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      En el interior se creó una liga unitaria que no
      actuaba como tal. Se enfrentó con la provincia de Buenos Aires; este
      enfrentamiento desembocó en el Pacto Federal de 1831 (Buenos Aires,
      Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe), por el que se acordó que, cuando
      estuvieran dadas las condiciones, se erigiría un gobierno federal. Además,
      se estableció un compromiso militar por el que si alguien atacaba a una
      de las cuatro provincias, las cuatro se considerarían agredidas. 
      El
      enfrentamiento entre la liga unitaria y los federales llevó a una guerra
      civil en la que vencieron estos últimos. Entre 1829 y 1831, Rosas había
      logrado poner orden en la provincia de Buenos Aires y logró la pacificación,
      negándose a seguir como gobernador si no se le otorgaban facultades
      extraordinarias. Se sucedieron algunos gobernadores hasta que en 1834 se
      produjo una guerra entre las provincias de Tucumán y Salta; Rosas ordenó
      a Facundo Quiroga que, como delegado de la provincia, fuera a pacificar la
      situación. 
      El
      pensamiento de Rosas quedó plasmado en la Carta de la Hacienda de
      Figueroa; en ella se estipulaba que las condiciones no eran las adecuadas
      para establecer un régimen federal, pues las provincias no tenían
      dinero, se acababa de salir de una guerra civil y todavía seguían
      luchando los unitarios. Rosas proclamó una constitución nacional y entre
      1835 y 1852 fue gobernador de Buenos Aires. El país estuvo bajo el régimen
      dictatorial de Rosas durante 17 años. 
      El
      pensamiento que Rosas expuso en la Carta de la Hacienda de Figueroa pudo
      ser eficaz para un periodo, pero habían transcurrido 17 años desde
      entonces y las condiciones de las que él hablaba se estaban dando y era
      necesaria la Carta Magna. Rosas, con su pensamiento conservador (no en el
      sentido político-económico), no advirtió los cambios y su gobierno se
      volvió anacrónico. 
      En
      1852 se produce la batalla de Caseros, entre Justo José de Urquiza,
      defensor de una organización nacional bajo una constitución, y Rosas.
      Ambos eran federales; Rosas, a pesar de la sangrienta represión y de la
      crisis económica, logró las bases para que Urquiza -después de vencer
      en Caseros- lograra reunir un Congreso General Constituyente y se
      promulgara la Constitución de 1853.
  
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                         Juan
                        Manuel de Rosas  | 
                     
                   
                 
                 
                 
                  
                    
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                         Soldado
                        Federal  | 
                     
                   
                 
                 
                 
                  
                    
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                         Sello
                        federal  | 
                     
                   
                 
                 
                 
                  
                    
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                      | 
                         Justo
                        José de Urquiza  | 
                     
                   
                 
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