Desembarco en Ancón

Después de maniobrar en el valle de Cañete, para ocultar los primeros pasos de la expedición de Álvarez de Arenales y preparar simulacros de desembarco en varios lugares de la costa, San Martín embarcó su ejército, y el 25 de octubre se hizo a la vela. Álvarez Jonte había muerto en Pisco el 18 del mismo mes.

El desembarco

El 21 de octubre de 1820 firmó San Martín el decreto que creó la bandera y el escudo del Perú. La bandera, primitivamente de otras dimensiones, subsistió con los mismos colores que le asignó el general de los Andes.

El convoy de transportes y las naves de guerra que lo acompañaban hicieron una demostración de fuerza frente al Callao, y después continuó hasta Ancón, a unos 36 km de Lima.

Llegada la expedición a Ancón, el general en jefe envió al mayor peruano Andrés Reyes con 200 soldados de infantería y 40 jinetes al mando de Federico Brandsen para que ocupase la villa de Chanday y reuniesen luego caballos y víveres en los valles próximos.

Ese destacamento tropezó con una fuerza realista muy superior que había salido de Lima al mando del coronel Gerónimo Valdés; Brandsen le hizo frente con sus jinetes y derrotó, sucesivamente, dos escuadrones enemigos, los que, a su vez, en la fuga, arrollaron a la propia infantería.

Antonio Álvarez Jonte
Antonio Álvarez Jonte llegó a Chile con el almirante Alexander Cochrane en noviembre de 1818, en la armada destinada a trasladar al Ejército de los Andes al Perú. Aunque estaba muy enfermo, fue nombrado Auditor de Guerra del ejército y secretario de San Martín. Acompañó a Cochrane en la primera campaña naval a El Callao, y no pudo impedir que el almirante se apoderara de las presas que había capturado el capitán Hipólito Bouchard en su vuelta al mundo como corsario.
En agosto de 1820 se embarcó con San Martín hacia el Perú. Pero a poco de llegar, murió a causa de fiebres (probablemente tuberculosis​) en octubre de 1820 en el puerto de Pisco. Acababa de empezar la campaña libertadora del Perú.