La división de la UCR

En septiembre de 1955, ni bien instalado el gobierno militar de la Revolución Libertadora, se manifestaron dos grandes tendencias dentro del espectro antiperonista un sector que buscaba restablecer alguna forma de acercamiento y conciliación con el peronismo y el otro sector buscaba desperonizar el país, mediante una estricta política represiva del peronismo y los sindicatos.

Dentro del gobierno el sector conciliador estaba representado por el presidente, el General Eduardo Lonardi, ​ mientras que el segundo sector duro estaba representado por el vice-presidente, el almirante Isaac Rojas y la Marina en general. ​

El 10 de noviembre de 1955 se constituyó una Junta Consultiva del gobierno militar, presidida por el almirante Rojas, e integrada por representantes de los partidos políticos con excepción del peronismo y el comunismo. Los miembros en representación de la Unión Cívica Radical fueron los unionistas Juan Gauna y Miguel Ángel Zavala Ortiz y los intransigentes Oscar Alende y Oscar López Serrot. Dos días después, renunciaron Rojas y todos los miembros, menos los dos representantes de la Unión Federal, con el fin de presionar la renuncia de Lonardi. El 15 de noviembre renunció Lonardi y asumió como presidente el general Aramburu, fortaleciéndose la línea antiperonista dura.

La UCR se divide

En la UCR nuevamente volvieron a presentarse dos posiciones fuertemente opuestas: los unionistas y algunos intransigentes participaron activamente en la Revolución Libertadora, incluso formando Comandos Civiles paramilitares para tomar sindicatos y reprimir a los grupos peronistas. Otro sector, mayoritariamente intransigente, propuso una posición crítica frente a la Revolución Libertadora, proponiendo buscar un acuerdo con el peronismo y oponiéndose al desmantelamiento del Estado de Bienestar creado durante el gobierno de Perón.

Uno de los actos que más se ha cuestionado a la Junta Consultiva fue su aval al fusilamiento de 27 civiles y militares con que el gobierno militar castigó el alzamiento peronista dirigido por el general Valle en junio de 1956, un hecho que por su inclemencia no tenía antecedentes en la historia argentina.

El 9 de noviembre de 1956 se reunió en Tucumán la Convención Nacional de la UCR. El Movimiento de Intransigencia y Renovación, crítico del gobierno militar, propuso tomar la iniciativa y presionarlo mediante la designación de una fórmula presidencial. Los balbinistas (separados recientemente del MIR), unionistas y sabattinistas, más cercanos a la Revolución Libertadora, rechazaron la propuesta. La Convención Nacional votó a favor de la propuesta intransigente y eligió a Arturo Frondizi como candidato a presidente de la Nación. Los unionistas, balbinistas y sabattinistas, abandonaron entonces la Convención y el 10 de febrero de 1957 formaron un nuevo partido.

Ambos partidos radicales tomaron el nombre de Unión Cívica Radical Intransigente, conducido por Arturo Frondizi, y Unión Cívica Radical del Pueblo, conducido por Ricardo Balbín.

  • Los intransigentes (UCRI) definieron rápidamente una posición inspirada en la Declaración de Avellaneda pero adaptada a la situación de posguerra, atrayendo a una gran cantidad de sectores juveniles y progresistas extrapartidarios, como los socialistas Dardo Cúneo y Guillermo Estévez Boero, o el forjista Raúl Scalabrini Ortiz, que se caracterizaban por un posición de centro-izquierda nacional no antiperonista, así como por el pensamiento desarrollista sostenido por Rogelio Frigerio desde la revista Qué.
  • La Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP) fue controlada desde un principio por los unionistas, encabezados por Ernesto Sammartino y se vinculó al jefe del gobierno militar, general Pedro Eugenio Aramburu (Potash II, 346-349), para aparecer frente a la opinión pública como expresión política de la Revolución Libertadora.
Ricardo Balbín y Arturo Frondizi

Ricardo Balbín y Arturo Frondizi fueron referentes de la renovación del liderazgo UCR durante la década de los años 1940.

Ricardo Balbín

Ricardo Balbín fue una de las figuras más notables de la Unión Cívica Radical (UCR), partido político cuyo comité nacional presidió entre el año 1959 (en aquél entonces como Unión Cívica Radical del Pueblo), hasta su muerte en septiembre de 1981, y por el que fue candidato a presidente de la Nación en cuatro oportunidades, 1951, 1958, y las dos elecciones del año 1973.

Arturo Frondizi

Arturo Frondizi  fue uno de los líderes que renovaron esa fuerza en la década de 1940 al dar origen al Movimiento de Intransigencia y Renovación. En 1946 fue elegido diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires. En las elecciones de 1951 integró la fórmula presidencial de la UCR como candidato a vicepresidente, junto a Ricardo Balbín, que fue derrotada por la fórmula peronista. Durante la Revolución Libertadora Frondizi lideró el sector del radicalismo que criticaba la dictadura, contra el sector liderado por Balbín, más cercano a la misma, hecho que llevó a la división del partido y a la formación de la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI). Frondizi y Balbín se enfrentaron en las elecciones presidenciales de 1958 con el peronismo proscripto

Actitud ante la Reforma de la Constitución Nacional de 1957

El 28 de julio de 1957 se realizan elecciones de representantes para reformar la Constitución Nacional. Proscripto el peronismo los dos partidos políticos principales son radicales. Triunfó la Unión Cívica Radical del Pueblo que obtuvo 2.117.160 votos contra la Unión Cívica Radical Intransigente que obtuvo 1.821.459 votos. Pero debido a que los votos en blanco no se computan, pocos repararon en las consecuencias políticas del hecho de que las personas que votaron en blanco (2.119.147) superaron al partido más votado, la UCRP. La mayor parte de esos votos en blanco provenían de peronistas cuyo partido había sido ilegalizado.

Los convencionales a UCRI, encabezados por Oscar Alende, sostuvieron la ilegalidad de la Convención Constituyente convocada por el gobierno militar y se retiraron. La UCRP por el contrario participó activamente de la misma. Sin embargo, un amplio sector de la UCRP no estaba de acuerdo en incorporar los derechos sociales a la Constitución Nacional y pretendía simplemente reinstalar la Constitución de 1853. En ese momento cumplió un importante rol Crisólogo Larralde que Fernando Blanco Muiño relata así:

"La tarea más importante impulsada por Larralde y que se vincula directamente con el pensamiento social del radicalismo es, sin dudas, la inclusión del artículo 14 bis en nuestra Constitución Nacional. La Convención Constituyente de 1957 debía receptar los derechos sociales que la legislación moderna había ido incorporando y que el texto de 1853 no incluyó. Las fuerzas políticas que integraron esa convención no estaban muy convencidas de hacerlo pues ello significaría, por un lado, eliminar privilegios de las clases dominantes y por el otro, reconocer los aportes llevados adelante por el derrocado gobierno de Juan Perón. En ese marco se discutió la incorporación del artículo 14 bis reconociéndose que un sector importante del bloque radical no quería acompañar su inclusión. Entonces, Larralde, Presidente del Comité Nacional, viajó a Santa Fe y monitoreó personalmente el comportamiento de cada convencional, llegando a sentarse al fondo del recinto el día de la votación, con el fin de garantizar que todos apoyaran la redacción propuesta. Y así sucedió, lo que permitió incluir el artículo y modernizar, de esa manera, nuestro texto constitucional".

En la elaboración del artículo 14 bis tuvo un papel destacado el convencional balbinista entrerriano Luis María Jaureguiberry, de la UCRP quien en el debate destacaba definió el artículo como "una transacción de contenido histórico entre los que querían mantener la intangibilidad de la Carta del 53 en su redacción y los que deseábamos colocarnos en nuevos tiempos para no marchar a la zaga en principios de avanzada social" (G. Arzac,105).

Inmediatamente después de aprobado el artículo 14 bis referido a los derechos del trabajo, los convencionales conservadores y sabattinistas se retiraron de la Convención Constituyente dejándola definitivamente sin quórum para evitar que se siguiera avanzando en la sanción de derechos sociales y económicos. El hecho fue duramente criticado desde las fuerzas políticas progresistas.