno a Gibraltar. Ejerció las funciones de virrey del Río de la Plata desde marzo de 1784 hasta diciembre de 1789. Reali¬zó una buena administración y continuó perfeccionando muchas iniciativas de su antecesor Juan José de Vértiz. En su tiempo fue refundido el cargo de virrey con el de superintendente general de la real hacienda y esa medida evitó conflictos y rozamientos como los habidos con el superintendente Francisco de Paula Sanz.

Prosiguió el arreglo y nivelación de las calles de Bue¬nos Aires y empedró la de la barranca; quiso dotar a la ciudad de un muelle y fondeadero para las naves mer¬cantes, que aún habría de tardar muchos años en ser realidad. Persiguió a los vagos y rateros, a los jugadores, a los beodos. Prestó atención a la Casa de expósitos; con¬troló el peso del pan, sujeto a constantes fraudes por los panaderos, y para evitar la destrucción de la ganadería dispuso que todo cuero debía tener su marca; los que no la tuvieran serían decomisados con lo que se restringió por un tiempo el constante robo y la matanza indiscri¬minada de hacienda. En su tiempo hizo progresos la salazón de carnes y el charqui. Respondiendo a la política española que tendía a restaurar la industria textil, envió a España lanas de vicuña, alpaca y oveja.

Con el aliciente de la exportación quiso fomentar el cultivo del trigo, y se hicieron en efecto tentativas para exportar harina a La Habana. Moralizó la vida comercial y combatió rígidamente el contrabando. En su tiempo se creó la intendencia de Puno.

Mantuvo la política de penetración pacífica con los indios, lo 'cual no le impidió reforzar los fortines y la plaza de Montevideo. Tuvo divergencias frecuentes con el obispo de Buenos Aires, que era celoso de sus prerro¬gativas, y fue acusado de ejercer una justicia cruel e in-necesariamente severa, como en el caso de los presos polí¬ticos de Oruro y en el del canónigo Juan Baltasar Maciel, a quien desterró a Montevideo, donde murió.

Marques de Loret

Nicolás del Campo, Marques de Loreto (1725 — 1803). Virrey del Río de la Plata entre 1784 y 1789.