Roque Saenz Peña

Presidencia de Roque Sáenz Peña 1910-1914

Días antes de asumir la presidencia, Sáenz Peña se encontró con el presidente Figueroa Alcorta y con el líder de la oposición, Hipólito Yrigoyen. En esta última entrevista el líder radical se comprometió a abandonar la vía revolucionaria, y Sáenz Peña a promulgar una ley electoral que modernizara los comicios e impidiera el fraude electoral. Yrigoyen pidió la intervención de las provincias para impedir que sus gobernadores interfirieran con dicho proceso, Sáenz Peña se negó pero permitió que el radicalismo formara parte del gobierno.

Características de la presidencia de Roque Sáenz Peña (1910-1914)

Luego que el general Julio A. Roca frustrara su candidatura presidencial en 1892 , Roque Sáenz Peña tuvo una segunda oportunidad en 1910 . Con el respaldo del presidente Figueroa Alcorta, ni siquiera necesitó dejar su cargo de diplomático en Roma para triunfar cómodamente en unos comicios que los sabía seguros.

Aunque llego a ser presidente gracias al vicioso sistema electoral, Sáenz Peña era el líder de un grupo de la elite dispuesto a realizar un abanico de reformas políticas. Al menos eso era lo que le había prometido a Hipólito Yrigoyen, dirigente máximo de la U:C:R. en una entrevista realizada pocos días después de su regreso a Europa.

Roque Sáenz Peña se encontraba en Italia cuando a mediados de 1909 , se entero que su nombre había sido lanzado como candidato a presidente por la Unión Nacional . Las elecciones se realizaron el día 12 de abril de 1910  y Manuel M de Iriondo . Los colegios electorales se reunieron el 12 de junio. Tres días después el Congreso lo consagró presidente por 264 votos de los 265 electores votantes y asumió la magistratura el 12 de octubre de 1910.

La muerte del Presidente Manuel Quintana en 1906 fue el principio del fin del régimen político instaurado por Julio Argentino Roca en 1880, en el que el sufragio era público o "cantado", garantizando la preponderancia del Partido Autonomista Nacional. La oposición moderada dentro del propio partido acabó erosionando su mayoría legislativa. En pocos meses, tanto Bartolomé Mitre como Carlos Pellegrini habían muerto también. El presidente  José Figueroa Alcorta ya había desafiado a Roca mediante la firma de la ley de derecho laboral del congresista Alfredo Palacios en 1909. Ese mismo año, dio la estocada final al régimen nominando candidato del partido al líder reformista  Roque Sáenz Peña.

Otros conservadores prominentes, como  Antonio Bermejo también el editor de La Nación Emilio Mitre y el gobernador de Buenos Aires Marcelino Ugarte y Manuel M de Iriondo presentaron candidaturas simbólicas. Sáenz Peña, que era el embajador en Italia y no hizo campaña, fue elegido casi por unanimidad. Inmediatamente inició las negociaciones con el exiliado líder de la Unión Cívica Radical, Hipólito Yrigoyen, que se encontraba en Roma, para instaurar un régimen democrático en el país, teniendo que luchar contra un congreso aún conservador. El 10 de febrero de 1912, fue aprobada por estrecho margen la Ley 8.871 (conocida como Ley Sáenz Peña) que garantizaba el sufragio universal masculino, directo y secreto, poniendo fin al régimen del PAN.

Su política  fue objeto de una intensa presión por parte del radicalismo . a mediados de 1910 Hipólito Yrigoyen se reunio con el primer mandatario para recordarle sus promesas de democratizar el sistema electoral.

La caída de Roca

La llegada de Roque Sáenz Peña a la presidencia marco la derrota definitiva de Julio A. Roca que había sido el hombre más poderoso de la política Argentina desde 1880. La decadencia de su influencia comenzó en 1904 cuando el presidente Quintana se negó a ser instrumento de su lucha contra Carlos Pellegrini . Luego el presidente Figueroa Alcorta se encargó de desarticular la máquina roquista en las provincias y de neutralizar a sus aliados en la Capital Fedral.

Roque Sáenz Peña

Roque Sáenz Peña asumió la presidencia de la República el Día de la Raza, con Victorino de la Plaza como vicepresidente.



Caricatura de la caida de Julio A. Roca
Caricatura de la caida de Julio A. Roca
Con la llegada de Roque Sáenz Peña a la presidencia marco la derrota definitiva de Julio A. Roca que había sido el hombre más poderoso de la política Argentina desde 1880.


El grito de Alcorta

El, 25 de Junio de 1912 ,2.000 agricultores reunidos en Alcorta, un pueblo santafesino, decidieron ir a la huelga en reclamo de una rebaja de los cánones de arriendo. Se enfrentaron a los grandes propietarios de tierras y a la mayor institución que nucleaba a los terratenientes: la Sociedad Rural Argentina.
Pronto, el conflicto se extendió a toda el área cerealera , que paralizó sus actividades durante dos meses. El cese de actividades comenzó a afectar seriamente a las exportaciones. Para nuclear a los chacareros en conflicto, se fundó la Federación Agraria Argentina, presidida por Francisco Netri.

En muchos casos se negociaron rebajas individuales de los arriendos, que no siempre fueron cumplidas por los propietarios. Entre tanto, el Gobierno hacía oídos sordos a los reclamos de los chacareros , al mes y medio de iniciada la huelga, los terratenientes tuvieron que ceder e iniciar negociaciones

Las cifras del campo

La producción lechera, básicamente concentrada en el Litoral y con un fuerte componente cooperativista, cubrió sin problemas el mercado interno. Igual avance mostró la industria de la alimentación en general que, en 1913, ya contaba con 18.983 establecimientos, que empleaban 57.764 personas, entre obreros y empleados.
En 1906, la Argentina contaba con un stock ganadero excepcional. 80 millones de lanares, 21 millones de vacunos, 5 millones de caballos, 600. 000 cerdos y 3 millones de cabras . Los registros genealógicos establecidos por el Gobierno permitieron un refinamiento del ganado más ordenado.

En 1916, el Flock Book, registro de ovinos, contaba con 8 razas y 25.258 animales inscriptos. La agricultura amplió el área de los cultivos, de las 4.892.000 hectáreas cultivadas en 1895 se convirtieron en más de 19 millones en 1910

La situación del campo

En la zona cerealera que abarca las tierras más fértiles del sur de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos y el norte de Buenos Aires , dominaban las explotaciones pequeños y medianos arrendatarios. En 1906, la Argentina contaba con un stock ganadero excepcional. 80 millones de lanares, 21a la prosperidad económica reinante en ese momento, su posición resultaba muy vulnerable.
Dependían del clima, de los precios del mercado exterior, de los acopiadores e intermediarios locales y de los propietarios que tenían a su favor contratos leoninos. La mala cosecha de 1911 y la baja de precios de 1912 llevó a los arrendatarios al borde de la quiebra y de la amenaza de un iniminente desalojo. Para miles de hombres de campo, la situación se volvió angustiosa.

El sistema de explotación se basaba en incorporar poco a poco a la producción nuevas tierras bajo el sistema de arriendo. Pero hacia 1910, ya estaba en explotación la totalidad de las tierras disponibles. Los arrendatarios enfrentaban grandes dificultades , el encarecimiento de los arrendamientos profundizó la crisis, entonces la incorporación de nueva tecnología (molinos , tractores, etc.) se volvió imposible.

La exportación de vacunos modificó la agricultura. Para mejorarla calidad de los ganados fue necesario disponer de praderas sembradas con alfalfa, cultivo forrajero para alimentar a los animales. Se extendió así el sistema de cultivos combinados: se sembraba un año lino; otro, trigo y el siguiente, alfalfa. Los terratenientes bonaerenses ampliaron las áreas con alfalfa mediante el sistema de arriendos. La crisis de los agricultores comprometió también a los comerciantes de la campaña, proveedores de los insumos y bienes de consumo y también del dinero que le adelantaban al arrendatario para pagar los gastos de la cosecha.

La voz del gobierno

Carlos de Lahitte , ministro de Agricultura, sintetizó la postura de los terratenientes:

"En cuanto al caso ocurrente entre los arrendatarios, aparceros y terratenientes, creo que todo cuanto se refiere a cumplimiento, reconsideración y modificación de contratos preexistentes, puede y debe ser resuelto por los mismos contratantes, porque no puede haber poder alguno que pueda sobreponerse a lo que las partes han acordado ilegalmente'. los arrendatarios y aparceros han formado una colectividad incidental para un fin único: la rebaja del arrendamiento , por otra parte, los terratenientes están dispuestos, en general, a acordar la rebaja solicitada . Los arrendamientos que se pagan actualmente, equivalen a un interés que varía de 4 ½ a 6 ½ % sobre el valor venal de la tierra; no es, por cierto, un interés elevado, y el que tiene su capital invertido en esa forma, puede afirmar que cualquier otro negocio le daría una renta más elevada". 
La Nación (miércoles 17 de julio de 1912).

La voz de los arrendatarios

"La Sociedad Cosmopolita de Firmat, recientemente fundada, aconseja a los colonos de toda la República que pongan de su parte todo lo posible para formar subcomisiones con el objeto de poder conseguir que se rebajen los alquileres de los campos, para lo cual se acordó las siguientes condiciones:
No pagar más por cuadra que un máximo de veinte pesos.
Para los que [contraten] al tanto por ciento, no dar más que el 25%, siempre que no disten más de dos leguas de estación ferrocarrilera y, para mayor distancia, el 20%. El comercio nos secundará con su adhesión no dando libretas al colono que pague más de lo estipulado, conforme está dicho arriba. Con los precios fijados a pagar por las tierras de aquí en adelante, los colonos podrán acumular cada año cierta cantidad para hacer frente a las malas épocas. Pero si seguimos pagando los alquileres excesivos que hoy se están pagando, nos será imposible reunir un solo peso por más años buenos que vengan"
.
La comisión (marzo de 1912)

Nota de la Nación del 8 de Julio de 1912

Unámonos, pues en una acción conjunta y como los agricultores de Alcorta, Bigand, Alvarez, Firmat y otros puntos, solicitemos a los señores dueños de campos una rebaja a los altos alquileres que hoy se pagan para tener siquiera derecho a vivir sin el pesado cargo de la deuda que han hipotecado nuestro porvenir y el de nuestros hijos..."

El grito de Alcorta

Para 1912 la oligarquía terrateniente ya se había consolidado y habiéndose repartido las mejores tierras a punta de fusil, se entregaron parcelas a los primeros chacareros. Los dueños de la tierra buscaban extender el cultivo de cereales y preparar sus campos para el ganado de exportación, explotando a peones y colonos. La mayoría de los 75 mil chacareros que poblaban en esos años la pampa eran medieros, aparceros o arrendatarios, que temían ser expulsados de las chacras.
Las causas de la rebelión pueden vislumbrarse en cosechas y deudas acarreadas desde años anteriores. Las cosechas de 1911 habían sido pésimas; los arrendatarios, endeudados con los dueños de las tierras, se habían visto afectados con la crisis de 1910, la baja de los precios del maíz y el trigo y el aumento de los arriendos que en algunos casos llegaba a más del 45%.
A pesar de que la cosecha de 1912 resulto satisfactoria, los márgenes fueron insignificantes luego de pagar las deudas contraídas y el resto de las obligaciones habituales.  



Francisco Netri

Francisco Netri comenzó a ejercer su profesión en Italia y luego emigró a la Argentina con dos hermanos sacerdotes, Pascual y José, radicándose en la provincia de Santa Fe. En esa provincia comenzó en 1912 un movimiento de protesta de chacareros arrendatarios persiguiendo una rebaja de los alquileres que se conoce como Grito de Alcorta porque tuvo como epicentro la ciudad santafecina de ese nombre. Posteriormente se agregaron otros reclamos y ello dio origen a la Federación Agraria Argentina, entidad a la que también adhirieron pequeños propietarios y que recibió el apoyo del gobierno radical de la provincia de Santa Fe.



Primer reunion de la Federación Agraria Argentina

Primer reunion de la Federación Agraria Argentina donde su primer presidente fue Antonio Noguera, en tanto que el abogado Francisco Netri, líder del Grito de Alcorta, fue quien inspiró su creación.




Reunión de chacareros en Santa Fé durante el grito de Acorta

La ley electoral

Las leyes de enrolamiento general y de padrón militar aprobadas en 1911 fueron el primer paso de la reforma de la legislación electoral encarada por Roque Sáenz Peña e Indalecio Gómez, ministro del Interior. En 1912, el Congreso aprobó la Ley General de Elecciones, número 8871, conocida popularmente como Ley Sáenz Peña, que introducía la obligatoriedad y el secreto del voto. Con estas reformas, el presidente esperaba modificar las viciadas prácticas electorales del llamado "sistema uninominal" imperante y hacer realidad la universalidad y transparencia del sufragio. La Argentina dio un ,paso decisivo hacia una mayor democratización.

El enrolamiento quedó a cargo del Ministerio de Guerra y el Poder Judicial fue responsabilizado de determinar las condiciones que debía reunir un ciudadano, En febrero de 1912 se dio un paso decisivo en la reforma electoral. Entre otros detalles, el Gobierno estableció el carácter obligatorio y secreto del sufragio. La prensa siguió paso a paso la discusión de la reforma.
Antes de la reforma de Sáenz Peña era muy común la compra de votos , Cayetano Gangui era el dueño de un almacén en Flores, pueblo donde veraneaban políticos como Roca y Pellegrini, se convirtió en un «comprador de votos" y, con el tiempo, en caudillo o "puntero" barrial (arriba, un cartel conservador). La opinión pública acogió con simpatía los proyectos de reforma electoral. La Comisión de Asuntos Constitucionales presidido por Indalecio Gómez, ministro del Interior, estudió durante tres meses los proyectos de reforma. El 20 de diciembre de 1911, el proyecto de reforma electoral fue aprobado en la Cámara de Diputados y pasó a la de Senadores, donde hubo mayor oposición (arriba, a la espera de los resultados).

El sistema unimodal

En 1902, la reforma Roca-González impuso el sistema "uninominal por circunscripción". Cada provincia dividí a su territorio en tantas circunscripciones como diputados mandaba al Congreso. Cada circunscripción elegía un solo diputado.

Según Joaquín V. González, este sistema facilitaría una mayor participación y la presencia de diputados por diferentes partidos. El proyecto permitía el voto de los extranjeros sin necesidad de naturalizarse. El sistema uninominal se legitimaba por el supuesto contacto cara a cara entre electores y elegidos, dado que, al ser de una misma circunscripción, el conocimiento personal era prácticamente inevitable. Pero no fue así, sino que les dio un inesperado poder a los pequeños "punteros" electorales.

El momento de las urnas  

Junto con las leyes que modificaron el régimen de sufragio, el presidente Roque Sáenz Peña se preparó para impedir la manipulación oficial de los comicios. A los preocupados gobernadores les recomendaba que, en vez de mover los hilos de la «política criolla", se dedicaran a formar un partido moderno y de ideas, capaz de ganar en elecciones limpias. El 7 de abril de 1912 se realizaron elecciones para diputados.
En la Capital Federal y la provincia de Santa Fe, se impuso la Unión Cívica Radical. En 1913, la Capital debía elegir un senador y tres diputados. Esta vez, resultó ganador el Partido Socialista, secundado por el radicalismo. Podía adivinarse la llegada de nuevos tiempos. El 18 de marzo de 1912, el Comité Nacional de la Union Civica Radical decidió postergar la decisión de intervenir en las elecciones para diputados nacionales hasta la realización de los comicios de Santa Fe el 31 de ese mes .

En la Capital, el 30 de marzo de 1913, en elecciones complementarias para senador nacional, se impuso el socialista Del Valle Iberlucea Las elecciones en Santa Fe se celebraron después de un año de intervención a la provincia. Fueron las primeras realizadas según a nueva ley electoral. El radicalismo, que (sin la aprobación de Yrigoyen) se presentó con la fórmula Menchaca-Caballero, obtuvo 25.000 votos y la Liga del Sur, liderada por Lisandro de la Torre 17.000. El 9 de mayo, el interventor Anacleto Gil entregó el mando a Manuel Menchaca que de esta manera se convirtió en el primer gobernador radical.

El 7 de abril de 1912, en la Capital Federal, se aplicó la Ley Sáenz Peña para la elección de diputados nacionales. Fueron electos 8 radicales, 2 socialistas (Juan B. Justo y Alfredo Palacios) y 2 representantes independientes.

Caricatura de Ramón Columba alusiva a la entrevista del Presidente Sáenz Peña con Yrigoyen.

Caricatura de Ramón Columba alusiva a la entrevista del Presidente Sáenz Peña con Yrigoyen.



Voto secreto y obligatorio en 1912

El 13 de febrero, el PEN sancionó la nueva ley electoral, según el proyecto del presidente Roque Saénz Peña, modificado y aprobado por el Congreso de la Nación, el voto sera universal, secreto y obligatorio para hombres mayores de edad.



La enfermedad de Sáenz Peña

Desde el momento de la asunción de Roque Sáenz Peña como presidente, su salud no era buena, pero la misma empeoró sensiblemente a partir del año 1913. La versión que circulaba en la época era que el presidente sufría las consecuencias neurológica de una sífilis que se habría contagiado durante la Guerra del Pacífico.​ Varias veces debió solicitar licencia. Sáenz Peña fue el único presidente que vivió en la Casa Rosada a causa de su sensible salud que le impedía trasladarse con su carreta desde su hogar. Adoptó un sector como su vivienda e hizo poner calefacción, alfombras, sillas mecedoras y vitraux.

En octubre de 1913 se había visto obligado a delegar el mando en el vicepresidente Victorino de la Plaza. Falleció cuando se preparaba a reasumir el gobierno, el 9 de agosto de 1914.

Hasta último momento siguió creyendo que la élite política conservadora era la única realmente capaz de gobernar. Por eso les recomendó con insistencia que formaran un verdadero partido moderno, organizado, permanente y programático, con el cual poder enfrentar con éxito los comicios de 1916. Sus interlocutores, menos optimistas, nunca lo escucharon. Su fallecimiento inquietó a la Unión Cívica Radical y al Partido Socialista, temerosos de que la prometida reforma electoral se frustrara ya que su sucesor, De la Plaza, no les inspiraba confianza.


Sepelio de Roque Saenz Peña

Desde el momento de la asunción de Roque Sáenz Peña como presidente, su salud no era buena, pero la misma empeoró sensiblemente a partir del año 1913. La versión que circulaba en la época era que el presidente sufría las consecuencias neurológica de una sífilis que se habría contagiado durante la Guerra del Pacífico. Varias veces debió solicitar licencia. Saenz Peña fue el único presidente que vivió en la Casa Rosada a causa de su sensible salud que le impedía trasladarse con su carreta desde su hogar. Adoptó un sector como su vivienda e hizo poner calefacción, alfombras, sillas mecedoras y vitraux. Finalmente, delegó el mando presidencial a su vicepresidente Victorino de la Plaza. Murió el 9 de agosto de 1914, dos años antes de terminar su mandato, y fue enterrado al día siguiente en el Cementerio de la Recoleta en Buenos Aires.