Cochabamba.

Cochabamba. 

El gobernador intendente de Cochabamba, José González Prada, se opuso al reconocimiento de la deposición del virrey Hidalgo de Cisneros y se sumó a la causa encabezada por Vicente Nieto y Francisco de Paula Sanz contra la Junta de Buenos Aires. 

Cochabamba contra Buenos Aires

Pero no hizo ostentación pública de su actitud, lo que no le impidió enviar el 8 de agosto 150 hombres a Nieto, y otros tantos con destino a Oruro. Para satisfacer un nuevo pedido de Nieto tuvo que recurrir a los urbanos y éstos desacataron la orden de partir. Entretanto volvió el teniente Javier Gutiérrez, que había sido comisionado para llevar las tropas a Oruro, con la noticia de la deserción total de las mismas.



La toma de Cochabamba

El 14 de setiembre, con unos 150 hombres que pudo reunir, Francisco del Rivero atacó el cuartel de Cochabamba y se adueñó del mismo; acudió González Prada a informarse y fue detenido. Los revolucionarios dominaron la situación y convocaron a cabildo abierto. Rivero fue designado comandante de armas; González Prada renunció el 16 y en su puesto fue proclamado Rivero.

Francisco de Rivero

En la mañana del 14 de septiembre de 1810, el coronel Francisco del Rivero junto al alférez Melchor Guzmán, a los tenientes Esteban Arze y Bartolomé Guzmán, aparecieron en Cochabamba a la cabeza de una fuerza de mil hombres y auxiliados por todos los patriotas de la ciudad dirigidos por Oquendo, Montecinos, Oropeza y Arauco, que fueron a su encuentro, se apoderaron del cuartel sin derramamiento de sangre, ya que el regimiento estaba decidido de antemano por la nueva causa.

Adhesión de Cochabamba a Buenos Aires

Cochabamba se adhirió a la Junta de Buenos Aires el 21 de setiembre y el 28 eligió diputado a José F. Javier de Orihuela, canónigo de la iglesia metropolitana de Charcas.

Desde Cochabamba se intimó al presidente de Charcas a devolver las fuerzas que había sacado de la provincia; Nieto procuró promover una revolución mediante el cabildo, pero entretanto el gobernador intendente Rivero organizó dos mil hombres de caballería que puso al mando de Esteban de Arce a mediados de octubre y se halló en condiciones de operar sobre Oruro, que no tardó en secundarlo.

Con los elementos a su disposición, Rivero se dedicó a interceptar las comunicaciones del enemigo entre Chuquisaca, Potosí y La Paz con el virreinato del Perú.