Turismo en Argentina Provincia de Mendoza
 
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Relieve
Parque Nacional Aconcagua
 

 

 

Aconcagua, el cerro más alto de América y uno de los más altos del mundo

 

 

 

Aconcagua
 

 

Valle Grande en San Rafaél

 

 

 

 

 

 

Río serrano

 

 

 

Club Mendoza de Regata

 

 

 

Valle de Uspallata

 

 

 

Zona de Las Cuevas

 

 

 

Lago en el Carrilal

 

El norte de la provincia de Mendoza, territorio con paisajes de notables contrastes. Hay montañas, travesías y oasis, siendo los dos primeros formaciones naturales y el último, una creación del hombre.
AI centro de este territorio se encuentran serranías medianas, como el islote montañoso del bloque de San Rafael, que es cortado por los dos ríos en profundos cañones. El más bello eimportante es el del Atuel, aprovechado para el gran Embalse Dique El Nihuil y otras presas que generan gran parte de la energía hidroeléctrica de Cuyo. El núcleo del bloque de San Rafael es la sierra Pintada (con un importantísimo yacimiento de uranio), que se prolonga hacia el sur en erosionadas huayquerías solitarias (huayquería= lomas arcillosas fácilmente erosionables).
Entre estas serranías y el pie de los Andes la tierra se deprime en una extensa cubeta, rellenada por arenas erosionadas de las montañas que llegan arrastradas por el agua y el viento. A esta depresión confluyen algunos cursos de agua que quedan aprisionados y forman la vasta cuenca lacustre de Llancanelo (Reserva Faunística Provincial), con bañados y salinas enormes, donde habita una extraordinaria fauna acuática. El subsuelo es un gran reservorio de agua, aún no explotado. Al sur, esta cubeta está cerrada por la altiplanicie del Payén -o La Payunia-, meseta de tipo patagónico, esteparia y cubierta por escoriales, cuyas ondulaciones rematan en volcanes solitarios, como el volcán Payún Matrú (3.860 m.s.n.m.). Según vulcanólogos, esta es una de las áreas con más densidad de campos piroclásticos de Sudamérica (piroclasto = material volcánico sólido y fragmentado que es despedido al afire durante y después de una erupción).
AI oeste, se levanta el espectacular relieve andino, con la cordillera Principal que extiende generosamente sus estribaciones, surcadas por cientos de cursos de agua, El basamento cordillerano es de duras rocas toba y basálticas, pero está cubierta por estratos sedimentarios marinos y continentales, anteriores al gran plegamiento que formó los Andes. En las márgenes de los ríos y en los caminos cordilleranos pueden encontrarse fácilmente restos fosilizados de organismos de aquellas eras, en que este territorio primeramente fue fondo oceánico y, más tarde, pantano boscoso.

 
 

Al sur del río Diamante cambia sus características, aumentando su ancho pero disminuyendo sus alturas, que raramente superan los 5.000 m.s.n.m..
Junto a la frontera con Chile se encuentran glaciares, volcanes y lagunas, en paisajes fabulosos que hasta hace poco más de un siglo fueron escenario de correrías pehuenches y, hoy, se abren al más fascinante turismo de aventura.
De los 33 pasos que abre la cordillera en esta zona, el Paso Pehuenche, dominado por el Cerro Campanario (4.049 m.s.n.m.), es el camino internacional que lleva hacia Talca, en Chile. Ha sido habilitado para tránsito en temporada de verano y aún no time pavimento.

 
 

De los cuatro grandes ríos que surcan esta Zona, Diamante, Atuel, Grande y Barrancas, los dos primeros desembocan con deltas en el Desaguadero Salado, que no tiene salida oceánica y es consumido por la árida planicie.
El Río Grande es el más caudaloso de los ríos cordilleranos del país, al norte del paralelo 37. Su caudal promedio, de 120 m3/seg, se equipara con el total de los otros grandes ríos mendocinos; pero en épocas de deshielo aumenta, alcanzando crecidas de hasta 1.500 m3/seg. Corre de norte a sur entre los cordones andinos captando más de 50 afluentes, desemboca en el río Barrancas, límite sur de la provincia, y es afluente del río Colorado, que llega al Atlántico. El territorio, recorrido por estos tres grandes ríos, aun poco conocido turísticamente, es el borde de otra fascinante Argentina: la Patagonia.

 
 

Ocupan la mitad oeste de la zona, con cordones longitudinales de distintos orígenes y características que forman un dominio común. Al poniente se desarrolla la Cordillera de los Andes, que en esta latitud corresponde a los Andes Aridos, formados por la Cordillera Principal o del Límite y la Cordillera Frontal. La primera, de mayor altura y continuidad, tiene escurrimientos fluviales hacia ambas vertientes, es divisoria de aguas y ha sido tomada como referencia limítrofe entre Chile y Argentina. 
Se la franquea por altos pasos de más de 3.000 m.s.n.m., que en invierno son bloqueados intermitentemente por las nevadas. En esta zona hay más de 17 pasos, pero sólo dos están habilitados con oficinas de migraciones en destacamentos de Gendarmería Nacional.  
Las Cuevas (a 3.832 m.s.n.m) es un excelente camino internacional a Chile, que atraviesa la frontera por un túnel. Piuquenes (a 4.030 m.s.n.m.) Una ruta lleva hasta el Portezuelo Argentino, a 25 km de la frontera, desde donde se extiende un camino de tierra. Es ideal para trekking. Los restantes pasos son controlados por la fracción orgánica de Gendarmería más próximos a los mismos y son arrieros que llevan sus ganados a los valles altos de veranada.
Esta cordillera impresiona por sus altísimas cumbres (cerro Aconcagua 6.959 m); Tupungato, 6.800 m; Maipo, 5.323 m), con glaciares y ventisqueros donde se forman caudalosos ríos que sustentan los fértiles oasis en las tierras bajas.
Debido a la sequedad del aire sólo hay acumulaciones persistentes de hielo y nieve en alturas superiores a los 5.000 m. Por debajo, predominan laderas y valles cubiertos por gigantes acarreos de material suelto (argayos), disgregados por efecto de los violentos contrastes de temperatura.
Extraordinario para cacería fotográfica es el Parque Nacional Aconcagua, de 71.000 ha, con fondo de fabulosos glaciares y un cielo limpio y azul.
Al pie de la Cordillera Frontal (cordillera del Tigre y cordón del Plata) se extienden los valles de Uspallata y de Uco, cuyas fértiles tierras surcadas por ríos cordilleranos sustentan oasis agrícolas y ganadería. Esta actividad se caracteriza por el traslado de los animales a distintos valles según la estación: la invernada se realiza en los valles bajos y la inveranada en los a altos, aprovechando las pasturas que abundan en vegas alimentadas por deshielos

 
 

Se prolonga al norte en los valles de Calingasta e Iglesia, y tiene un buen camino consolidado que recorre magníficos paisajes. Por allí pasaba el Camino del Inca.

 
 

Alcanza hacia el sur hasta los bañados de Malargúe, ocupando la larga franja de la Depresión de los Huarpes. En su sector norte se encuentra el oasis de Tupungato, Tunuyán y San Carlos, con varios núcleos urbanos a infraestructura turística.
Ambos valles se cierran al este por formaciones montañosas paralelas a la cordillera, el cordón de Paramillos, que aisla a Uspallata, y la cerrillada Pedemontana, baja, con bordes erosionados en características huayquerías que limitan al valle de Uco. Estas geografías son usualmente recorridas por motocross y vehículos 4x4.

 
 

Esta región se presenta en su totalidad cubriendo la superficie del departamento de malargüe, más de 41.000 km2 se ubica al sur de la provincia, formando un conjunto de mesetas y planicies elevadas de origen volcánico.

Recibe su nombre del volcán Payún, que se eleva a 3.680 metros sobre el nivel del mar. Es una región extensa, donde confluyen elementos de la planicie y de la montaña, que permiten el desarrollo de algunas importantes actividades económicas como la minería, la ganadería y, en menor medida, la agricultura, limitada por las condiciones climáticas. La zona tiene un predominio de formas de origen volcánico. Se presentan cuencas cerradas, depresiones, salinas y médanos, con afloramientos de coladas basálticas y escasa vegetación.

 
 

Son llanuras áridas que ocupan la mitad este de la Zona y forman parte de las vastas planicies cuyanas. Sus características sedimentarias parecen haber dado origen al nombre cuyanas (arenal). La vegetación natural es rala, xerófila, achaparrada y espinosa. Predominan la jarilla y chilca, con algarrobos, breas y chañares aislados. Notables reservas ecológicas de bosques autóctonos son Ñancuñan (Santa Rosa) y Telteca (Lavalle). La fauna característica es de zorros, liebres, comadrejas, armadillos, pichiciegos, cuises y lagartos. En las antiguas lagunas y esteros habitan aves acuáticas, como patos maiceros, gallinetas y garzas. Las travesías de esta zona están surcadas por los ríos cordilleranos Mendoza y Tunuyán, que cuando llegan a la planicie alcanzan bastante proximidad (unos 20 km), para luego abrirse y alejarse en distintos rumbos: el río Mendoza hacia las lagunas de Guanacache (hoy case inexistentes) y el Tunuyan hacia el río Desaguadero. En el sector fluvial piedemontano se concentra el mayor de los oasis país, cuyo principal centro es la ciudad de Mendoza.

 
Oasis
 

La ciudad de Mendoza está a la vanguardia en el urbanismo de zonas áridas. Es cabeza de serie de un tipo urbano regional, que cambia su microclima por medio de un original sistema de acequias urbanas y arboledas.

 
 
       

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