Como otros barrios vecinos, en sus comienzos Villa Santa Rita, era un conjunto de quintas, alfalfares, tambos y hornos de ladrillo. Se fue formando este barrio en los terrenos de una chacra de 120 hectáreas que pertenecían a la familia Garmendia. Hubo otras chacras y quintas cuyos terrenos se fueron loteando sucesivamente. En una de ellas se exhibía en el frente la imagen de Santa Rita de Casia, religiosa italiana , de la orden agustiniana cuya vida fue un ejemplo de humildad y caridad. En el interior de esa chacra había un oratorio que día a día era más visitado debido a la presencia de la Santa, tan venerada y reconocida como la " Santa de los Imposibles". Fue ella la que le dio el nombre al barrio.

Poco a poco la zona fue perdiendo el aspecto rural ya que los terrenos fueron comprados en cuotas y a largo plazo por los obreros de las fábricas del lugar, que al principio constuían casas muy humildes de adobe con cuartitos hechos con latas de kerosene, luego fueron mejorando y se levantaron modestas barriadas obreras alrededor de industrias insalubres. Las calles no tenían veredas y los días de lluvia constituían un verdadero peligro sobre todo para la gente de edad.

Solo los "breaks’ o carros tirados por uno o dos caballos constituían su medio de transporte por esas calles tan llenas de barro y de miseria.