Primeras medidas del Directorio de Pueyrredon

El 3 de mayo de 1816, Pueyrredón fue elegido Director Supremo del Estado con el voto favorable de 23 representantes sobre un total de 25. En este proceso se advirtió el anhelo de los intereses partidarios y provinciales. Con sentido patriótico intentaron brindar a la nación un mandatario cuya autoridad y prestigio pudieran apaciguar las luchas intestinas que desunían a las provincias.

Primeras medidas

Una ver electo como Director Supremo , Pueyrredón se dispuso viajar a Salta y a Jujuy para procurar la solución del diferendo con Rondeau.

El 6 de mayo le escribió a Güemes solicitando le consiguiera una casa en Salta para él, su secretario, dos edecanes y diez soldados de escolta. El 6 de junio escribió a San Martín desde el cuartel general en Jujuy, para reunirse en Córdoba del 10 al 12 de julio próximo.

Encuento con Guemes

Recién nombrado por el Congreso de Tucumán el brigadier Martín Pueyrredón como Director Supremo de las Provincias Unidas, se reunió con el general Güemes en el Fuerte de Cobos el 15 de junio de 1816. En el encuentro, Pueyrredón encomendó al Gobernador la defensa de las Provincias Unidas para que las milicias gauchas detengan invasiones realistas para recuperar el territorio del ex virreinato del Río de la Plata.

Juan Martín de Pueyrredón

Al momento de ser designado Pueyrredón como director supremo contaba de gran prestigio, había sido héroe en las invasiones inglesas creador del destacamento de húsares, fue durante un tiempo general del ejército del norte, por sus viajes a Europa también tenía buenas relaciones en España e Inglaterra como era un político muy conciliador esto le permitió consensuar con todos los sectores de la época. El directorio de Pueyrredón fue fundamental en la campaña de los Andes de San Martín

Güemes asume la defensa del Congreso de Tucumán, que posteriormente declaró la independencia el 9 de julio. Con su estrategia Güemes hizo posible el cruce de Los Andes que emprendió San Martín para detener con sus tropas el avance de las fuerzas realistas.

Esta reunión contó con las críticas y sospechas de muchos porteños, que dudaban de la capacidad militar de Güemes y sus gauchos. Pueyrredón quedó tan conforme que ordenó que el ejército del Norte se retirara hasta Tucumán y ascendió al caudillo salteño al grado de coronel mayor.

San Martín y Belgrano apoyaron la decisión de Pueyrredón y confirmó los valores militares y el carisma de Güemes y le confió la custodia de la frontera Norte. Dirá San Martín: “Los gauchos de Salta solos están haciendo al enemigo una guerra de recursos tan terrible que lo han obligado a desprenderse de una división con el solo objeto de extraer mulas y ganado“.

Desde Salta el 6 de junio escribió a San Martín desde el cuartel general en Jujuy, para reunirse en Córdoba del 10 al 12 de julio próximo.

El Agente Sueco

En la posta del Cobos, en Salta, lo entrevistó el agente sueco Jean Adam Graaner, enviado de Bernadotte: «Pueyrredón es hijo de francés del Beam, tiene ahora unos cuarenta años, más o menos, su físico es interesante y sabe combinar admirablemente bien su seriedad española con la urbanidad francesa. Más político que soldado, trata de ganarse la voluntad de todos los partidos y de unir facciones por medios pacíficos, y en esto ha obtenido un resultado superior a cuanto podía esperarse». Pueyrredón, temeroso de que Graaner fuera un espía de los españoles, envió una nota a Güemes para que vigilara discretamente al sueco y le impidiera pasar a la zona de dominio realista.

También en la posta del Cobos, en Salta, lo entrevistó el agente sueco Jean Adam Graaner, enviado de Bernadotte: «Pueyrredón es hijo de francés del Beam, tiene ahora unos cuarenta años, más o menos, su físico es interesante y sabe combinar admirablemente bien su seriedad española con la urbanidad francesa. Más político que soldado, trata de ganarse la voluntad de todos los partidos y de unir facciones por medios pacíficos, y en esto ha obtenido un resultado superior a cuanto podía esperarse». Pueyrredón, temeroso de que Graaner fuera un espía de los españoles, envió una nota a Güemes para que vigilara discretamente al sueco y le impidiera pasar a la zona de dominio realista.