Joaquín de la Pezuela

Después de las derrotas que el Ejército realista del Alto Perú sufrió a manos del Ejército del Norte de las Provincias Unidas del Río de la Plata en las batallas de Tucumán y Salta, comandada por el general patriota Manuel Belgrano, Joaquín de la Pezuela fue nombrado comandante del ejército realista, sucediendo a José Manuel de Goyeneche.


Pezuela sucesor de Goyeneche

El sucesor de Goyeneche, Joaquín de la Pezuela, con 4.600 hombres bien equipados, se puso en movimiento hacia Oruro; Belgrano supo desde fines de agosto que el enemigo había bajado desde Ancacato a Vilcapugio con el propósito de continuar la marcha hacia Potosí para librar batalla contra los patriotas y recuperar la ciudad. Pero Pezuela se retiró hacia Condo-Condo y Belgrano resolvió adelantarse, reuniendo el 24 de setiembre su ejército en Lagunillas; el 27 alcanzó la pampa de Vilcapujio, sin esperar la incorporación de Zelaya.

Fuerzas avanzadas de Pezuela a las órdenes de Castro atacaron por sorpresa a 2.500 indios reunidos por Cárdenas, los dispersaron completamente e hicieron una gran matanza en ellos; en poder de Cárdenas fueron halladas las instrucciones de Belgrano, y Pezuela pudo conocer así el plan de los patriotas, resolviendo atacar a Belgrano por sorpresa antes de que se le reuniesen las fuerzas procedentes de Cochabamba. Los efectivos y el armamento de los realistas y de los patriotas eran equivalentes; pero Bel-grano se habría encontrado en condiciones superiores si hubiese llegado a tiempo Zelaya desde Ancacato.

Joaquín de la Pezuela

Mientras el Ejército del Norte de las Provincias Unidas del Río de la Plata avanzaba hacia el Alto Perú, Pezuela se limitó a evitar en lo posible la ayuda que podría recibir de las guerrillas locales, las llamadas "Republiquetas".