Avances económicos de Buenos Aires

Durante su gobierno, Obligado aprovechó los fondos proporcionados por la aduana para mejorar la infraestructura bonaerense; fundó numerosas escuelas primarias, sentó las bases del Colegio Nacional de Buenos Aires, urbanizó la campiña convirtiendo antiguos fuertes en poblados y comenzó las obras para el servicio de agua corriente y de gas de alumbrado para Buenos Aires.




Modernización del Campo

En 1855 fue creada por decreto la Legión agrícola, cuerpo militarizado de seiscientas plazas para fomentar la colonización de la zona de Bahía Blanca, que era entonces un fortín; simultáneamente, los colonos debían atender a la defensa contra los indios.
Su comandante, el oficial italiano de ingenieros Silvino Olivieri, presidió la fundación de la colonia Nueva Roma y fue muerto por elementos amotinados de la Legión, en 1856, lo cual dio origen a la disolución de la misma.
Una iniciativa de colonización fue la de los labradores de Chivilcoy, unos 300, que se dirigieron al gobierno solicitando la suspensión de los derechos que amparaban a los enfiteutas, adueñados así de la tierra. Los colonos eran de origen alemán, francés, vasco e italiano. Sarmiento apoyó desde Chile el pedido de los labradores.
En 1857, aludiendo al ejemplo de los Estados Unidos, Sarmiento logró que se aprobase un proyecto destinado a enajenar cien leguas en las márgenes del río Salado y así comenzó el gran desarrollo de Chivilcoy.
En 1862 los vecinos de la zona hicieron un censo, que mostró el resultado que había dado la ley de tierras propuesta por Sarmiento; la población se había duplicado, con predominio del elemento inmigratorio; el centro urbano contaba con 11.600 habitantes; el área dedicada al trigo abarcaba 11.000 hectáreas, la de maíz 5.600, la de alfalfa 240.
La colonia de Baradero en 1856, con colonos suizos, fue iniciativa de las autoridades municipales del lugar; la provincia tan sólo autorizó en 1870 a vender a los colonos las tierras del ejido del pueblo.
Fue la primera iniciativa que se hizo en la provincia para la colonización agraria con inmigrantes europeos desde los tiempos de Rivadavia, pues la inmigración se había detenido por completo en 1830.
Pero la colonia de Baradero por mucho tiempo no trascendió del orden local, no así la de Chivilcoy.

chimenea del Molino San Francisco

Vista de la Ribera del Río de la Plata desde la zona del Fuerte de Buenos Aires (donde hoy se encuentra la Casa de Gobierno) hacia los barrio de Monserrat y San Telmo. A la derecha resalta la chimenea del Molino San Francisco, una de las construcciones más altas y con más pisos de la ciudad. Al margen derecho, las dos cúpulas de la Iglesia de Santo Domingo. Hacia el fondo, se ve la Iglesia de Nuestra Señora de Belén. Con el río en un bajo nivel, se formaban ollas donde se lavaba la ropa, y se ven edificaciones precarias y materiales de construcción.

Molinos harineros.

Carlos E. Pellegrini menciona en su Revista del Plata, febrero de 1861, los nuevos molinos harineros, a vapor, que comenzaron a instalarse en Buenos Aires y en la provincia, en sustitución de las antiguas atahonas y molinos de viento.

En 1847, el de Blumstein y Laroche funcionaba en la barranca, a cuadra y media del Fuerte, en Buenos Aires; el de Pablo Halbach, en 1854, donde antes aun había instalado un molino; el mismo año instaló Pedro Lescala uno en Tandil, donde poco después construyó uno hidráulico el danés Juan Fugl; el de Derque y Brune y el de Riviére, ambos a orillas del arroyo Azul, en 1855 ; el de Lebrero, cerca de la actual calle Florida, en 1856; el mismo año fundaron otro Larroque Hnos., en los alrededores de la actual ciudad de Mercedes, junto al río Luján; el de Lafone, Molina Torres y Ocampo, en la Plaza Once de Septiembre, en 1856; el de Lanata, en el pueblo de Salto; el de Meyrelles y Onetto, en la calle Defensa; el de Justo, en la calle Barcarce; el de Ezcurra, en la plaza Once de Septiembre; el de Viale, detrás de la iglesia de Montserrat, todos de 1857 y de la capital; el de Cadet, en Ramallo; el de Fournot, en 1858 cerca de Luján y junto al río; el de Aragon, sobre el arroyo del Medio, en 1858; el de Fontana, el mismo ario, en el partido de Salto, el de Langecin y Cagett, en el paso Morales, en jurisdicción de Las Conchas, en 1860; el de Alcorta y Fournot, cerca del pueblo de Moreno, en 1861.

Ensayos de telegrafo

El 14 de octubre de 1855 se realizo la demostración de la primera transmisión telegráfica, realizada por Adolphe Bertonnet, un armero francés, mediante una línea tendida entre el Hotel de Provence (ubicado en calle San Martín Nº 365) y un local donde el italiano Luigi Bartoli ofrecía daguerrotipos (fotografías de entonces), frente a la actual Plaza de Mayo.

Asistieron el gobernador Pastor Obligado y sus ministros Valentín Alsina, Norberto de la Riestra y Bartolomé Mitre, quienes pese al éxito de la demostración y a la entusiasta defensa de Sarmiento desde El Nacional no quedaron convencidos de instalar el equipo.

Aduana Vieja

En el año 1595 la Aduana fue instalada dentro del fuerte hasta el año 1600. Luego pasó a funcionar en una casa alquilada. En 1604 Hernandarias la traslada nuevamente al fuerte. En 1778 se designa a Don Francisco Ximénez Mesa con el cargo de administrador de Aduana que lo trasladaron a Buenos Aires y se  encuentra con que no había un edificio adecuado en las cercanías portuarias para dicha misión. El virrey Vértiz cede un edificio llamado: La ranchería, detrás de la Manzana de las Luces, sobre Alsina y Perú, pero el lugar resultó incómodo y a trasmano y la mudaron nuevamente a un lugar al pie de la Barranca llamado Casa del Asiento, de gran magnitud a pasos del río, que había sido sede de los negreros británicos.Había pertenecido a la familia de Vicente de Azcuénaga y fue comprada por Domingo de Basavilbaso. Allí funcionó hasta el año 1858. 

Iluminación de gas

Enfrente de la actual estación de Retiro en la Plaza  Plaza Fuerza Aérea Argentina, donde esta colocada la Torre  Monumental (antes de guerra de Malvinas torre de los ingleses) estaba ubicada la "Compañía Primitiva de Gas " de origen inglés que había instalado sus usinas  y hacia 1856 ya tenía colocados 1071 faroles en la ciudad.

La compañía primitiva de gas dejo de funcionar como tal y cedió el terreno cuando llego la luz electrica en la epoca de su creación la iluminación a gas  olo atendía el alumbrado de las calles y el exterior de algunos edificios principales del centro de la ciudad, la galería de la Recova, el Cabildo, o bien el Departamento de Policía. El alumbrado eléctrico recién apareció a partir del 1900.

El Ferrocarril

El Ferrocarril Oeste de Buenos Aires fue inaugurado en la ciudad de Buenos Aires el 29 de agosto de 1857, fue el primero construido en territorio argentino y el iniciador de la extensa red ferroviaria que se expandió en los años siguientes. La locomotora bautizada La Porteña, construida en los talleres británicos de The Railway Foundry Leeds, fue la encargada de realizar el primer viaje. Actualmente el Ferrocarril Oeste compone el Ferrocarril Domingo Faustino Sarmiento.

primer choque de Trenes

Litografía aparecida en el diario Correo del Domingo donde se muestra el primer accidente ferroviario en 1864

El trayecto medía inicialmente 10 km e iba desde la estación del Parque (situada donde actualmente se encuentra el teatro Colón, en Buenos Aires) a la estación La Floresta, que en aquel entonces se encontraba en el pueblo de San José de Flores, pero que actualmente es parte de la ciudad de Buenos Aires. Los rieles se tendieron por las actuales calles Lavalle, pasaje Santos Discépolo, avenida Corrientes, avenida Pueyrredón y luego seguía el actual trayecto del Ferrocarril Domingo Faustino Sarmiento, hasta la mencionada Floresta.

Si bien la propuesta de su construcción fue realizada por un grupo de particulares agrupados en la Sociedad Camino de Hierro del Ferrocarril Oeste, el financiamiento fue realizado gracias al importante aporte del Estado de Buenos Aires, que en aquel entonces formaba un estado separado de la Confederación Argentina. En 1863 la provincia se convirtió en única dueña del ferrocarril.

El Ferrocarril Oeste fue para los porteños una de sus mayores glorias, justificada durante los 27 años que perteneció al Estado de Buenos Aires por toda la riqueza que llevó a la ciudad, su eficiencia y sus tarifas más bajas que la de los ferrocarriles administrados por firmas inglesas en el país. La presión e interés de los capitales británicos, y el endeudamiento del Estado Argentino, fueron determinantes para que se lo vendiera en 1890 a la empresa inglesa Buenos Aires Western Railway.

La primera estación ferroviaria argentina se denominaba "Parque", y estaba ubicada donde hoy funciona el Teatro Colón (Tucumán y Cerrito). El tendido de las vías cruzaba la actual plaza Lavalle, y proseguía hacia el Oeste por la calle del mismo nombre, atravesaba Callao, y tomaba la diagonal Enrique Santos Discépolo (entonces Rauch), doblaba hacia el Oeste por Av. Corrientes hasta llegar a Av. Pueyrredón; donde giraba hacia el Sur, para llegar a la actual estación de Once; desde allí continuaba el trayecto del actual Ferrocarril Domingo Faustino Sarmiento, hasta arribar al entonces pueblo de Floresta, al Oeste de la actual ciudad de Buenos Aires; donde quedaba la estación terminal del recorrido. Era un trayecto de más de trece kilómetros de vías férreas.

La Porteña

Mientras avanzaban las obras, el 25 de diciembre de 1856 arribaba al puerto de Buenos Aires la primera locomotora destinada al flamante ferrocarril, fabricada por The Railway Foundry, Leeds, en Inglaterra. Es controvertido su origen. Raúl Scalabrini Ortiz sostiene que "había sido construida para la India y empleada en el sitio de Sebastopol, durante la guerra de Crimea. La difusión de la trocha ancha entre nosotros (poco habitual en el mundo) se debe a esa circunstancia fortuita)". Otros creen que la máquina vino directamente de Inglaterra, sin pasar por la península de Crimea. No faltan quienes creen que se trataba de un equipo obsoleto; adquirido como baratija por la "Sociedad Caminos de Hierro de Buenos Aires al Oeste", ante la imposibilidad de desarrollar los trenes tirados por caballos, como era su idea originaria.

El Muelle de Pasajeros y la Aduana Taylor

Hasta 1889 estuvo el muelle de pasajeros adentrado en el rio 200 mts. para que puedan acercarse los barcos de gran calado.
En 1854 se dispuso la construcción de un muelle frente a la capitanía del puerto en la actual Leandro Alem, en el bajo de La Merced entre las calles Juan Domingo Perón y Sarmiento. Las obras las realiza el ingeniero E.Taylor.
El muelle era de madera y estaba sostenido por pilotes de madera dura. Tenia una extensión de 210 metros. Se habían colocado vías angostas que por medio de vagonetas se trasladaban los equipajes. Estaba ubicado próximo a la calle Pte Perón (ex Cangallo). En 1855 se construyeron 2 muelles, el de la aduana nueva y el de pasajeros .
Se puso fin a la forma primitiva de desembarco de pasajeros que hasta entonces operaba con pesados carros que conducían a los viajantes desde las embarcaciones hasta la costa.
La empresa Las Catalinas construyó otro muelle similar mas chico, a la altura de la calle Paraguay, que comunicaba con dos líneas férreas para su uso particular. O sea que hubo tres muelles.

Aduana Taylor

La obra ingenieril fue completada con rampas laterales curvas que unían la plaza de Mayo con el Paseo de Julio, y con un también monumental edificio sobre la calle Victoria (actual Hipólito Yrigoyen), entre las actuales Paseo Colón y Balcarce, más apegado a los breviarios estilísticos italianos. Éste anexo era el de Rentas Nacionales y fue también hecho por Taylor entre 1858 y 1860, pero fue transformado al poco tiempo en depósito sur de la Aduana pues apenas se inauguró el edificio semicircular, ya estaba quedando chico.

Taylor supo aprovechar la ubicación en la barranca de la costa del río de forma de tener un edificio de dos pisos en la parte alta y de cuatro por el otro lado. Para ello se excavó dentro de la barranca, dejando así dos pisos semienterrados. Para acceder, pasando por un enorme hueco paralelo a la calle Hipólito Yrigoyen se hicieron extrañas escaleras colgantes, casi puentes levadizos. El edificio de Rentas fue demolido en mayo de 1937 para construir el actual edificio del Ministerio de Economía.

Muelle y aduana Taylor

La Aduana Nueva o Aduana de Taylor fue el primer edificio público de gran volumen construido en Buenos Aires y también el primer relleno importante realizado sobre terreno ganado al Río de La Plata. Inspirada en el notorio empuje que cobraba el puerto de Buenos Aires y símbolo del poderío económico porteño, la aduana comenzó a construirse en 1855 y se la inauguró en 1857. Estaba situada con frente al mencionado río, detrás de la Casa de Gobierno, y fue proyectada por el ingeniero Edward Taylor, después de apenas 37 años de vida fue demolida en 1894 para dar lugar a las obras de Puerto Madero y su lugar es ocupado actualmente por el Parque Colón.

Primer Teatro Colón

Ell primer Teatro Colón nace, de la imperiosa exigencia de una sociedad que desde el temprano siglo XIX ha consagrado a la ópera como su manifestación musical predilecta. El gusto por esa suprema invención del tardío Renacimiento, había alcanzado en Buenos Aires un auge deslumbrante. Cuando escuchamos nombrar al Colón es normal que nos imaginemos al actual ubicado en Cerrito al 600. Pero ese teatro, ícono invaluable de nuestro país, es hijo de uno que ahora sólo existe en viejas crónicas. El primitivo teatro Colón estaba ubicado en la esquina sudoeste de la manzana comprendida entre Rivadavia, Reconquista, Bartolomé Mitre y 25 de Mayo, frente a Plaza de Mayo. El 27 de abril de 1857, se inauguró con una puesta de "La Traviata".
El Teatro Colón fue, desde su creación, el lugar de reunión preferido por la oligarquía porteña. El primer teatro Colón fue diseñado en 1857 por el ingeniero Pellegrini padre del que fue luego presidente de la Argentina. Funcionó durante 30 años en dicha ubicación, con una capacidad para aproximadamente 2500 personas, lugar que hoy ocupa el Banco Nación.
El techo que cubría la sala era de hierro y pesaba 150 toneladas. Fue hecho en Dublin por la casa Turner. Entre el cielo raso y el gran ventilador del techo se encontraba el taller de pintura del teatro y la maquinaria para bajar y subir la araña que era un espectáculo cuando la encendían. La mencionada araña llega en octubre de 1856 en la nave Don Quijote procedente del Havre. Los palcos distribuidos en dos pisos eran 80.
El primitivo teatro Colón tenía capacidad para 2.500 personas y una sala de 15 metros de ancho iluminada por una gran araña de lámparas de gas. La platea estaba reservada para los hombres, mientras que las mujeres se ubicaban en la "cazuela". La cúpula, fue en su momento la más importante de Latinoamérica, con un diámetro de 80 metros. Es la tercera del mundo después de San Pedro en Roma y el Capitolio en Washington. Las escaleras mecánicas fueron las primeras que se construyeron en la Argentina, obra de la empresa de ascensores Otis. Todo el material con que se construyó el Banco Nación, fue netamente argentino. Junto con la Iglesia de San Pedro y el Capitolio son las 3 construcciones cuyas bóvedas son las más grandes del mundo en peso y tamaño.

¿Porque cierra sus puertas el primer teatro Colón?

El estado general de los teatros de Buenos Aires fue preocupación del intendente Alvear, sobre todo en lo atinente a la seguridad. Consideró que era necesario formular y sancionar un Código de Teatros que “ teniendo por fundamento las disposiciones más adelantadas, consignadas en las que están en vigencia en el viejo mundo, se adapte a las necesidades de esta población, a la índole de nuestras instituciones, al carácter de los habitantes y a los usos y costumbres en todo aquello compatible con una sociedad regularmente constituida y ventajosamente civilizada”.
Alvear encargó a Mariano Obarrio la redacción del Código o Reglamento de Teatros y, a la vez, dispuso la inspección de todos los teatros. Admitieron que no sólo las condiciones de seguridad no eran ideales, había falta de ventilación, peligros de incendio, reducidos espacios de ventilación en las plateas a causa de los asientos muy juntos, etc. Dicen también que hacer un reglamento no basta. Es preciso hacerlo cumplir. Como resultado se dictó una Ordenanza sobre seguridad de los teatros, el 24 de agosto de 1882.
El contrato de arrendamiento del terreno de propiedad pública que ocupaba el Teatro Colón, celebrado con el gobierno de la Provincia, vencía el 27 de abril de 1882. Por lo tanto, la empresa del Teatro Colón se dirigió al Ministro del Interior, Dr. Antonio del Viso, solicitando una renovación del contrato de arrendamiento por término de veinte años.
La Municipalidad demandó a la empresa del Colón, pidiendo el desalojo por haber vencido el contrato de arrendamiento y no haber cumplido las obligaciones que ese vencimiento imponía. El juez Dr. Basualdo determinó no hacer lugar a la demanda, en un fallo precedido por extensos considerandos. Por último, el Concejo, en la última sesión de diciembre de 1884, autorizó la venta del teatro, previa tasación, debiendo abonarse la deuda hipotecaria que la propiedad reconoce y depositando el resto para construir un Coliseo en la parte céntrica de la ciudad.
El 16 de julio de 1887 el Senado Nacional sancionó el proyecto de ley autorizando a la Municipalidad de Buenos Aires a vender el Teatro Colón al Banco Nacional en la suma de 950.000 pesos. La suma debería ser destinada a la construcción del futuro teatro municipal. El 13 de septiembre de 1888 cerró definitivamente sus puertas. Comenzaron a presentarse las licitaciones para la construcción del nuevo teatro que sobre proyecto del arquitecto Francisco Tamburini se levantó en la manzana comprendida en las calles Cerrito, Libertad, Tucumán y Viamonte. Se inauguró en 1908.
El viejo Teatro Colón cerró sus puertas tras una última representación de Otelo, con su creador, Tamagno. Así aquel viejo Colón corrió, mucho antes, la misma suerte que correría el viejo y glorioso Metropolitan de Nueva York, demolido en 1966, para dar lugar, también, a un banco. En este caso el teatro fue expropiado para dar lugar al Banco Nación.

Primer Teatro Colón

En la actualidad en el predio del antiguo teatro se halla el Banco de la Nación Argentino obra del arquitecto Alejandro Bustillo de estilo monumentalista con líneas neoclásicas. Daba lástima ver cómo se lo iba desmantelando para convertirlo en banco. Se destaca actualmente  el recinto central y la bóveda que es considerada una de las mas grandes del mundo por sus dimensiones. Es una construcción de los pasados años 40. La obra del banco comenzó en 1937. Se construyó sobre las bases del primer Teatro Colón que había sido comprado por el Banco Nación, en Rivadavia y Balcarce, Capital Federal. El Banco Nacional naufragó con la crisis en 1890 y el flamante banco de Pellegrini compró el edificio "a tranquera cerrada", esto es, con todo su mobiliario, incluidos los empleados. El viejo Teatro Colón, modificado en 1912 cuando se le incluyó una "mansardá " típicamente francesa, fue demolido por el arquitecto Alejandro Bustillo para construir allí la última fracción del monumental edificio neoclásico que luce su silueta sobre la Plaza Mayor.