Juan Díaz de Solís (1470-1516) | |||
Navegante y conquistador español nacido en Lebrija (algunos autores señalan, no obstante, su origen portugués) hacia 1470 y muerto en la desembocadura del Río de la Plata en 1516. Piloto mayor de la Casa de Contratación, fue descubridor de las costas de Honduras, Belice y Yucatán, así como del Río de la Plata; precisamente, en dicho río murió, en el viaje que había emprendido para hallar el paso interoceánico, el actual estrecho de Magallanes. Fue marino desde su juventud y anduvo posiblemente en negocios poco limpios por las costas meridionales peninsulares y norteafricanas. En 1500 prestaba servicios a la Casa da India portuguesa y navegaba por la costa africana y quizá hasta por la ruta hacia Asia abierta por Vasco da Gama, lo que explicaría su vinculación a los proyectos españoles de descubrimiento del paso interoceánico. Sea como fuere estaba al servicio de la Corona de Castilla desde principios del siglo XVI y reputado como gran marino. Tras la muerte de la reina Isabel (1504), el Rey Fernando el Católico se empeñó en descubrir un estrecho en América, que comunicara con el mar de China y de la India, a donde intentó llegar Colón en 1492. En 1505 convocó una Junta en Burgos con dicho objetivo. Asistieron el Obispo Fonseca, Vicente Yánez Pinzón y Americo Vespucci. En marzo de dicho año concedió mercedes a Yánez y Vespucci y cursó instrucciones a la Casa de Contratación de Sevilla para que les entregasen los buques que necesitaban. Todo se hizo con el máximo secreto y la Casa mandó construir los buques en Vizcaya, ya que debían afrontar una larga travesía. En el verano de 1506 Fernando el Católico tuvo que dejar la Regencia de Castilla, pues su corona pasó a su hija doña Juana. Su marido don Felipe el Hermoso se enteró del proyecto y escribió a la Casa de Contratación el 23 de agosto de 1506: “Ya sabéis como estaba mandado hacer una armada para descubrir la Especiería e estaban mandados hacer en Vizcaya los navíos que eran menester para ello, e agora yo he sabido que son acabados de hacer e son partidos para esa ciudad”. Don Felipe falleció poco después y su suegro Fernando el Católico volvió a la Regencia de Castilla, por incapacidad de doña Juana. Inmediatamente retomó el proyecto anterior y convocó una Junta en Burgos (marzo de 1508) a la que asistieron Fonseca, Vespucci, Yánez Pinzón y dos personajes nuevos: y Juan Díaz de Solís. Se tomaron varias decisiones respecto a las Indias y una de ellas fue la de enviar una expedición al norte de Veragua (descubierta por Colón en su cuarto viaje) para buscar “aquel canal o mar abierto que principalmente is a buscar”, como se consignó en la cédula de 23 de marzo de 1508. El viaje se encomendó a un doble mando; el de Díaz de Solís en el mar y el de Yánez Pinzón en tierra. Por piloto llevarían a Pedro de Ledesma, que había ido con Colón a Veragua. La empresa se organizó con las dos naos fabricadas anteriormente en Vizcaya, que eran la “Magdalena” y la “Isabelita”. Los expedicionarios partieron de
España el 29 de junio de 1508 y cruzaron el Atlántico hasta las proximidades
de Santo Domingo, desde donde enviaron una carta a Ovando.
Siguieron luego hasta Cuba, las costas de Nicaragua y subieron a las de Honduras
(las islas Guanajas). A partir de aquí singlaron al norte, por lo que Solís y
Pinzón fueron los verdaderos descubridores del Golfo Dulce, el Cabo de las
Hibueras y la costa de Yucatán. No encontraron el paso interoceánico y
volvieron a España en agosto de 1509. Pinzón formuló algunas acusaciones a
Solís, como consecuencia de las cuales fue encarcelado. El pleito fue
sentenciado a favor de Solís, que fue recompensado con una merced de 34.000
maravedises. A esto se añadió poco después, al morir Vespucci, el
nombramiento de Piloto Mayor (1512). Este título tuvo mucho que ver con el
deseo del Rey Católico de encomendar a Solís otro viaje de descubrimiento para
hallar el paso a la Especiería. Quiso organizarlo en 1512 y llevando además a
su hermano Francisco de Solís y al portugués Juan Enriques, pero el Rey de
Portugal conoció el proyecto y protestó airadamente por lo que fue preciso
suspenderlo. En 1513 Vasco
Núñez de Balboa descubrió la Mar del Sur en Panamá,
lo que reactivó la ansiedad española por encontrar el estrecho interoceánico.
Tras haber nombrado a Pedrarias
Dávila Gobernador de Castilla
del Oro, el Rey Católico capituló con Díaz de Solís
(24 de noviembre de 1514) un viaje de descubrimiento “a las espaldas de la
tierra donde agora está Pedro Arias, mi capitán general y gobernador de
Castilla del Oro, y de allí adelante ir descubriendo por las dichas espaldas de
Castilla del Oro mil e setecientas leguas, e más si pudiéredes, contando desde
la raya e demarcación que va por la punta de la dicha Castilla del Oro delante
de lo que no se ha descubierto hasta agora”. Se trataba por tanto de encontrar
el Estrecho que comunicaba el Atlántico con el Pacífico y subir por éste océano
hasta la altura de Panamá, desde donde Solís debía descubrir 700 leguas o más
hacia occidente (hasta las islas Molucas). Esta vez se incrementaron las medidas
para que la operación fuera secreta, para evitar reclamos portugueses, como
consignó el mismo Rey, en sus instrucciones a Solís (“Habéis de mirar que
en esto ha de haber secreto, e que ninguno sepa que Yo mando dar dineros para
ello, ni tengo parte en el viaje, hasta la tornada”). El Piloto Mayor debía
por ello preparar su expedición en Lepe, como si fuera suya, aunque la corona
le entregó secretamente 4.000 ducados de oro para ella, de manos del contador
Juan López de Recalde. El viaje se haría con tres naves, 60 tripulantes y
mantenimientos para dos años y medio. El piloto Juan de Ledesma volvería a
acompañarle. También irían en el mismo el contador y escribano Pedro de Alarcón
y el factor Francisco de Marquina. El escaso número de tripulantes y la enorme
cantidad de alimentos ponían de manifiesto que se iba a un objetivo muy lejano. |
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