Una expedición llevada a cabo en las tierras de Jazmín Drebnieks, en la   localidad de Comallo, provincia de Río Negro, descubrió la existencia de restos   fósiles pertenecientes a mamíferos prehistóricos. Estos ejemplares, resultaron   ser los antepasados de mulitas y peludos, con tamaños que excedían los dos   metros de diámetro. También se hallaron toxodóntidos, singulata y milodóntidos.   Las tierras de Drebnieks cubren una superficie de 1.175 hectáreas, en ellas se   pueden observar gran cantidad de restos dispersos representativos de aquella   vida primitiva. A este yacimiento paleontológico, con especies que datan del   período terciario en su fase final, se le suman restos de fósiles marinos,   madera petrificada, las garras de un ave que habitó esos parajes hace miles de   años y restos pertenecientes a culturas aborígenes que poblaron la región en   aquel entonces. También contiene estalactitas de piedra volcánica, cristales de   cuarzo y puntas de flechas.  
                      La localidad rionegrina de Comallo, está a una distancia de 120 kilómetros al   este de San Carlos de Bariloche, por la ruta provincial 23. No muy lejos de   allí, se hallaron vértebras cervicales de 1,20 metros de alto, un húmero de 2,15   metros de longitud y restos del maxilar de un saurópodo gigante. Por los restos   hallados, se podría precisar que su cuello media unos 15 metros de largo, su   longitud total equivalía a 40 metros y su altura 20 metros. El hallazgo se   produjo en Cerro Policía, también en la Provincia de Río Negro. En las zonas   aledañas de este gigante, también fueron hallados fósiles de lagartos   efenodontes y notosucus, reptiles similares a cocodrilos que no medían más de   dos metros de longitud. Estos restos fosilizados, han resultado ser los únicos   registros de este tipo hallados en América del Sur.  
                      En Sierra Barbosa, un equipo de investigadores argentinos y canadienses,   descubrieron huellas de aves pertenecientes a la formación Anacleto, con una   antigüedad de 70 millones de años, dejadas sobre barro ahora fosilizado. De   acuerdo a las investigaciones, se trataría de dos tipos de aves que vivieron en   el mismo período que los grandes saurios. Por primera vez se hallaron pisadas de   este tipo en la Patagonia. Las mismas arrojan luz, determinando que las especies   tenían un tamaño similar a las gallinas. En el mismo paraje, se encontró también   un dinosaurio carnívoro de siete metros de largo que aún permanece   semienterrado, dos cocodrilos y una tortuga prehistórica. Cabe mencionar que   durante el período Cretácico, en esta región, corrían ríos suaves y de poca   profundidad, la vegetación era exuberante y los árboles frondosos. Seguramente,   se dieron las condiciones óptimas para el proceso de fosilización de las   huellas. El dinosaurio carnívoro que se halló, murió en el fondo de un canal.   Los huesos se fosilizaron al quedar cubiertos de arena y estar en contacto con   el agua. Posteriormente, el canal se dividió en dos partes formando un cañadón   que permitió detectar al fósil a una altura de unos dos metros del suelo.   |