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         Nació en Buenos Aires y
        murió en Francia. 
        Figura política, militar y diplomática de la época de la
        independencia. Se educó en Europa. Regresó a Buenos Aires para
        participar en la infructuosa misión a Río de Janeiro con el fin de
        asegurar un ventajoso acuerdo mutuo entre el gobierno portugués y la
        Junta de Buenos Aires.  
        Fue elegido miembro del Primer Triunvirato (1811) y luego lo enviaron a
        comandar las tropas patriotas en la Banda Oriental (Uruguay). En ese
        mismo año, negoció un armisticio con el marqués de Casa Irujo del
        Brasil. En lugar de conciliarse con Artigas, como se le había ordenado,
        se enfrentó a él, pero sus tropas se sublevaron y lo expulsaron, en
        gran parte por su falta de experiencia militar, siendo reemplazado por
        José Rondeau, a quien Sarratea había designado comandante de la
        vanguardia.  
        Volvió a Buenos Aires y lo enviaron como representante diplomático a
        Londres y Madrid en 1814, con el fin de obtener el apoyo inglés para
        establecer una monarquía constitucional con un príncipe legitimo. La
        misión terminó en el fracaso debido a los críticos acontecimientos de
        1814 a 1815, tales como la restauración de Fernando VII en el trono
        español y la derrota de Napoleón en Waterloo. Sarratea regreso a
        Buenos Aires y ocupó el cargo de ministro de Gobierno y de Relaciones
        Exteriores bajo el mandato del director supremo Pueyrredón. Renunció
        por razones de salud. En 1818 lo acusaron de conspiración pero fue
        absuelto rápidamente.  
        El 16 de febrero de 1820, cuando la anarquía y la guerra civil cundían
        en todas las provincias, Sarratea fue elegido gobernador de la provincia
        de Buenos Aires. Unos días después, firmó el Tratado del Pilar con
        Francisco Ramírez y Estanislao López para terminal con la guerra
        civil. Una revolución popular lo destituyó del poder pues los porteños
        no vieron con agrado lo resuelto. Pasó a Entre Ríos, donde se radicó
        hasta que Rivadavia lo designó ministro ante Gran Bretaña en 1826 y en
        1839 cumplió una misión especial en Río de Janeiro.  
        En 1840 fue a Francia como ministro plenipotenciario. Sus restos fueron
        traídos a Buenos Aires.  |