La Banda Oriental ante la Revolución de Mayo

Luego del 25 de Mayo el virrey depuesto Hidalgo de Cisneros el mando y las prerrogativas para sucederle en el gobernador militar de Montevideo Joaquín Soria el cual se mantuvo fiel a España. El 5 de septiembre de 1810 fue Joaquín de Soria en tanto comandante general de la campaña de la Banda Oriental quien designó al futuro caudillo Gervasio Artigas capitán de Blandengues.

La Junta envía mensaje

El Cabildo de Montevideo recibió el 31 de mayo un mensaje de la Junta revolucionaria conducido por el teniente Martín Galain, que lo invitaba a enviar un diputado a Buenos Aires en representación de los orientales. Era la misma invitación que se había hecho a todas las ciudades del Virreinato del Río Plata y buscaba formar un gobierno en el que estuvieran representados todos los pueblos que conformaban dicho virreinato.

Al día siguiente se reunió un cabildo abierto en Montevideo y después de algunas deliberaciones acordaron reconocer la autoridad de la Junta de Buenos Aires, aunque aplazaba el envío del diputado requerido.

La intervención de la Infanta Carlota

La infanta Carlota envió a Montevideo a Felipe Contucci para ofrecer al Cabildo y a las autoridades militares auxilios para la defensa de los derechos de su hermano Fernando VII. 

El ofrecimiento de tropas fue eludido hábilmente y en cambio se le solicitó ayuda financiera. El saldo positivo de esas negociaciones fue una imprenta y una cantidad de joyas de la infanta valuada en 50.000 pesos.

Joaquin de Soria

Tras la Revolución de Mayo de 1810, permaneció en Montevideo leal al Consejo de Regencia. El 5 de septiembre de 1810 fue Joaquín de Soria en tanto comandante general de la campaña de la Banda Oriental quien designó al futuro caudillo Gervasio Artigas capitán de Blandengues.

El rechazo de Montevideo

Para los revolucionarios era una solución satisfactoria, pero luego llegaron a Montevideo noticias de que en Cádiz (España) se había establecido el Consejo de Regencia de España e Indias que gobernaría el Reino hasta la liberación del monarca cautivo Fernando VII. Dicho Consejo de Regencia requería la fidelidad de todas las colonias, y el Cabildo de Montevideo resolvió acatar su autoridad y desconocer a la Junta de Buenos Aires hasta tanto ésta no reconociera al Consejo de Regencia.

Los revolucionarios enviaron a Montevideo al secretario Juan José Paso, pero sus gestiones fueron inútiles. En consecuencia, la Junta de Buenos Aires declaró la apertura de hostilidades contra los realistas de Montevideo; el Cabildo de esta ciudad, a su vez, rompió relaciones con Buenos Aires el 15 de junio y el gobernador José María Salazar declaró el bloqueo naval contra Buenos Aires.

Gaspar de Vigodet y De Elío

 El 9 de octubre de 1810 fue designado gobernador de Montevideo el mariscal Gaspar Vigodet y a principios de enero fue nombrado como Virrey Francisco Javier de Elío , Buenos Aires no acato esta designacion y continuaron las hostilidades entre Montevideo y Buenos Aires

Llega Vigodet y Elío

El 9 de octubre de 1810 fue designado gobernador de Montevideo el mariscal Gaspar Vigodet por el Consejo de regencia; se hizo cargo del mando y situó una parte de la flotilla de guerra con un refuerzo de 300 hombres en Paysandú, a fin de mantener el dominio de los ríos y cortar las comunicaciones con Buenos Aires. Michelena frustró así un movimiento preparado en Soriano contra los realistas y sus promotores tuvieron que huir. Pero en la Banda Oriental había numerosos patriotas que busca¬ban la oportunidad para levantarse contra la dominación española.

En tanto, otras ciudades del virreinato, como San Juan, Córdoba, Tucumán y Santiago del Estero, reconocieron a la Junta de Buenos Aires y enviaron sus diputados. El triunfo de las tropas revolucionarias en la batalla de Suipacha (región del Alto Perú) dio confianza a los miembros de la Junta, y en diciembre se formó la Junta Grande en la que entraban los diputados de las ciudades del interior.

En enero de 1811 llegó a Montevideo Francisco Javier de Elío, designado virrey del Río de la Plata. Éste, tras recibir el rechazo a su autoridad, declaró a Buenos Aires ciudad rebelde y estableció la nueva capital del virreinato en Montevideo.