| Nació y murió en Buenos Aires. Su primera novela,   Enero (1958), situada ya en la “América salvaje, imposible de catequizar” que   sería el escenario de todos sus relatos, le valió un inmediato reconocimiento de   la crítica, y fue traducida al checo y al alemán. Siguieron las novelas   Pantalones Azules (1963), y Los galgos, los galgos (1968), que obtuvo un gran   éxito de público, el Primer Premio Municipal y Premio Ciudad de Necochea con un   jurado compuesto por Leopoldo Marechal, Aldo Pellegrini y Juan Carlos Ghiano.   Eisejuaz (1971), alucinado monólogo de un indio mataco en busca de la santidad,   y los relatos de El país del humo (1977) son habitualmente considerados sus   obras maestras, sobre el camino luminoso de Juan Rulfo o Mario de Andrade. La   rosa en el viento (1979), su último libro, fue escrito en España, primero de una   serie de países por los que erró, junto a sus hijos, hasta el fin de su vida.    Escribió una monumental y atípica obra periodística, para Confirmado, Primera   Plana y otras revistas durante los años sesenta y setenta, y luego para La   Nación, de la que fue corresponsal en Europa. Publicó los relatos infantiles:   Los dos amigos y Teo y la TV, ambos de 1974, Las siete puertas, de 1975, y   ¡Adelante, la isla! (1982) que incluye un breve texto autobiográ fico. Desde la   inclusión de Eisejuaz en la Biblioteca de Clásicos Argentinos, que dirigió   Ricardo Piglia, y después de un largo olvido, su obra ha sido redescubierta y   valorada como uno de los hitos más originales e intensos de la literatura   argentina del siglo XX.
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