La Pulpería "La Banderita", que data de 1840, era lugar de descanso de los baqueanos que allí encontraban su deseada ginebra. Su dueño era simpatizante del Dictador Rosas, por eso ponía una banderita roja en la puerta, y los que allí llegaban se cuidaban mucho si eran unitarios ya que no gozaban de la simpatía de su dueño. Duró como 100 años hasta que comenzaron los trabajos para la rectificación del arroyo Cildáñez.
Fueron tristemente famosas las "trifulcas" entre los habitantes del conventillo situado frente a la fábrica textil que había en las calles Erézcano y Cnel. Roca. Terminaban siempre reprimidas por la policía y se originaban a veces con motivo de huelgas de los trabajadores de la fábrica, allá por 1930, y también por politiqueros de comités, que vivían prometiendo lo que jamás cumplían, aumentando la pobreza de la gente, y por los malvivientes y matones que se enredaban en luchas sangrientas.
En esa misma época del conventillo se hizo famosa la carnicería de la calle Castañón, esquina Roca porque vendía por solo 5 centavos generosas cantidades de mondongo y patitas de cordero, y era considerada como la salvadora del hambre de ese pueblo que a veces no tenía que comer.