La industrialización

En 1958 asumió un nuevo presidente constitucional, Arturo Frondizi, con muchas ideas nacionalistas sobre la industrialización nacional, en este gobierno se siguió la política de los capitales extranjeros, pero no la de subsidios. Aprovechando la revolución en publicidad que produce el televisor, a partir del 1960 se comienzan a lanzar propagandas orientadas para los jóvenes, con ritmo, música y personajes propios. 


Las medidas principales fueron las leyes de inversiones extranjeras, de promoción industrial y los contratos petroleros, tuvo éxito al coincidir con la etapa de gran expansión transnacional que tuvieron las empresas estadounidenses en aquella época.

Entre 1958 y 1963 se llegó a alcanzar el máximo histórico de las inversiones extranjeras en Argentina: alrededor del 23 % del total del período entre 1912 a 1975. Las ramas industriales privilegiadas en esta segunda etapa del proceso de sustitución de importaciones fueron la automotriz, la petrolera y petroquímica, la química, la metalúrgica y la de maquinarias eléctricas y no eléctricas. Las inversiones se orientaron hacia el aprovechamiento de las posibilidades que ofrecía un mercado interno protegido. 

Pero a causa de las inversiones realizadas en los años 1958 y 1959 (algunas de ellas emergentes) la inflación aumentó a pasos agigantados, a tal punto que a principio de 1959 llegó al 113 %. Para combatir la inflación el gobierno frondizista lanzó un incremento salarial del 60 %, ya con el aviso de que gran parte de este incremento sería absorbido por el crecimiento de la inflación. Pero gracias a la explotación petrolera y al incremento de la producción, la inflación bajó de nuevo en 1960.

El problema petrolero 

Al llegar el gobierno de Frondizi existía una grave situación petrolera en Argentina: había un consumo de quince millones de toneladas de petróleo, pero en el país solo se producían cinco millones, por lo tanto debía importar diez millones de toneladas para llegar a abastecer de petróleo el país , esto representaba el valor de una tercera parte del producto de las exportaciones, como una de las primeras metas del gobierno de Frondizi fue la de producir todo aquello que se importaba. 

La explotación de petróleo y su autoabastecimiento fue uno de los primeros logros en esta época las reservas de petróleo aumentaron casi en un 50 %, pasó de trescientos noventa millones a quinientos noventa millones de toneladas de reservas en todo el país y también se quintuplicó la producción de gas. Con la construcción de gasoductos y otras infraestructuras, se comenzó a vender gas licuado en garrafas, se llevó gas directamente a los hogares mediante la implementación de cañerías, se reemplazó así a los combustible sólidos y líquidos que antes se usaban para calefacción y cocina.

En 1958 se firmaron contratos con empresas petroleras estadounidenses que operarían por cuenta de YPF, con el propósito de lograr el autoabastecimiento de hidrocarburos y no comprarlos. Gracias a esto en tres años de gestión se logró un aumento del 150 % en la producción de petróleo y gas natural en Argentina. Por primera vez en la historia, en el país se logró el autoabastecimiento de petróleo y Argentina pasó de ser importador a ser exportador de petróleo. Los nuevos contratos petroleros se sumaron en conjunto doscientos millones de dólares y gracias a estos contratos, en cuatro años la producción de petróleo se triplicó, pero el cambio de la situación laboral en esta área desemboco que en septiembre los gremios de trabajadores petroleros declararon una huelga general, en repudio a los contratos petroleros. El presidente decretó el estado de sitio, poniendo presos a peronistas sindicalistas; de hecho, se rompió el Pacto Frondizi-Perón.

La siderurgia 

La expansión siderúrgica se logró a pesar de los obstáculos de la Dirección de Fabricaciones Militares, que se oponía a la intervención del capital privado. Durante esos años la inversión extranjera se multiplicó por diez, como también se duplicó la inversión interna lográndose así un gran reequipamiento industrial y tal como lo había anticipado Frondizi las divisas que antes se gastaban en la importación de combustibles y otras materias primas, ahora se destinaron a la compra de equipos industriales, modernizando la industria y la infraestructura básica. 

El 25 de julio de 1960 se inauguró en la planta de SOMISA Sociedad Mixta Siderurgia Argentina) el alto horno de San Nicolás de los Arroyos, sobre el río Paraná, para la producción de acero, albergando 12.000 puestos de trabajo. Este alto horno se había empezado a construir en la época de Perón, pero con su derrocamiento, los militares no la habían terminado (se demoró diez años su finalización). Con este alto horno se produjo un total de 248.500 toneladas de acero en 1958, y cuatro años después, en 1962, se triplicó la producción, pasando a 643.400 toneladas. También creció un 1270 % la producción de arrabio: pasó de 29.000 a 397.000 toneladas anuales, dando así un gran crecimiento a la industria siderúrgica argentina.  Se construyó también un laminador continuo de chapas en caliente, modelo único en Sudamérica en ese momento. Con estas obras (y otras no tan destacables), se dio un gran impulso a la petroquímica, a la industria automotriz y la siderurgia en Argentina. 

frondizi visita Somisa

El presidente Arturo Frondizi con miembos del gobierno visita la planta de SOMISA en San Nicolás, 1961.

minador continuo de chapas en caliente de SOMISA

El laminador continuo de chapas en caliente de fabricación SOMISA , en el momento de su instalación  fue el  único en Sudamérica.

complejo siderúrgico SOMISA

El complejo siderúrgico SOMISA, se comenzó a construir en el segundo gobierno de Perón, pero la gran mayoria de este alto horno se termino en el gobierno desarrollista de Frondizi en 1960.


Pozo petrolero levantado en Campo Durán

Pozo petrolero levantado en Campo Durán explotado por YPF, durante "la batalla del petróleo".

La industria automotriz

El crecimiento de la industria automotriz se dio gracias a la sanción de las leyes n.º 14.780 y 14.781 de Inversiones y Promoción Industrial. El Poder Ejecutivo Nacional sancionó también en 1959 el decreto n.º 3.693 llamado Régimen de Promoción de la Industria Automotriz. Igualmente, se presentaron veintitrés proyectos de radicación automotriz. En él se fijaron las normas de funcionamiento de las fábricas existentes, y también de aquellas en vías de desarrollo, con la idea de reglamentar la creciente participación de elementos en la producción en materia de automotores. 

Se radicaron varias empresas automotrices en el país (extrajeras y nacionales), en el primer año de gobierno se radicaron la Dinborg, Citroën y Alcre, en el año 1959 De Carlo, A y L de Caroli, Deutz Argentina, Dinarg, Isard, Peugeot, Renault y Siam Di Tella Automotores Sociedad Anónima, en el año 1960; Auto Union, Auto Ar, Bambi y Goliath Hansa Sociedad Anónima, además de las nuevas empresas que llegaron, hubo algunas fábricas que ampliaron sus plantas industriales, una de ellas fue la Fiat en el año 1959 y General Motors en el mismo año.

Se establecieron numerosas industrias , pero también se fundaron algunas argentinas, como la Siam Di Tella Automotores. Su primer automotor producido fue el Siam Di Tella 1500, también cabe destacar el crecimiento de la producción de la empresa Siam, un ejemplo fue el salto en la producción de lavarropas, pasó de dos mil unidades año a treinta y ocho mil unidades en 1958. Se fabricaron mil unidades de este automotor en seis meses. Antes, Argentina debía importar automóviles para poder abastecer el mercado automotriz interno, pero luego, con todos estos logros de producción automotriz, se pudo abastecer ella misma en el mercado de automóviles nacional.

Otro ejemplo de los resultados de estas leyes, fue la producción automotriz por IKA, pasó de 33.000 unidades en 1959, a un salto de 200.000 en 1965, superando las expectativas más amplias sobre su evolución.

Con este crecimiento en la siderurgia, la industria automotriz produjo en 1961 137.000 automóviles y camiones, dándole trabajo a un total de 150.000 obreros, y ahorrando unos doscientos cincuenta millones de dólares que antes su utilizaban en importaciones de automotores.  Se aumentó la producción de tractores: en 1958 se fabricaron 10.000 tractores, y tres años después, las unidades llegaron a 25.000. 

Producción de automotores expresado en unidades 
Años Particulares Comerciales Totales
1957 13.273 15.617 28.890
195924.792
7.665
32.457
196049.519
38.743
88.262
196184.501
49.917
134.418
196293.873
34.695
128.568
196379.478
26.342
105.820
1964119.005
47.382
166.387
1965141.114
55.640
196.754
Fuente: Rapoport, Mario. (2000) Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2000). Buenos Aires. Pág 586.

montaje del Siam Di Tella 1500

Línea de montaje del Siam Di Tella 1500 en el año 1959, se asentaron varias fábricas extranjeras y nacionales que comenzaron a construir automóviles en Argentina.

En 1960 se comenzó la producción del DKW Auto Unión 1000, en la foto el presidente Frondizi prueba el vehículo, producido por Auto Union, empresa radicada durante aquella gestión.

Trabajadores de la industria Kaiser Argentina S.A. en la fabricación de un Estanciera en la provincia de Córdoba en 1961

Trabajadores de la industria Kaiser Argentina S.A. en la fabricación de un Estanciera en la provincia de Córdoba en 1961

Otras ramas industriales

Hubo una inversión de 140.000.000 de dólares en industria petroquímica entre 1959 y 1961. La industria se modernizó en 1960 y 1961por un valor de mil millones de dólares en máquinas y equipamientos importados.

También hubo un pequeño progreso en el sector agro, a partir del desarrollo de la industria siderúrgica y petroquímica, que impulsó la tecnificación y la provisión de fertilizantes, plaguicidas y maquinarias, de forma que se hizo incrementar la producción y productividad agropecuaria. 

La red vial creció en 10 000 kilómetros. Hubo un aumentó en la producción industrial de un 10 %.  Las ramas industriales pertenecientes al papel, la celulosa y la química, también mantuvieron el interés del gobierno, ya que su crecimiento significaba el reemplazó de las importaciones de esos productos.

La petroquímica se concentró en unos pocos proyectos basados en diversas ventajas ofrecidas por el sector público y en especial por precios bajos de los insumos que utilizaban, provistos por empresas estatales. Surgieron PASA y Duperial en la provincia de Santa Fe, Indupa en Cinco Saltos e Ipako en el gran Buenos Aires.

La expansión de esta época tendía a satisfacer la demanda latente. A partir de allí la oferta se esos bienes se estancaba, limitada por el lento aumento del consumo y la gradual reposición del stock en uso. En 1957 se alcanzó la máxima producción de estufas y lavarropas; en 1959, la de máquinas de coser; en 1960 la de bicicletas y motonetas; en 1961, la de televisiones.