Clima

El clima de la ciudad de Buenos Aires es templado pampeano.62​ De acuerdo con la Clasificación climática de Köppen, Buenos Aires tiene un clima subtropical húmedo . Considerando el período 1981-2010, normalmente empleado para designar los promedios climáticos, la temperatura media anual es de 17.9 °C y la media anual de precipitación es de 1236,3 mm. La temperatura más alta registrada en Buenos Aires fue de 43,3 °C el 29 de enero de 1957 y la más baja fue de -5,4 °C, registrada el 9 de julio de 1918.

El clima de la ciudad de Buenos Aires se caracteriza por ser templado húmedo​ con veranos cálidos e inviernos frescos e irregulares, con precipitaciones más abundantes en la época estival, muy influido por el Río de La Plata y por el efecto isla de calor.​

Esta ciudad al estar situada en la región pampeana, Buenos Aires tiene un tiempo cambiante, debido al avance de masas de aire frío y seco desde el sur y de masas de aire cálido, húmedo y tropical desde el norte. La ubicación costera de la ciudad implica una fuerte influencia marítima, haciendo que las temperaturas extremas (tanto frías como cálidas) sean poco frecuentes. La ciudad de Buenos Aires posee una amplitud térmica diaria moderada y como pertenece a la zona de clima templado, la variación térmica es bien diferenciada entre una estación y otra. Las precipitaciones suelen ser moderadas.

Considerando el período 1981-2010, normalmente empleado para designar los promedios climáticos, la temperatura media anual es de 17,9 °C y la precipitación anual es de 1236,3 mm. El mes más cálido es enero, con 24,9°C de temperatura media,4​ mientras que el mes más frío es julio, con una temperatura media de 11,0°C. 

El Servicio Meteorológico Nacional posee registros de las precipitaciones y temperatura (además de otros parámetros meteorológicos) del Observatorio Central Buenos Aires (OCBA), ubicado desde el año 1906 en Agronomía que anteriormente formaba parte de Villa Ortúzar; por esa razón al Observatorio se lo conoce con el nombre de «Ortúzar».
También existen mediciones de temperatura y precipitación anteriores a 1906, realizados por académicos de entonces que contaban con una buena posición económica y acceso al gobierno. 
Considerando las mediciones oficiales del SMN desde 1906, el año más frío en la ciudad de Buenos Aires fue 1911, año en que la temperatura media promedio los 15,4°C, y el año más cálido ha sido 2017, cuando se midieron 18,8°C en el promedio anual.
El año más seco fue 1916, con 504 mm de precipitación acumulada, mientras que el año más lluvioso fue 2014, cuando llovieron 1980,3 mm (existe un registro anterior de 2,024 mm correspondiente al año 1900).

Diferentes factores intervienen en el clima de Buenos Aires, el anticiclón semipermanente del Atlántico Sur influye en el clima de la ciudad a lo largo del año, aportando vientos húmedos del noreste, que luego se traducen en precipitaciones ante el avance de frentes fríos durante el invierno o ante ciclogénesis en otoño e invierno.
Las altas temperaturas y la fuerte insolación durante el verano forman un sistema de baja presión de origen térmico sobre el noroeste Argentino, que genera un gradiente de presión sobre la llanura pampeana, ocasionando vientos de componente este sobre la ciudad; por esta razón, el verano es la estación más lluviosa. En contraste, durante el invierno este sistema de baja presión se debilita, y junto con los vientos de componente sur que predominan en esta estación, hacen que el invierno sea la estación menos lluviosa, debido a la menor frecuencia de vientos del este. Sin embargo, no existe una estación seca definida en invierno, como sí sucede en las ciudades ubicadas al oeste de la llanura pampeana.

A lo largo del siglo XX, como ha sucedido en la mayoría de las grandes ciudades del mundo a causa de la urbanización, las temperaturas de la ciudad han aumentado levemente debido a la isla de calor (desarrollo urbano), siendo actualmente entre 1 y 8 °C superior al de regiones cercanas menos urbanizadas, como el Gran Buenos Aires. La cercanía al Río de la Plata es también un factor influyente. Las precipitaciones también se han acrecentado desde 1973, como ya ocurrió en el anterior hemiciclo húmedo: 1870 a 1920.

Si bien los días cubiertos son más frecuentes en invierno, cuando más llueve es en verano, época en que se desarrollan tormentas a veces muy intensas, por lo que enormes cantidades de agua caen en poco tiempo.64​En invierno son más comunes lloviznas débiles pero continuas. De todos modos no puede decirse que haya estacionalidad de lluvias. Los veranos son cálidos, con un promedio de enero de 24,9 °C. La elevada humedad puede volver en ocasiones sofocante al tiempo.65​La humedad relativa promedio anual es del 71,4 %.

Los inviernos son frescos, con una temperatura máxima promedio en julio de 15 °C y mínimas que, en ocasiones excepcionales, pueden llegar por debajo de los 0 °C (con heladas en áreas suburbanas).​ El invierno, a su vez, es bastante irregular o variable, ya que también se observan días templados,​ y hasta excepcionalmente cálidos durante esa estación,​ lo cual lo hace más suave y corto en cuanto a su duración.​

Las nieblas pueden producirse de manera variable durante el año, aunque no son demasiado frecuentes.

En cuanto a la heliofanía (duración de la insolación) es entre moderada y considerable, con aproximadamente 2.400 a 2.500 horas de sol anuales sobre un total de aproximadamente 4300 posibles.

Respecto de las condiciones atmosféricas se registran al año un promedio de 124 días claros o despejados, 92 días con cielo cubierto y 101 días lluviosos, y el resto mixtos.


Vientos

La ciudad de Buenos Aires recibe la influencia de dos tipos de vientos zonales: el pampero y la sudestada.​ El primero proviene del sudoeste, suele iniciarse con una tormenta corta que rápidamente da paso a un aire mucho más frío y seco. Aunque puede darse en cualquier época del año, se da con mayor intensidad en verano; se lo espera cuando refresca luego de días cálidos. La sudestada se da principalmente entre abril y octubre. Consiste en un viento fuerte del sudeste, fresco y muy húmedo, que dura varios días y va muchas veces acompañado de precipitaciones de variada intensidad. El viento continuo hace subir las aguas del Río de la Plata, llegando a veces a producir inundaciones en las zonas más bajas de la ciudad, como el barrio de La Boca.


Nevadas

Las nevadas en la ciudad no son frecuentes. La última nevada importante tuvo oportunidad el 9 de julio de 2007. Comenzó en forma de aguanieve y terminó cubriendo de nieve gran parte de la ciudad y el conurbano. En las zonas suburbanas llegó a tener un espesor mucho mayor. Ocurrió a consecuencia de un gran viento polar que se extendió por todo el territorio de la Argentina. Desde que se han obtenido registros sistemáticos del clima, en el año 1870, se sabe también de otra nevada considerable en 1918.62​66​ Fenómenos de aguanieve se han dado en repetidas ocasiones, principalmente en el área suburbana.

Inundación de Buenos Aires de 2013

Inundación de Buenos Aires de 2013
La inundación de Buenos Aires de 2013 fue un evento meteorológico extremo que afectó al noreste de la Provincia de Buenos Aires, principalmente a la Capital Federal, el Gran Buenos Aires, La Plata y el Gran La Plata, entre los días 1 de abril y 3 de abril de 2013. Los registros de precipitaciones marcaron un récord histórico para el mes de abril, tanto en la capital argentina, con más de 155 mm acumulados durante la medianoche y las 07:00 del 2 de abril,6​ como en la capital bonaerense, en donde cayeron 392 mm medidos en el pluviómetro de la Universidad Nacional de La Plata durante toda la jornada del 2 de abril​ y 196 mm durante todo el evento en el observatorio del aeropuerto local.9​ Diez personas perdieron la vida en Capital Federal y alrededores,3​4​ y 91 en La Plata y alrededores.



Nevadas en Argentina del 9 de julio de 2007

Nevadas en Argentina del 9 de julio de 2007 
Durante los días 6, 7 y 8 de julio de 2007, se produjo la entrada de una masa de aire frío polar que afectó a casi todo el territorio argentino y parte de los estados de la unión regional del Mercosur como Uruguay, el centro y sur de Paraguay, sur, sectores del sudeste y partes del centro-oeste de Brasil. Otros estados de Sudamérica, también se vieron afectados por esta intensa ola polar, como Chile y el sur y centro del Bolivia.
Como consecuencia dicha entrada de aire frío, entre los días 6 y 11 de julio se registraron temperaturas muy bajas en gran parte del territorio argentino, algunas de ellas inferiores o próximas a los mínimos valores de los registros históricos.
El aire frío avanzó desde el sur hacia la zona central de la República Argentina durante el viernes 6, continuando su desplazamiento hacia el norte durante el sábado 7 y el domingo 8. El lunes 9 de julio, la presencia simultánea de aire muy frío, tanto en los niveles medios de la atmósfera como en la superficie, dio lugar a la ocurrencia de precipitación en forma de aguanieve y nieve, aún en localidades donde ambos hidrometeoros son casi desconocidos.
En el aeropuerto de Buenos Aires (Aeroparque Jorge Newbery) situado en las costas del Río de la Plata, en plena ciudad, fue la primera nevada desde que existe este aeropuerto. Durante la misma, la temperatura (°C) al abrigo fue de entre 0.6 °C y 1.7 °C La caída de nieve se prolonga desde aprox. las 16.30 a las 3.00 del día siguiente.



Sudestada

Sudestada 
La Sudestada es un fenómeno meteorológico común en una extensa región del Río de la Plata de vientos fríos del sur al cuadrante del sureste, que satura las masas de aire polar con humedad. Si el viento se mantiene durante varios días y, dado que el eje del Río de la Plata es coincidente con la dirección del viento, el arrastre del viento sobre las aguas del río interfiere con el normal desagüe del Río de la Plata, lo que produce el aumento del nivel del mismo sobre la costa argentina y dificulta el drenaje de cauces menores.
Las sudestadas producen frecuentes inundaciones en áreas costeras pobladas del Uruguay y de la Argentina, como: en el Delta del Paraná, los municipios bonaerenses de Avellaneda, Quilmes y Tigre, así como el la zona ribereña de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (como el barrio porteño de La Boca, situado en la Comuna 4). Esta situación se agrava si en el Río de la Plata Exterior se producen mareas anormales . La alineación del río con el viento también da lugar a fuertes oleajes, que hacen peligrosa la navegación deportiva, e incluso la comercial. La Sudestada afecta principalmente a la zona litoral. Si bien puede ocurrir en cualquier época del año, es común en entre los meses de abril y diciembre, más frecuentemente y con más intensidad entre julio y octubre. Debido a las copiosas precipitaciones que produce el viento húmedo llamado sudestada, en la zona rioplatense es común la frase rimada: "viento del este, lluvia como peste." Usualmente, la sudestada suele terminar cuando el viento rota al cuadrante sudoeste, siendo reemplazada por el Pampero, un viento intenso, frío y seco, que despeja la humedad y nubosidad acumuladas, y ayuda a drenar el Río de la Plata.