Bohorquez, Pedro (1602-1667)
La historia de Bohorquez está incluida en la Historia de la conquista del Paraguay, Río de la Plata y Tucumán del padre Pedro Lozano, escrita a comienzos del siglo XVIII.
Cuyo nombre español original fue probablemente Pedro Chamijo.
Nació en la más absoluta pobreza; a corta edad huyó de su hogar campesino a Cádiz en donde los jesuitas lo ampararon y le enseñaron a leer y escribir. 
Acompañó a su tío Martín García al Perú en 1620; permaneció allí por aproximadamente tres décadas, se casó con una mestiza y vivió en la pobreza campesina; finalmente hizo su hogar entre los indios de los Andes en donde escuchó cuentos sobre el fabuloso tesoro escondido de los incas.
Armado con mapas antiguos, respaldado por varios funcionarios, inclusive un virrey Bohorquez, emprendió numerosas cacerías de tesoros.
Su fracaso le provocó permanentes conflictos con las autoridades reales.
En 1656 fue finalmente deportado a Chile y de allí (debido a nuevas dificultades) hizo su camino a través de Cuyo hacia Catamarca y Salta.
Se presento a los indios como el Hualpa Inca, un príncipe real que había llegado para llevarlos a la victoria sobre los españoles, obtuvo la completa alianza de los caciques calchaquíes, persuadió al gobernador Alonso de Mercado y Villacorta de que podría rescatar el tesoro perdido para el gobernador. 
Mercado lo designó capitán general con poderes militares sobre la zona norte del Tucumán. Bohorquez lideró a los calchaquíes en una violenta rebelión contra las poblaciones, misiones y guarniciones españolas; Mercado lo reprimió despiadadamente y logró una paz inestable. 
Bohorquez escapó de las autoridades reales. 
Cuando Mercado fue a Buenos Aires a asumir sus deberes como gobernador del Río de la Plata, en ausencia de este, Bohorquez volvió y tomó ventajas para organizar una nueva y mayor sublevación contra los españoles (involucrando a los indios del Chaco occidental) pero esta vez Mercado, que había sido redesignado gobernador del Tucumán, capturó y ejecutó al falso inca con el fin de suprimir toda la revuelta.