Captura de Marcó del Pont

Cuando tuvo informes sobre la derrota total de Chacabuco, Marcó del Pont abandonó la capital con algunas tropas y se dirigió a Valparaíso. Pero una partida de granaderos a caballo al mando del capitán Aldao lo alcanzó y tomó prisionero, juntamente con el general Ramón González Bernedo, los coroneles Joaquín Primo de Rivera y Lorenzo Morla y el comandante Cacho; todos ellos fueron confinados en San Luis. 


La captura

Marcó del Pont fue llevado al palacio de gobierno en Santiago, donde San Martín lo recibió y lo saludó aludiendo a las manos blancas a que se había referido en su respuesta altanera enviada por Álvarez Condarco.

El capitán O'Brien, al frente de otra partida, apresó a varios fugitivos y se apoderó de dos alforjas con 1.200 onzas de oro.

La batalla de Chacabuco inicia una guerra regular con ejércitos organizados y adiestrados; por efecto de la misma, se detuvo el plan agresivo de los realistas del Alto Perú y los patriotas tuvieron bases navales sobre el Pacífico. O'Higgins, después de la batalla, dijo al pueblo chileno como advertencia:

"Este triunfo y cien más serán insignificantes si no dominamos el mar".

Pero la revolución argentina, amenazada desde los Andes y desde el Alto Perú, fue salvada; se restableció la libertad en Chile y se dio consistencia a la declaración de la independencia que había proclamado el congreso de Tucumán.

En Santiago

El ejército de los Andes levantó el campamento en la hacienda de Chacabuco el 13 de febrero y el 14 entró en Santiago en medio de aclamaciones populares.

San Martín convocó de inmediato a un cabildo abierto para que fuesen nombrados tres electores que, en representación de las provincias de Santiago, Coquimbo y Concepción, designasen la persona que asumiría la dirección del gobierno de Chile.

Casimiro Marco del Pont

Tras la caída del gobierno español de Santiago, Marcó del Pont huyó a Valparaíso dirigiéndose primero a San Antonio​ a través de la Cuesta de Lo Prado creyendo que en su bahía se encontraba surto el buque San Miguel,​ pero este había zarpado horas antes.​ Se encontró en la disyuntiva de seguir el camino de la costa pero quedaría a merced de los montoneros de Ramón Freire por lo que se decidió a seguirlo hacia el norte, a través de las actuales localidades de Cartagena,​ El Tabo, El Quisco, descansando en El Totoral el 17 de febrero de 1817.​ Desde esta posición envió un inquilino para que le avisará respecto de la situación en Valparaíso.​El hombre avisó a su jefe, el hacendado de Las Tablas el que se concertó con el Capitán José Aldao para rodear la quebrada el 15 de febrero. En la Quebrada del Totoral, se le encontró con todos los oficiales que le acompañaron en su salida de Santiago;​ el teniente coronel Fernando Cacho, el coronel Ramón González y el fiscal Prudencio Lazcano.​ Todos entregaron sus espadas salvo él que pidió entregarla a un jefe de su condición.​ La virgen de su capilla particular todavía puede verse en la capilla del Eremitorio franciscano de El Totoral.

El 15 de febrero el cabildo abierto expresó que su voluntad era que San Martín asumiera el poder supremo. Pero este rechazó el ofrecimiento y convocó nueva asamblea, en la que fue electo director supremo del Estado de Chile el general Bernardo O'Higgins. San Martín se limitó a aceptar el comando en jefe del Ejército Unido, como se llamó desde entonces al formado por las fuerzas aliadas de la Argentina y Chile.