Amenaza de Quiroga contra Córdoba

Al saber que la columna del general Paz avanzaba sobre la provincia de Córdoba, antes del combate de San Roque, Juan Facundo Quiroga había resuelto acudir en auxilio de Bustos. Reunido el contingente de La Rioja con 500 hombres de Catamarca al mando del gobernador Figueroa, se puso en marcha. 



Ingreso de Quiroga a Cordoba

El 8 de mayo, supo Paz que Quiroga había penetrado en territorio de la provincia por la frontera del noroeste y sorprendió en Serrezuela al destacamento de observación estacionado allí a las órdenes del coronel Allende. 

Al día siguiente comisionó a Pedro Funes ante el gobierno de Tucumán para que las fuerzas tucumanas y salteñas suspendiesen la expedición a Santiago del Estero e invadiesen en cambio a Catamarca y La Rioja, aprovechando la ausencia del caudillo de los Llanos, como se llamaba a Quiroga, aunque Salta dejaría una fuerza en la frontera santiagueña en observación de la actitud de Ibarra.

Paz en búsqueda de Quiroga

Previendo la ruta que seguiría Quiroga, marchó Paz a su encuentro y lo esperó en Ojo de Agua, pero Quiroga tomó otro rumbo, siguiendo al occidente de la Sierra Grande por el camino de Pocho a San Javier, a la espera de los refuerzos que llegarían de las provincias de Cuyo.

Volvió Paz, ante la nueva situación, a pedir a Tucumán y Salta que modificasen la propuesta anterior y urgió el envío de una división tucumana para operar junto con las tropas que iban a entrar en acción contra las huestes federales; el resto invadiría la provincia de Catamarca y operaría sobre La Rioja.

El gobernador de Tucumán, Javier López, marchó a Córdoba con una división de 600 jinetes, evitando el territorio santiagueño, y llegó a Córdoba el 7 de junio; le acompañaba su segundo, coronel Segundo Roca.

José Segundo Roca

José Segundo Roca (padre de proximo presidente Roca en enero de 1829, se incorporó a las fuerzas unitarias del coronel Isidoro Suárez, participando en la victoria de Las Palmitas (hoy Junín) y en la derrota unitaria de Puente de Márquez. Pasó a Tucumán con permiso del general Lavalle. Desde Tucumán  acompañó al gobernador Javier López en su campaña contra Santiago del Estero, y luego en otra contra el caudillo federal Pablo Latorre en Salta. Ascendido a coronel, participó en algunas acciones en Córdoba a órdenes de Mariano Acha y en el desastre de Ciudadela.

Paz regresó de Ojo de Agua y estacionó sus tropas en las inmediaciones de Córdoba. Quiroga se había detenido en Renca, a la espera de los contingentes pedidos a Mendoza y San Juan; el gobernador de esta última provincia, José M. Echegaray, había reunido una fuerza de 700 hombres, que puso al mando del comandante Manuel Gregorio Quiroga, pero la oficialidad sanjuanina se rebeló y en lugar de marchar hacia San Luis con sus tropas tomó rumbo al norte. El comandante de armas de Mendoza, José Aldao, salió en persecución de los sublevados con una parte de las fuerzas destinadas a engrosar el ejército de Quiroga, tuvo algunos encuentros con ellos y al fin logró reducirlos.

Quiroga resolvió entonces invadir la provincia de Córdoba con las fuerzas de que disponía, unos 5.000 hombres, y lo hizo por la frontera de Río Cuarto. En este punto se hallaba un piquete de caballería de línea a las órdenes del comandante Juan Gualberto Echevarría, que mantuvo contacto con el enemigo en su retirada.