Muerte de Magallanes

Cientos de islas se abrían ante ellos. Las llamaron Islas del Poniente que más tarde serían conocidas como Islas Filipinas en honor del, en ese momento, príncipe de Asturias Felipe que se convertiría en unos años en el rey Felipe II, en ella Magallanes encontraría la muerte en una pelea con los nativos del lugar. 

Llegada a Filipinas

La primera isla de Filipinas a la que llegaron fue Samar, hay que aclarar que en ese momento las islas . Filipinas no aparecía en ningún mapa europeo de la época. Magallanes se dirigía a las islas de las especias y sabía que estaba cerca, pero no cuán cerca. Al acercarse a la costa de Samar, se dio cuenta de que no podía desembarcar en ningún lado debido a sus altos acantilados.

Entonces Magallanes decidió ir a la isla diminuta de Suluan, pero tampoco desembarcaron. Es así cuando se decidieron a ir a la isla de Homonhom, donde sí desembarcaron y montaron dos tiendas de campaña grandes donde prepararon un gran festín. Magallanes llamó al archipiélago Lazarus pero 22 años más tarde le cambiaron el nombre a Filipinas en honor al rey Felipe II. 

El lunes 18 de Marzo de 1521 se les acercó un barco con 9 tripulantes filipinos, estos nativos resultaron ser muy amigables y al cabo de un día ya estaban comiendo juntos gracias a los cocos que traían los filipinos, de los cuales los españoles aprendieron a sacar leche. Tras varios días de satisfacción y paz, Magallanes decidió seguir su rumbo y paró en la isla de Limasawa. Era la primera vez que un europeo desembarcaba en Limasawa, pero los chinos llevaban 5 siglos comerciando con los locales.

Raja de Humabon

Raja de Humabon fue el aleado de Magallanes que  ofrecio hombres para la batalla de Mactán , pero la soberbia del español rechazo dicha ayuda lo que obligo a pelear 50 españoles contra 1500 aborigenes a cargo de Lapu Lapu

Primeros tiempos con los nativos

Aquí encontraron a Rajah Kolambu, que era Rey local y que ha pasado a la historia también por convertirse en aliado de Magallanes junto a otros líderes. 

Magallanes quiso convertirse en hermano de sangre del rey, se cortaron el pecho, pusieron su sangre en una copa, y ambos bebieron la mitad del vaso mezclado con vino, pero al igual que había hecho en ocasiones anteriores, Magallanes nunca perdió de vista su misión y por si alguien la truncara, decidió demostrar el poderío militar español y europeo haciendo que sus arcabuceros dispararan al aire, cosa que asustó sobremanera a los filipinos.

Bautismo de indígenas en filipinas

Magallanes plantó una cruz de madera como símbolo de su intención de convertir al catolicismo a todo habitante de las islas , este fue el principal problema con algunos indigenas que lo llevarian a la muerte en el lugar 

Magallanes muestra el poderío militar

Magallanes quería impresionar a los locales por si acaso se atrevieran a convertirse en enemigos. Tras esto, hizo otra demostración: Sacó a un soldado armado de arriba a abajo y ordenó a los demás a que le pegaran por todos lados para demostrar la fortaleza de la armadura europea. 

Tras esta segunda demostración, Magallanes le dijo a su intérprete Enrique que le dijera al rey que sólo uno de sus soldados valía lo mismo que 100 indígenas filipinos, a lo que el rey asintió. Además de esto, tanto en la isla anterior como en ésta Magallanes se aseguró de mostrar lo que tenía en sus barcos: aparte de tesoros, enseñó sus lombardas, sus falcones, la pólvora, pasamuros, versos, escopetas y bolas de cañón, Javalinas, picas, lanzas, espadas, mostraron todo lo que tenían para impresionar a los indígenas…

Isla de Cebu

La isla de Mactán se ubica frente a las costas de la isla de Cebú, en la provincia filipina de Cebú donde se desato la batalla donde perdio la vida Magallanes en 521 

Magallanes en la isla de Cebú

En Limasawa, Magallanes le preguntó al Rajah que si tenía enemigos, este le respondió que había dos islas hostiles pero que no era el momento de atacarles. Magallanes asintió pero enseguida dijo que quería partir hacia otra isla más próspera. Le recomendaron ir a la isla filipina de Cebú.  Para ir allí, pasaron por la isla de Seilani, y luego llegaron a un canal entre dos islas: Mactán y Cebú. La canoa indígena que les estaba dirigiendo no aceptó seguir adelante por el canal por lo que decidieron girar hacia el oeste, hacia Cebú. 

Cuando la llamada Armada de Molucca llegó a Cebú, se dieron cuenta de que esa isla estaba habitada por la gente más próspera de todo el viaje. Los cebuanos no se mostraban impresionados por los barcos y se les veía muy bien alimentados y trabajando en campos a raudales. Aquí en Cebú, los europeos encontraron civilización. Unos barcos vinieron a recibirles.

Una vez más, en lo que para mí y para muchos es un error, Magallanes decidió sorprender a los cebuanos soltando una retahíla de bombazos y morterazos al aire con el objetivo de impresionar a los cebuanos. Estos se ‘murieron de miedo’, ya que nunca habían oído semejante estruendo. ¿Era necesario esto? Magallanes Confiaba en que mostrando su poderío no obtendría rival. 

Pensaba que los filipinos le respetarían y tratarían como a un Dios. Al llegar a tierra, Magallanes envió de nuevo a su intérprete Enrique junto a algunos otros a visitar al nuevo rey de Cebú, al que explicaron que el ruido de los cañones y morteros era sólo una señal de bienvenida y respeto hacia los nuevos pueblos.

El rey de Cebú se llamaba Rajah Humabon, les recibió amablemente, pero les explicó que desde hacía siglos cualquier nuevo pueblo que llegase a Cebú tenía que pagar un tributo para comenzar el comercio con los cebuanos. Le mostró regalos de árabes y chinos pero Magallanes, una vez más, visto que no les veía como iguales, se negó rotundamente. Su objetivo de alcanzar las Molucas se estaba desvaneciendo y parece que Magallanes ahora sólo quería reclamar esas tierras para España y sus almas para la iglesia.

Magallanes, le dijo al rey cebuano que ellos habían conquistado muchos lugares y que si los cebuanos quieren paz tendrán paz pero que si quieren guerra mañana serán destruidos. , entonces el rey cebuano, invita a los españoles a comer y les dice que necesita toda la noche para hablar con sus consejeros y tomar una decisión. A todo esto, Magallanes tenía un comodín, se había traído al Rey de Limasawa consigo para que los demás entraran en razón.

Humabón les tomó muy en serio, habiendo hablado con sus consejeros reconoció su inferioridad y dijo que esta vez en vez de pedir un tributo a los nuevos europeos sería él quién le diera tributos al gran rey de España, en señal de respeto y buscando una nueva alianza. Así fue, Magallanes y Humabon se hicieron como hermanos tras hacer el mismo ritual de sangre que en Limasawa. 

Lapu Lapu

Lapu Lapu el cacique que dio muerte a Magallanes en la batalla de Mactán el 27 de abril de 1521 

Conversión al cristianismo a los indígenas

Tras esto, Magallanes les dijo a los cebuanos que los que se convirtieran al cristianismo obtendrían un trato preferencial, así pues, muchos filipinos de Cebú se convirtieron al cristianismo tras ser bautizados.
Al cabo de un tiempo, Magallanes se canso de los indígenas que no se querían convertir al cristianismo, y dispuesto a hacer algo al respecto, envió a sus hombres a quemar aquellas aldeas que se habían mantenido reacios y rebeldes.
Así pues, algunos de sus hombres desembarcaron en la isla vecina y quemaron una aldea rebelde, esta aldea estaba en la isla de Mactán  .
Magallanes estaba demasiado confiado y creía que nadie le podía hacer daño, pronto descubriría cuán equivocado estaba. Magallanes comienza a creerse un semi-Dios y ocurre algo que lo acrecenta.  Hay una anécdota muy importante que demuestra por qué Magallanes se confió tanto: 

Resulta que un príncipe cebuano estaba muy enfermo, pero no había sido bautizado y por tanto Magallanes se negaba a atenderle. Magallanes les dijo a todos los cebuanos que si era bautizado, tras un ritual el príncipe se curaría, y que si no, Humabon podría cortarle la cabeza a Magallanes, el príncipe fue bautizado y se curó de todos los males a los pocos días, así pues, Magallanes se ganó a todos los cebuanos, que ahora lo miraban como a un semi Dios.


Muerte de Magallanes

La noticia de que Magallanes había decidido batallar contra Lapu Lapu y de que encima iban a tener que hacerlo sólo no le guto para nada a la tripulación, que por primera vez desde que llegaron a Filipinas comenzaron a dudar de su líder, dudando incluso de su salud mental. 

Primeros acercamientos con los líderes de Mactán

Uno de los dos líderes de Mactán se llamaba Sula (Datu Zula) y envió dos cabras a las tropas de Magallanes como ofrenda a través de su hijo en una barca y les explicó que la aldea que habían quemado en Mactán era del otro jefe local llamado LAPU – LAPU, y que éste estaba bastante enfadado además de que había jurado que Nunca se convertiría al Cristianismo.

Sula se encontraba en medio de dos grandes hombres  Magallanes y Lapu Lapu, y quiso intermediar entre ambos. Sin embargo, al ver que ninguno de los dos cedía tuvo que tomar una decisión: Sula quiso aliarse con Magallanes y le dijo que acabaría él mismo con Lapu Lapu si le ayudaba con un barco lleno de hombres europeos armados.

Y llega el error imperdonable, pues Magallanes rechazó dicha oferta, tal y como había rechazado la ayuda de Humabón, ahora rechazó también la ayuda de Sula. Magallanes quería demostrar que su superioridad estaba fuera de ninguna duda. Los iba a destrozar él sólo junto con sus hombres, no quería ayuda y asi partió hacia Mactán en busca de Lapu Lapu.

Elcano

Juan Sebastian Elcano tomo el mando Magallanes murió en un combate con los indígenas de las isla filipina de Mactam (1521) la expedición quedó bajo el mando, sucesivamente, de varios de sus capitanes que se disputaban el poder, mientras continuaban explorando las islas, entablando relaciones con los jefes locales y buscando denodadamente la ruta a las Molucas, finalmente, un triunvirato encabezado por Elcano se hizo con el mando de lo que quedaba de la flota, argumentando que los jefes portugueses (incluido Magallanes) habían eludido a propósito las Molucas para no perjudicar a Portugal.

Batalla de Mactán

La noticia de que Magallanes había decidido batallar contra Lapu Lapu y de que encima iban a tener que hacerlo sólo no le guto para nada a la tripulación, que por primera vez desde que llegaron a Filipinas comenzaron a dudar de su líder, dudando incluso de su salud mental. 

Juan Serrano, el capitán del Santiago, se opuso claramente a Magallanes y le dijo que su misión nunca había sido esa sino llegar a las islas de las especias y que ya habían perdido muchos hombres y por tanto la batalla sobraba. Es más, le dijo que si todos los hombres entraran en batalla entonces los barcos estarían en riesgo de ser capturados.

Incluso el geógrafo Pigafetta, que apenas había contradicho a Magallanes en todo el viaje le dijo que se estaba equivocando. Magallanes  se negó a escucharles pero sí que hizo caso en dos cosas y entonces concedió dos aspectos: No iba a llevar a todos sus hombres y ordenó que los barcos se quedaran lejos de la costa protegidos. Magallanes estaba convencido de que ganaría, y esta vez no sólo por su superioridad armamentística, sino porque realmente creía que Dios estaría de su lado.

A la media noche del 27 de abril de 1521 salieron 60 hombres en los barcos, desembarcaron lejos de Mactán a unos  800 metros para mantener a los barcos seguros. 11 hombres se quedaron en los barcos protegiéndolos mientras sólo 49 soldados fueron a batallar contra los más de 1.500 mactanienses de Lapu Lapu. Las fuerzas eran de 30 a 1.  Magallanes había dicho que sólo uno de sus hombres valía 100 de ellos y estaba a punto de conocer la verdad.

Con el agua hasta las rodillas, los europeos comenzaron a caminar por el mar hasta la costa y al acercarse vieron cómo los mactanienses enviaban 3 divisiones, 1 por cada lado y otra frontal, y al ver esto, Magallanes dividió su división en dos. Los mosqueteros y ballesteros estuvieron disparando media hora sin éxito alguno desde la distancia porque los indígenas llevaban escudos de madera. Los mactanienses enviaron entonces una lluvia de flechas de bambú sobre los soldados.

 Los soldados europeos, con armadura pesada, lograron llegar a tierra firme, encontraron un poblado semi-vacío. A toda prisa, Magallanes ordenó quemar las casas para aterrorizar a los aldeanos, según Pigafetta. 

Una de las casas incendiadas tenía a 50 hombres armados dentro, que al ver cómo la casa se quemaba, salieron a matar a los europeos, uno de los indígenas consiguió herir a un gallego en el muslo con una espada y este acabó muriendo desangrado en combate. Al verlo, los europeos quisieron vengarse y persiguieron a los nativos a los cuáles no les quedó otra que batirse en retirada. Al llegar a un cruce de caminos, en palabras de Pigafetta, de repente salieron cientos de hombres más “que cargaron contra nosotros sin piedad”, como si de una trampa se tratara.

Mientras estos hombres eran apaleados por los mactanienses tras la emboscada, Magallanes y el resto de hombres quemaron más de 20 casitas pero la lluvia de flechas era tal que hirieron al propio Magallanes en la pierna derecha. Ahora, dice Pigafetta, es cuando Magallanes se empieza a dar cuenta de la gravedad de la situación. Es aquí cuando el Capitán General ordena la retirada.

Mientras los morteros desde los barcos no podían hacer nada por estar muy lejos, los soldados europeos se baten en retirada y comienzan a recibir una lluvia de pedradas y flechas. Con esto se llevaba una hora de batalla, y ya le habían tirado el casco dos veces al mismo Magallanes, que cada vez que lo perdía tenía que recuperarlo a sablazos, junto a sus allegados. Pero los nativos sabían que él era el líder y no pararon de ir a por él con todo lo que encontraban. A veces, dice Pigafetta, le tiraban una lanza, iban de nuevo a buscar la misma lanza y se la tiraban de nuevo, a ver si había suerte.

Si Magallanes no le hubiera dicho a sus aliados que se mantuvieran aparte viendo “cómo los leones españoles peleaban” (palabras literales de Magallanes, demostradas por Pigafetta), quizás este hubiera sido el momento exacto para los más de mil nativos aliados que podrían haber entrado en combate. Pero Magallanes no lo quiso así, y ahora estaba sufriendo las consecuencias de su terquedad.
Según los Filipinos Lapu-Lapu derrotó a Magallanes en un 1 contra 1 en Mactán, Filipinas, explica Antonio Pigafetta explica datos sobre el combate.

Un indígena consiguió clavarle una lanza de bambú en la cara a Magallanes, pero este en seguida lo mató con su propia lanza, la cuál dejó en el cuerpo del nativo. Al intentar levantar su espada, se dio cuenta de que no podía, ya que también había recibido una lanza en su brazo derecho. Cuando los nativos vieron esto, todos fueron a por él. Uno de ellos consiguió herirle otra vez en su brazo izquierdo con un alfanje, que es como una cimitarra, sólo que más grande. “, 

Con esto, Magallanes se dio cuenta de que iba a morir y no paraba de mirar hacia atrás para ver si sus tropas estaban a salvo ya en los barcos. Pigafetta relata que :

Magallanes se quedó sólo contra decenas de mactanienses luchando hasta la muerte para permitir que sus tropas se salvaran.

Sin embargo, los filipinos consideran a Lapu Lapu un héroe nacional a día de hoy, porque según su versión, Lapu Lapu venció a Magallanes en un combate de uno contra uno.