La expedición de Loaisa

El emperador Carlos V envió en 1525 una expedición al mando de García Jofre de Loaisa (1480-1526) para mantener, frente a Portugal, los derechos de España sobre las Molucas. Siete navíos, con 450 hombres, partieron de La Coruña el 24 de junio de 1525. Su piloto mayor era Sebastián Elcano. Previamente se había fundado en La Coruña una nueva Casa de Contratación, destinada al tráfico de especias (1522-1524). 

Expedición en busca de las Especias por Jofre de Loaisa

Las informaciones proporcionadas por Juan Sebastián Elcano sobre el estrecho de Magallanes, al sur de América, auspició una nueva y rápida expedición con rumbo a las Molucas, por orden de Carlos I. Según Gonzalo Fernández de Oviedo, el cronista de Loaísa, este era "buen caballero y persona de experiencia en la guerra de la mar y de la tierra", lo que unido a su prestigio y abolengo hizo que el emperador Carlos V lo nombrara capitán general de la armada que debía dirigirse a las Molucas y gobernador de aquellas tierras del Índico desde las que Juan Sebastián Elcano inició su asalto a la primera circunnavegación planetaria. García Jofre de Loaisa, nació en Ciudad Real a mediados del siglo XV, era militar y explorador marítimo.

GARCÍA JOFRE DE LOAÍSA

GARCÍA JOFRE DE LOAÍSA

La flota

La expedición estaba a cargo de fray Jofre de Loaísa, como segundo jefe de esta armada y guía fue designado Juan Sebastián Elcano. La intención fue ampliar la circunnavegación del globo que había realizado años antes Elcano y establecer la definitiva Ruta de las Especias.

La flota se componía de siete navíos (seis naos y un patache), cuatro de estos navíos estaban construidos en Portugalete (Vizcaya) y 460 hombres. Las naves eran las siguientes:

  • Santa Maria de la Victoria, de trescientos toneles, capitana, mandada por García Jofre de Loaísa
  • Sancti Spiritu, de doscientos, por Juan Sebastián Elcano
  • La Anunciada, de ciento sesenta, por Pedro de Vera
  • San Gabriel, de ciento treinta, por Rodrigo de Acuña
  • Santa María del Parral, de ochenta, mandada por Jorge Manrique de Nájera
  • San Lesmes, de ochenta, por Francisco Hoces
  • Santiago, de cincuenta, el único patache, llevando por capitán a Santiago de Guevara


Barco cruzando estrecho de Magallanes

El 14 de enero de 1526, en¬tró en el estrecho de Magallanes, donde una fuerte tempestad dispersó las naves y provocó el naufragio de una de ellas. Jofre de Loaisa, que iba más atrasado, pasó el estrecho con la nave capitana, dos carabelas y un patache y llegó al Pacífico el 26 de mayo de 1526. 

La partida

El 24 de julio de 1525 partía la expedición desde La Coruña y tras aprovisionarse en La Gomera siguió por el golfo de Guinea hasta poner rumbo a Brasil.

El 14 de enero de 1526, cuatro de los siete navíos pasaron el estrecho de Magallanes, los otros tres, la nave capitana Santa María de la Victoria que dirigía Jofre, la San Gabriel y el patache, entraron por equivocación por la desembocadura del río Gallegos y embarrancaron, aunque consiguieron continuar más tarde al subir la marea. Fray Juan de Areyzaga fue uno de los que exploraron este río y costa cercana. Una tempestad hizo naufragar a la nave comandada por Elcano en el cabo Vírgenes y tuvo que pasar a otra, mientras que la nao San Gabriel puso rumbo a España.

El 24 de enero, García Jofre de Loaísa logró entrar en el canal con una de las naos, la San Lesmes dirigida por Francisco de Hoces, impulsada por los violentos vientos, fue obligada a salir del estrecho y llevada a contornear la costa de la Tierra del Fuego, hasta llegar a la latitud 55° sur. Al reunirse luego con el resto de la escuadrilla, informó haber alcanzado allí donde hay acabamiento de Tierra. Se trataba del descubrimiento de un nuevo paso hacia el Pacífico al sur de Tierra del Fuego, el llamado cabo de Hornos.

Areyzaga, Uriarte y Urdaneta escribirían detalladas relaciones de su paso por el estrecho de Magallanes y sus aventuras en tierra.

El día 26 de Mayo de 1526, las naves, reducidas ya a cuatro, llegaron al océano Pacífico después de seis meses de dificultosa navegación.

Volvieron a sufrir terribles tormentas, una de las cuales, el 2 de junio, dispersó las naves, separando el patache Santiago. Este patache, al mando de Guevara, llegó a las costas de Tehuantepec en México. Una vez que desembarcaron los marineros en tierra firme, junto con el capitán Guevara, muy enfermo, Areyzaga emprendió el camino de visita a Méjico, para dar cuenta al recién nombrado virrey de Nueva España, Hernán Cortés. Este lo recibió con grandes muestras de distinción y afecto; admiró tanto las peripecias y desgracias relatado por Areyzaga que mandó organizar otra expedición desde la costa occidental de Nueva España, a cargo de Álvaro de Saavedra, en auxilio de la maltrecha Armada.

El día 20 de julio avistaron otra isla a la que pusieron por nombre La Magdalena, y el 30 de julio murió fray Jofre de Loaísa. Elcano asumió el mando de la flota, pero por poco tiempo, pues falleció de escorbuto el 4 de agosto de 1526, a bordo de la nao capitana Victoria.

El 21 de agosto, Toribio Alonso de Salazar descubría las islas Carolinas (islas Marshall), en la nao Santa María de la Victoria. Para entonces, su barco era el último superviviente de la expedición. A la muerte de Salazar, Iñiguez de Carquizano fue elegido general de la expedición de entre los pocos supervivientes. La nave capitana llegó exhausta a las ilas Molucas, donde una vez allí, Carquizano fue asesinado por portugueses. 

La expedición fue un fracaso. De toda la tripulación, el primero que llegó de regreso a España fue un marinero llamado Andrés de Urdaneta, doce años después.