Antecedentes

Siendo presidente del Senado, por Río Negro, obtuvo el cargo de presidente provisional de la Nación luego del golpe de estado que derroca a Arturo Frondizi, basándose en la Ley 252 sobre acefalía del Poder Ejecutivo, para impedir que un militar ejerciera el cargo.

El golpe de estado militar del 29 de marzo de 1962 tuvo elementos tragicómicos que determinaron que no fuera un militar, sino un civil, José María Guido, quien accediera al gobierno luego de derrocar al presidente Arturo Frondizi (radical intransigente).

Frondizi soportó durante su gobierno reiterados planteos e insurrecciones militares, mediante los cuales llegaron a imponerle incluso al ministro de Economía (Álvaro Alsogaray) y terminaron en el golpe del 29 de marzo de 1962, liderado por el teniente general Raúl Poggi, el almirante Agustín Penas y el brigadier general Cayo Alsina. 

El hecho que precipitó el golpe fue la amplia victoria del peronismo en las elecciones realizadas once días antes, en diez de las catorce provincias, incluyendo la Provincia de Buenos Aires, donde triunfó el dirigente sindical textil Andrés Framini. El peronismo había sido proscripto por la dictadura militar de 1955, pero Frondizi volvió a habilitarlo electoralmente, aunque manteniendo la prohibición a Juan Domingo Perón de presentarse como candidato y volver al país. Frondizi inmediatamente intervino las provincias en las que había ganado el peronismo, pero el golpe era indetenible.

Producido el levantamiento militar el 29 de marzo de 1962, el presidente Frondizi, detenido por los militares en la Isla Martín García, se negó a renunciar («no me suicidaré, no renunciaré y no me iré del país»). Eso llevó a interminables movimientos, amenazas y gestiones que agotaron a los líderes de la insurrección, quienes se fueron a dormir antes de asumir formalmente el poder. En la mañana del 30 de marzo, el general Raúl Poggi, líder de la insurrección victoriosa, se dirigió a la Casa Rosada para hacerse cargo del gobierno, y se sorprendió con el hecho de que los periodistas le comentaban que un civil, José María Guido, había jurado como presidente en el palacio de la Corte Suprema de Justicia.


Guido era un radical intransigente que presidía provisionalmente la Cámara de Senadores, debido a la renuncia del vicepresidente Alejandro Gómez. Teniendo en cuenta esto, la noche del golpe, y en una hábil maniobra, el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Julio Oyhanarte, consideró el derrocamiento de Frondizi como un caso de acefalía, correspondiéndole asumir la presidencia a Guido,  por encontrarse en el primer lugar de la línea sucesoria según la Ley 252 (del 19 de septiembre de 1868, derogada por la ley 20972 promulgada el 21 de julio de 1975).

Los militares golpistas terminaron aceptando la situación y convocaron a Guido en la Casa Rosada para comunicarle que sería reconocido como presidente, en tanto y en cuanto se comprometiera por escrito a ejecutar las medidas políticas indicadas por las Fuerzas Armadas, siendo la primera de ellas anular las elecciones en las que había ganado el peronismo. Guido aceptó las imposiciones militares, firmó un acta dejando constancia de ello y fue entonces habilitado por estos para instalarse con el título de presidente, pero clausurando el Congreso Nacional e interviniendo todas las provincias.


Guido hizo cumplir las órdenes militares. Al día siguiente el Congreso anuló las elecciones del 18 de marzo de 1962 e intervino todas las provincias, para luego ser disuelto.

De este modo Guido asumió los poderes ejecutivo y legislativo del país, bajo control y supervisión de las Fuerzas Armadas, que se reservaron el derecho de removerlo.

golpe de estado a frondizi

Arturo Frondizi a las 7:45 del 29 de marzo de 1962 Frondizi salió en automóvil de la residencia de Olivos acompañado por su custodia personal habitual y por el capitán de navío Eduardo Lockhart, Jefe de la Casa Militar, rumbo al Aeroparque Metropolitano distante a pocos minutos de viaje, donde se embarcó en un avión de la Marina que lo llevó a la isla Martín García donde quedó detenido. 

jura de Guido ante la corte suprema

A las 15:55, cuando todavía se estaban completando las formalidades para el juramento de Guido ante la Corte Suprema, los tres jefes golpistas se instalaron en la Casa Rosada. Enterado del hecho y con Guido en camino a la Corte, Martínez se dirigió a la Casa Rosada para ganar tiempo y evitar que los militares tomaran formalmente el gobierno, especialmente Poggi que mostraba una clara intención de asumir como Presidente. Poco después de las cinco de la tarde Guido se hizo presente en la Corte Suprema, para prestar juramento, visiblemente conmovido. La jura se realizó en la máxima reserva, con la sola presencia de los jueces de la Corte, Guido y su secretario privado. El ministro Martínez le había pedido al general Aramburu que se sumara al pequeño grupo, pero Aramburu no aceptó

teniente general raul poggi

Una de las situaciones más recordadas respecto al papel de Poggi tras la caída de Arturo Frondizi tuvo lugar en el palacio presidencial. Las tropas habían tomado posiciones en la Casa Rosadacomo medida disuasoria de cualquier acto violento en sus inmediaciones. Cuando arribó Raúl Poggi, era consciente de que no iba a poder hacerse con la presidencia porque mientras Frondizi insistía en que no iba a renunciar, al mismo momento el ministro de Defensa, Rodolfo Martínez, su par de Relaciones Exteriores, Roberto Etchepareborda, y el ministro de la Corte Suprema de Justicia, Julio Oyhanarte, aprovecharon la situación para convencer al presidente del Senado, José María Guido, de asumir la presidencia.  En particular, el juez Julio Oyhanarte fue quien propició la aplicación de la Ley de Acefalía por parte de la Corte Suprema.  Literalmente, al teniente general Poggi le birlaron la conducción del país. Ingresó furioso a la oficina presidencial. “No quiero hablar con nadie”, disparó mientras se acomodaba en el recinto. Posteriormente se juntó con el Almirante Agustín Penas y el Brigadier General Cayo Alsina e intentaron consensuar una muestra de apoyo al nuevo Presidente que asumiría en cuestión de horas.