Flora

La selva misionera abarcaba 2.900.000 hectáreas, lo que representaba la totalidad del territorio misionero. Con las construcciones de las rutas nacionales 12, la 14 y otras rutas provinciales se facilitó el acceso humano a casi todos los rincones de la provincia. La extracción de materia prima y el aumento poblacional junto con la expansión de las tierras usadas para el cultivo provocaron una grave disminución de la selva nativa. Actualmente, quedan unas 945 000 hectáreas, lo que representa un 35 % del territorio de Misiones. Con el fin de evitar una reducción mayor en esta área selvática, algunas organizaciones actualmente apoyan la creación de leyes forestales más rigurosas.

Flora

La vegetación misionera se presenta claramente como una formación selvática, muy densa y con especies cuyas diferentes alturas determinan estratos, donde se encuentran plantas trepadoras, epífitas (las que producen su propio alimento y usan como apoyo el tronco de otros árboles) y enredaderas. La selva misionera o monte, de alto régimen pluviométrico, prolonga en nuestro país la selva brasileña que sigue el curso del río Paraná. Presenta más de dos mil especies que crecen como en un enorme invernadero, donde la temperatura y la humedad son elevadas. Desde el suelo hasta la copa de los árboles más altos las especies se van desarrollando según sus posibilidades. En el estrato superior se encuentran los árboles de mayor altura, que pueden llegar hasta los 30 40 metros, y los de menor porte que crecen debajo de los gigantes. En el estrato intermedio se desarrollan los arbustos y en el inferior se extiende un manto de hierbas. Además hay un último estrato formado por musgos, helechos muy pequeños y las hojas que caen de los árboles.

La selva misionera,  es parte de la formación vegetal neotropical del bosque atlántico,​ compartido con Brasil y Paraguay. Es la prolongación más meridional de la selva paranaense, que hasta mediados del siglo XX abarcaba gran parte de lo que hoy son los estados brasileños de Paraná, Santa Catarina, el extremo norte de Río Grande del Sur y el este del Paraguay. La selva misionera se encuentra en el corredor verde de Misiones.​

Es una de las regiones más biodiversas de la Argentina,​ con alrededor de 3.000 especies de plantas vasculares y 500 especies de aves.​ Es el hábitat del yaguareté​ y donde se concentran la mayor cantidad de individuos en Argentina.​

La selva misionera es una selva subtropical con veranos cálidos e inviernos relativamente fríos.​ Es una formación vegetal beneficiada por suelos muy ricos en materia orgánica, mucho sol y clima cálido y perhúmedo (más de 1000 mm de precipitaciones al año). Posee una foresta densa y exuberante. En las latitudes tropicales, la selva misionera mantiene gran parte de las características de una pluvisilva tropical con zonas semejantes a la laurisilva y abundantes latifoliadas.

La selva misionera es un sumidero de carbono, concentrando 920.995 Gigagramos (Gg) de CO2.

La selva misionera ocupa actualmente un 35% del territorio de la provincia de Misiones. Hasta mediados del siglo XIX la selva cubría la totalidad de la actual provincia de Misiones. Hacia 1950 la superficie forestal autóctona en Misiones cubría 2.700.000 ha. En la década de los 90 la selva se había reducido en un 44%.

Las causas de la deforestación son la instalación de actividades agrícolas, como las plantaciones de té, tabaco y yerba mate, y las actividades de la industria maderera. La deforestación tuvo varios momentos diferentes, desde las misiones jesuíticas que buscaron instalar prácticas agrícolas y fomentaron el cultivo de la yerba mate, hasta los ideales de civilización y progreso de finales del siglo XIX que veían a la selva como un lugar inhóspito que debía ser conquistado rápidamente para su explotación económica.

Para proteger la superficie forestal existente, se sancionó la ley provincial XVI - N° 105, Ley de Ordenamiento de los Bosques Nativos, y sus decretos reglamentarios. Estos establecían a 201710​ un total de 1.200.000 hectáreas de bosque nativo que no pueden ser deforestadas, encuadrándolas en las categorías I y II de la Ley de Bosque Nativo.​ El sistema de gestión de recursos protegidos de la selva misionera cuenta con más de 100 unidades diferentes de conservación, entre parques, reservas, monumentos naturales, áreas y refugios de vida silvestre.

Guatambú (Balfourodendron riedelianum)

Este árbol, que pertenece a la familia de las Rutaceae, se localiza en Brasil, Argentina y Paraguay. Usualmente tiene un crecimiento de 1,6 metros por año, debido a lo cual puede llegar hasta los 18 metros de altura. El guatambú tiene un tronco recto, con un diámetro aproximado de 0,75 metros. La copa es globosa y está formada por hojas trifoliadas en tonos verdes. 
Es un árbol que crece en climas subtropicales. En el bosque alto, esta especie tiene una alta densidad por hectárea, a pesar de ser poco tolerante a la sequía.

La madera que se obtiene de este árbol tiene un color blanco amarillento, siendo ampliamente utilizada en la industria maderera. Se emplea, por ejemplo, en la fabricación del piso de parqué, la mueblería y la elaboración de las tablas de skate.

Palo rosa (Aspidosperma polyneuron)

El palo rosa, también llamado popularmente como peroba rosa, es un árbol nativo de Argentina, Paraguay y Brasil. En 1986, el palo rosa fue de declarado monumento natural de la provincia argentina de Misiones. Es un árbol emergente que crece aproximadamente 40 metros de altura. La copa domina sobre el resto de los árboles que lo rodean, formando así extensos y densos rodales. La floración ocurre de septiembre a noviembre, mientras que la fructificación tiene lugar durante los meses de octubre a noviembre.

La madera del Aspidosperma polyneuron es rosada oscura, con un peso de 0,7 g/cm3. Debido a su alta resistencia y fortaleza es empleada en la carpintería, en la elaboración de muebles y en la construcción. También es ampliamente utilizada en la apicultura, como una especie melífera.

Curupáy (Anadenanthera colubrina)

Este árbol, originario de Suramérica, crece rápidamente de 1 a 1,5 metros al año. Debido a esto pudiera alcanzar una altura máxima de 30 metros. Su corteza es de color gris oscuro, con numerosas espinas. Con relación a las hojas, tienen la particularidad que se doblan en la noche. La floración de esta especie ocurre de septiembre a diciembre. El curupay se distribuye en Bolivia, Argentina, Brasil, Ecuador, Perú, Paraguay y Chile. Se desarrolla en colinas rocosas cercanas a los ríos, donde el suelo se encuentre bien drenado.

La madera es utilizada para construir puertas, vigas, pisos y marcos de ventanas. En las fincas suele emplearse para construir las cercas, debido a que no son atacadas por las termitas.

Ceibo (Erythrina crista-galli)

Esta especie suramericana pertenece a la subfamilia Faboideae, encontrándose distribuida  al centro-este y al noreste de Argentina, en Bolivia, Uruguay y Paraguay. El árbol y la flor del ceibo son símbolos naturales nacionales de Uruguay y de Argentina. El ceibo o bucaré es un árbol que tiene una altura entre 5 y 10 metros, aunque pudiera alcanzar los 20 metros. Tiene una raíz pivotante, con varias nudosidades. Estas se deben a la presencia de bacterias nitrificantes que habitan en simbiosis en las raíces, donde fijan el nitrógeno absorbido. El tallo es irregular, tortuoso y leñoso, con ramas espinosas que se secan tras la floración. Las flores son rojas y se presentan en forma de inflorescencia arracimadas. Estas son completas, pentámeras y de simetría bilateral.

Flora de misiones

Flora de la provincia de Misiones
La vegetación misionera se presenta claramente como una formación selvática, muy densa y con especies cuyas diferentes alturas determinan estratos, donde se encuentran plantas trepadoras, epífitas (las que producen su propio alimento y usan como apoyo el tronco de otros árboles) y enredaderas. La selva misionera o monte, de alto régimen pluviométrico, prolonga en nuestro país la selva brasileña que sigue el curso del río Paraná. Presenta más de dos mil especies que crecen como en un enorme invernadero, donde la temperatura y la humedad son elevadas. Desde el suelo hasta la copa de los árboles más altos las especies se van desarrollando según sus posibilidades. En el estrato superior se encuentran los árboles de mayor altura, que pueden llegar hasta los 30 40 metros, y los de menor porte que crecen debajo de los gigantes. En el estrato intermedio se desarrollan los arbustos y en el inferior se extiende un manto de hierbas. Además hay un último estrato formado por musgos, helechos muy pequeños y las hojas que caen de los árboles. Entre las especies más importantes se hallan el cedro misionero, el lapacho, el timbó, el ybira-pitá, el pino Paraná o cury, el guatambú, el peteribí, el anchico, la palmera, el cedro maco, el incienso, el laurel blanco y el laurel negro, el palo rosa, la cancharana, el rabo-itá, la maría preta, la mora blanca y el urunday, entre otras. Misiones también es famosa por sus orquídeas, ya que concentra el 50% de las especies existentes en nuestro país.



Misiones y la región de las Flores

Misiones y la región de las Flores
Se encuentra ubicada en el corazón de la provincia de Misiones, más precisamente al centro oeste. A unos 100 Km. de las Cataratas del Iguazú. Está conformada por los municipios de Ruíz de Montoya, Capíovi, Puerto Rico, Garuhapé, El Alcazar, Caraguatay y Montecarlo. Cada uno de estos municipios tiene algo diferente para ofrecer; sin embargo, la naturaleza circundante y la paz son cualidades que se repiten a lo largo de la región.
En la Región de las Flores, usted podrá realizar actividades de todo tipo, dentro de las que se incluye el turismo aventura, agroturismo y ecoturismo, entre otras opciones. Cada paraje dentro de la Región de las Flores tiene algo diferente que contar y ofrecer, y podrá así conocer acerca de la cultura, las vivencias y forma de vida de cada uno de sus habitantes.



Los Estratos de la selva misionera

Las lluvias, con un promedio de 2.000 mm anuales, son provocadas por vientos procedentes del Atlántico. Los valores elevados y permanentes de temperatura y humedad relativa convierten esta área en un inmenso invernadero que reúne las condiciones esenciales para la exuberante manifestación de vida vegetal: luz, temperatura y agua.

Esta selva se caracteriza por seis estratos perfectamente identificables entre el suelo y la copa de los árboles más altos.

Si se observa la selva desde el nivel del suelo o un río, a medida que elevamos la vista van surgiendo una serie de estratos o capas de vegetación:

En el Piso de la selva se produce la acumulación de gran cantidad de hojas, ramas y troncos (en descomposición) que aporta los nutrientes necesarios para el desarrollo de líquenes, hongos y musgos.

Por debajo suele observarse el "rojizo" suelo misionero, que brinda un matiz especial al bioma selvático:

  • Estrato Herbáceo: Principalmente se destacan los helechos en esta capa de la selva, aunque se observan también plantas pequeñas, hierbas y pastos.
  • Estrato Arbustivo (sotobosque): Que posee gran cantidad de arbustos, retoños de árboles y cañas.
  • Dosel y Estrato Emergente: Resulta difícil poder separar estos estratos, ya que el dosel está conformado por árboles medianos que "compiten" por captar la mayor parte de energía lumínica, entrelazándose de sobremanera, con alturas del orden de los 12 y 20 metros. A este estrato también se lo conoce como "techo de la selva". Aquí suelen aparecer de vez en vez, árboles que superan los 30 o 40 metros de altura que constituyen el estrato emergente de la selva.

Es necesario destacar que existen especies de árboles de menor porte (entre 3 y 10 metros) o especies más jóvenes de los emergentes, que constituyen una capa intermedia entre el dosel y el estrato arbustivo.Bosque

Entre los árboles que alcanzan el estrato emergente se destacan: 

  • Lapacho Negro (Tabebuta ipé): Es un árbol que alcanza 30 metros de altura y un diámetro máximo de 1,50 metros, flores de color rosado y una madera muy codiciada, dura, pesada, de color amarillo verdoso.
  • Cedro Misionero (Cedrella tubiflora): Alcanza dimensiones similares al anterior y tiene una madera color castaño claro a rojizo.
  • Petiribí o Loro Negro (Cordia trichotoma): Desarrolla hasta 18-20 metros de altura, con fuste recto y largo.
  • Caña Fístola (Peltophorum dubium): Árbol que alcanza dimensiones impresionantes, hasta 35 metros de altura y diámetros entre 1,5 y 2 metros. En primavera y otoño, se cubre de hermosas flores de un color amarillo dorado.
  • Cancharana (Cabralea ablongifoliola): Es también un árbol muy alto que puede superar los 35 metros y con un diámetro de hasta 1,5 m. La madera tiene un veteado muy pronunciado y un suave brillo castaño oscuro con tendencia al rojizo.
  • Guatambú Blanco (Balfourodendron riedelianum): Está entre los más altos y pertenece por eso al estrato superior de los grupos arbóreos; se usa también en la confección de muebles de alta calidad. Es de porte esbelto, llega hasta los 25 metros de altura y los 0,80 metros de diámetro. La madera es clara, blanco crema uniforme.
  • Pino Paraná (Araucaria angustifolia): En realidad es una araucaria y  se han encontrado ejemplares de más de 200 años.El verdadero coloso de la selva misionera con alturas de 25 a 40 metros y diámetros entre 0,60 a 1,50 metro. La copa tiene una particular forma de parasol, por lo que es fácil identificarlo entre las restantes especies. Es la única especie nativa promocionada para forestaciones. Fue declarado Monumento Natural Provincial por la Ley 2.380 en 1986, por lo que está prohibida su extracción.
  • Timbó (Enterolobium contortisiliquum: Es un árbol de 10 a 20 metros de altura y hasta 2 metros de diámetro, tiene una madera blanda y liviana.
  • Palo Rosa (Aspidosperma polyneuron): Muchos lo llaman "el gigante de las selvas del Iguazú"; tiene una madera dura, muy apta para todo trabajo de carpintería en general., es un árbol de características extraordinarias, ya que alcanza la mayor talla de la selva misionera, con individuos registrados de 42 metros de altura, con fuste recto de 20 a 30 metros y diámetros máximos de 1,60 m. En la actualidad es escasa su existencia en el Parque Nacional Iguazú, por lo que también fue declarado Monumento Natural Provincial, junto con la Araucaria.
  • Incienso (Myrocarpus frondosus) Alcanza en la selva alturas de hasta 20 metros y diámetros de 1 metro. Por la calidad de su madera, reemplaza al nogal europeo en la fabricación de escritorios y muebles enchapados.
  • Palmito (Euterpe edulis): Es la palmácea más esbelta de la selva misionera, se eleva entre los 20 a 30 metros y culmina en un penacho de hojas pinadas de intenso color verde. También en su copa alberga una inflorescencia amarillenta en forma de panoja, de unos 60 a 80 centímetros, que origina abundantes frutos parecidos a las aceitunas, de color negro violáceo, con escasa pulpa dulzona, muy buscados por los animales de la selva. La parte comprendida entre el ápice de la palmera y el lugar de inserción de las inflorescencias encierra un cogollo muy codiciado por su exquisito sabor, denominado palmito. Esta virtud justamente llevó la especie al borde de la exterminación, ya que extraer ese cogollo produce la irremediable muerte de la palmera. En la actualidad, 5.000 hectáreas del área de palmitos se encuentran bajo régimen de protección creado por el Decreto 557/92.

Entre las especies de menor altura encontramos el guatambú blanco, el laurel y la cancharana. muchos de ellos aparecen con sus troncos cubiertos por plantas epifitas y trepadoras. También hay pindóes, palmeras de 20 metros de alto y con una copa que termina en un penacho de hojas en forma de pluma. En el otro estrato se encuentran los arbustos, como el tacuarembó y el tacuaruzá, que forman grupos muy cerrados de cañas de 20 a 30 metros de altura. orquídeas, helechos, claveles del aire y caraguatá completan la impresionante espesura de esta verdadera selva.


arboles de misiones

Estratos de vegetación en la selva misionera

Estratos de vegetación en la selva misionera

  1. Estrato de los árboles gigantes o emergentes Entre ellos se cuentan el guatambú blanco, el laurel negro y la cancharana, además de algunos representantes de la familia de las leguminosas, como el incienso, el ivirá pita y el rabo molle, con más de 30 m de altura.
  2. Estrato de los Arboles Grandes y 3. Estrato de los Medianos Uno de los miembros más espectaculares de estos estratos es el timbo o pacará (oreja negra), de gran altura y grosor, mientras entre los más llamativos destaca el guapoy. Este último estrangula y asfixia a otro árbol, el cual le sirve de soporte y del cual vive en forma parásita; al final, los restos del árbol original quedan dentro del guapoy, que luego alcanza alturas de más de 20 m y desarrolla una gran copa. Otras especies de menor tamaño, pero que se confunden en el estrato de los emergentes, son la palmera pindó, el aguay, el laurel amarillo y, en menor grado, el petiribí.
  3. Estrato Intermedio Lo constituyen básicamente los renovales de árboles pertenecientes a los estratos superiores, los helechos arborescentes típicos de regiones tropicales y los arbolitos de frutas carnosas.
  4. Estrato Arbustivo y 6. Estrato Herbáceo Estos dos últimos se desarrollan en un ambiente de penumbra creado por los estratos superiores, con una gran cantidad de helechos y arbustos entre los que destaca la ortiga brava, una especie de hojas de gran tamaño y urticante al tacto. Además se hallan diseminados en toda el área inmensos e impenetrables cañaverales de 20 a 30 m de altura, con especies como el tacuarembó y el tacuaruzú. Sobre los troncos de árboles grandes y entre los de arbustos y renovales crecen plantas epífitas y varias especies de orquídeas, helechos y bromeliáceas, que incluyen claveles del aire y el caraguatá También son abundantes los gúembés y algunas cactáceas, como el rhipsalis