Es un barrio pequeño en sus dimensiones y que conserva un perfil bajo dentro de la ciudad. Sus casas son modestas, pocas veces tienen más de una nivel, posee el contraste de algunas torres pero en general no ofrece relieves destacados.

Es muy lamentable el hecho de que este barrio no cuente con ninguna plaza, ningún espacio verde, a pesar de haber tenido gran cantidad de terrenos baldíos durante tanto tiempo. Aquí se aprecia muy bien el déficit que tiene Buenos Aires, por debajo de los mínimos establecidos por la Organización Mundial de la Salud que tendrían que ser de 10 metros cuadrados de espacios verdes por habitante, mientras que posee solo 1,88.

Debido a esta carencia y como para compensar, el barrio cuenta con diversos tipos de árboles en sus calles, como jacarandáes, paraísos, tilos, álamos y plátanos, además de gomeros, lapachos, etc., que refrescan sus veredas y hacen más apacibles las tardes de verano.