Angel de Estrada (1872-1923)
 

Hombre muy culto y de sólida posición económica, se dedicó por entero a la labor intelectual, que alternó con viajes por Europa y Oriente. Estrada cultivó todos los géneros y aunque más leído como prosista se destacó en la poesía de influencias parnasianas con inspiración clásica. Alcanzó renombre con sus novelas tituladas Redención (1906) y La ilusión (1910). En otros trabajos en prosa, entre ellos libros sobre recuerdos de viajes, sc advierten reminiscencias oricntales y cristianas, de mundos exóticos y lejanos.
Sus obras en verso lo muestran seguidor del nicaragüense Darío y también —aunque más moderno— de Guido y Spano. Le pertenecen los libros titulados Alma nómade (1902) y El huerto armonioso (1908).