CANTARES

 Cuando yo tomo la pluma

Y saco a luz mi cuaderno,

Hagan de cuenta que agarro

Mi guitarra por el cuello

 

Para ver si soy poeta

Fíjate, niña, tan solo

En que lloro cuando canto

Y que canto cuando lloro.

 

Yo mojo en llanto mi pluma;

¡Sarcasmo de hado funesto

Que siendo mi alma tan blanca

Me ha de servir de tintero!

 

En tu casa me aborrecen

Sin más que porque te quiero:

Es decir que si te odiara

Me querrían con extremo.

 

Dicen que soy horroroso:

Por la lisonja, mil gracias:

Mirá tu mi corazón

Y prescinde de mi cara

 

La cicatrices del rostro

Poco me importan, o nada;

las que me importan, y mucho,

Son las que tengo en el alma.

 

Se me figuran que son

Tus lindos ojos, morena,

Dos legunas de azabache

En que la luna rïela.

 

¿Qué tienen, niña, tus labios,

Que cada vez que los miro

Siento, con sorpresa grande,

Que se me estiran los míos?

 

Mira: ---si fuera pastor

Y si tú, pastora fueras.

Me parece que andarían

Mezcladas nuestras ovejas.

 

Cuando te veo cavilo

En el contraste tremendo

Que hace tu vestido blanco

Con tu corazón tan negro.

 

Es tu ventana un altar,

Una deidad tu persona,

MI amor un ardiente culto,

--- ¿Podré contar con La Gloria?

 

Me enviaste un día una cruz

Y desde entonces me digo: ---

¿Significa esto Fe

O querrá decir Martirio?

 

Ella vino en un pañuelo

De Cambray de hilo bordado;

¡Ay, Lucila! ¡Cuántas veces

Enjuagué con el mi llanto!