Conflictos políticos y sociales

La vuelta del peronismo al poder luego de 18 años de proscripción y el objetivo de alcanzar la liberación nacional que se había propuesto el Frejuli, estuvieron cruzadas por reclamos y pujas sociales y políticas de carácter nacional e internacional. 

Era una época en donde la Guerra Fría y la Doctrina de la Seguridad Nacional estadounidense estaban en pleno desarrollo y categorías como "marxismo", "subversión", "infiltración marxista" y la pertenencia a la izquierda política (referida en esos años con la expresión descalificadora de "zurdos" o "zurdaje"), desempeñaron un papel crucial en la delimitación de los bandos, y los enfrentamientos que se produjeron durante el tercer peronismo, y que continuarían durante la dictadura que lo derrocó y generalizó el terrorismo de Estado. 

Simultáneamente Chile, bajo el gobierno constitucional de Salvador Allende, estaba viviendo un momento de altísima confrontación en la que las fuerzas golpistas, apoyadas por empresas multinacionales y el gobierno de Estados Unidos, recurrían a un enfoque similar para organizar el golpe de Estado que finalmente concretarían en el mes de septiembre.

Una gran parte de la historiografía argentina e internacional recurre a la polaridad izquierda/derecha, tanto dentro como fuera del peronismo, para identificar a los bandos en pugna. Esta polaridad sin embargo, no daba cuenta acabada de las complejidades que tomaban los conflictos en los países periféricos. La confrontación capitalismo/comunismo que caracterizaba a la Guerra Fría, se superponía con reclamos e ideologías que cuestionaban las asimetrías entre los países centrales y los países periféricos, que daban cuenta los movimientos tercermundistas, como el nacionalismo económico-cultural que sostenía la idea de liberación nacional, la Teología de la liberación o la teoría de la dependencia, que no podían ser subsumidos en la oposición capitalismo/comunismo. Una organización como Montoneros, por ejemplo, considerada casi siempre como "de izquierda", era católica militante y nacionalista.

Se ha dicho que el hecho más conflictivo del período fue la decisión del gobierno de Cámpora de ingresar al Movimiento de Países No Alineados, ejecutada personalmente por Perón, como embajador extraordinario de la Argentina, junto al restablecimiento de las relaciones comerciales con los países del bloque comunista.

Simultáneamente el Pacto Social fortaleció a los sindicatos, garantizó el papel planificador del Estado, amplió el espacio de las empresas estatales y privadas de propiedad nacional, a la vez que reducía la influencia de las empresas multinacionales. Uno de sus objetivos explícitos era el aumento del salario real en un 65% en un plazo de tres años. El plan fue apoyado por la CGT y el empresariado de capital argentino, pero fue severamente criticado por los voceros de las empresas multinacionales y las asociaciones empresarias del gran capital, como la Sociedad Rural Argentina y la Unión Industrial Argentina.

La oposición de los sectores conservadores se focalizarían en lo que consideraban una tendencia a la "sovietización" del gobierno peronista,8889 argumento que también utilizaría la dictadura militar instalada en 1976 para justificar el derrocamiento del gobierno constitucional, instalando el conflicto en la lógica binaria de la Guerra Fría.

También dentro de la Unión Cívica Radical había un avance de la juventud organizada durante la dictadura en Franja Morada y la Junta Coordinadora Nacional, contra la llamada "burocracia radical" encarnada en la dirigencia tradicional liderada por Balbín, la que a su vez cuestionaba a los sectores juveniles acusándolos de "marxistas".

El año anterior el sector juvenil de izquierda había creado el Movimiento de Renovación y Cambio, obteniendo un 40% en las elecciones internas de la UCR y el derecho a estar representada en la conducción del partido, a través de Raúl Alfonsín.

Todas las organizaciones guerrilleras que actuaban al momento de asumir el presidente Cámpora, decidieron continuar organizadas, pero mientras que las guerrillas peronistas habían decidido suspender la lucha armada y caminar hacia una fusión en nuevos términos con las Fuerzas Armadas,57 el ERP había anunciado el 13 de abril que no dejaría de combatir a los "enemigos del pueblo". Pese a esta última aclaración, durante el gobierno de Cámpora, el ERP no realizó ningún atentado ni operación militar.

El conflicto más grave sucedido durante el gobierno de Cámpora fue la Masacre de Ezeiza del 20 de junio de 1973. La misma se produjo en medio de una de las manifestaciones más masivas de la historia argentina, realizada para recibir al general Perón en su regreso definitivo a la Argentina. La organización y seguridad del acto habían quedado a cargo del Comando de Organización, con la colaboración de la Juventud Sindical Peronista, quienes colocaron hombres armados en el palco central y en un puesto de sanidad cercano. Cuando la numerosa columna de la Tendencia intentó instalarse frente al palco, comenzó un tiroteo contra la multitud con armas largas, con el fin de evitarlo. La televisión registró las imágenes de las personas que estaban en el palco con las armas largas en las manos, a la vez que se registraron torturas de militantes capturados en el puesto de sanidad. El saldo oficial fueron trece muertos y unos cien heridos, aunque las fuentes no oficiales sostienen que el número de víctimas fue mucho mayor. La Tendencia y en particular las organizaciones guerrilleras FAR y Montoneros, consideraron que la Masacre de Ezeiza fue una declaración de guerra de los sectores de extrema derecha.


ex coronel Jorge Osinde se hizo cargo de la seguridad del palco

El ex coronel Jorge Osinde se hizo cargo de la seguridad del palco, desplazando a las policías federal y provincial. Para ese fin constituyó un grupo de unos trescientos "pesados" con gente de la CNU (Concentración Nacional Universitaria), del CdO (Comando de Organización), custodios sindicales y ex militares peronistas.

movilizacion a ezeiza

La responsabilidad de organizar la movilización del movimiento peronista hacia Ezeiza fue de cinco personas ellos eran José Ignacio Rucci, Lorenzo Miguel, Juan Manuel Abal Medina (padre), Norma Kennedy y Jorge Manuel Osinde.

Salvador Allende y fidel castro

El presidente socialista Salvador Allende y al gobierno izquierdista de la Unidad Popular fue derrocado por el golpe de Estado en Chile del 11 de septiembre de 1973 fue una acción militar llevada a cabo por las Fuerzas Armadas de Chile conformadas por la Armada, la Fuerza Aérea y el Ejército, para derrocar su gobierno.