Provincia de Chubut
 
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Historia

Patagón con una marino francés . Este dibujo del siglo XVIII ilustra el mito de gigantescos habitantes de la Patagonia

 

El pintor Pozo retratando a una india en patagonia en 1789
 

Tolderia de indios (acuarela de Pellegrini 1830)

 

Cacería de guanacos

 

Toldo tehuelche de cuero de guanaco, con armazón de madera . Los dos indígenas llevan pieles pintadas 

  

Indio Tehuelche

 

Primeros Galeses llegados a Chubut

 

Guillerno Rawson

  

Pareja galesa en Trevelín en 1883

Pareja galesa en  Trevelín en 1883

  

Iglesia Anglicana San David

 
Familias galesas en la actualidad
 
 

Los primeros habitantes de la Patagonia fueron los chonik como se llamaban a sí mismos los tehuelches, y que significa "nosotros los hombres". La población nativa de la provincia de Chubut, en una época muy numerosa, pertenecía al grupo tehuelche, conformado por hombres y mujeres vigorosos, adaptados al riguroso clima patagónico, Los navegantes de la expedición de Magallanes los llamaron "patagones" por las enormes huellas que dejaban sus pies envueltos en cueros de guanaco. De esa denominación derivó el nombre actual de toda la región. Los tehuelches eran nómades y basaban su economía en la recolección de frutos y en la caza de guanacos y ñandúes, A fines del siglo XVIII, los hábitos de vida de estos aborígenes se vieron alterados por la llegada desde Chile de los araucanos, indios belicosos que huían de los colonizadores hispánicos. Los araucanos invadieron los dominios de los tehuelches y pelearon con ellos durante más de un Siglo. Finalmente, y debido en parte a su débil estructura social, los tehuelches se sometieron a los araucanos, después de ser casi aniquilados en batallas muy cruentas. Los sobrevivientes, en su mayoría mujeres y niños acabaron por mezclarse con el pueblo invasor.

   
 

La primera incursión del hombre blanco en tierras chubutenses se registró en el ano 1535 con la llegada del portugués Simón de AlcazabaL navegante al servicio de la corona española, quien en una expedición se adentró en el territorio hasta descubrir los cauces de los ríos Chubut y Chico.

A Fines del siglo XVIII, algunas potencias rivales de España, como Inglaterra y Francia, atraídas por los comentados de los padres jesuitas sobre los recursos naturales de la Patagonia, iniciaron la explotación sistemática de lobos marinos y ballenas. La corona española a fin de afianzar su dominio sobre estas tierras, creó el fuerte San José (hoy sus restos son monumento histórico) en Península Valdés. Desde los comienzos de la conquista, muchas expediciones provenientes de España recorrieron el territorio; sin embargo, la colonización definitiva del extremo austral argentino se concretó a partir de la llegada de la inmigración galesa.

 
  

A comienzos del siglo XIX la mayoría de los habitantes del país de Gales (sudoeste de Gran Bretaña deseaban preservar su identidad cultural y sus organizaciones institucionales de la influencia inglesa. Para ello, un gran número de galeses decidió emigrar a un territorio deshabitado donde fuera posible crear una 'Nueva Gales'.

Después de estudiar diferentes lugares, optaron finalmente por la Patagonia Argentina, basándose en publicaciones de viajeros como Fitz Roy, el cual, acompañado por Charles Darwin, exploró y relevó la región. sir Lewis Jones y sir Love J. Parry barón de Madryn, representaron a la Compañía de Gales en carácter de mediadores, para actuar ante el gobierno de Buenos Aires. En 1863, con el apoyo y la autorización del ministro del interior, Guillermo Rawson, los dos pioneros se instalaron en un paraje denominado Fuerte viejo, en los alrededores de la actual Rawson. Luego de tomar contacto con el lugar, regresaron a Buenos Aires, no sin antes izar el pabellón argentino.

  
  

El 28 de julio de 1865, a bordo del velero Mimosa, ciento cincuenta y dos colonos galeses anclaron en el golfo Nuevo y desde allí se trasladaron hasta las cercanías de la desembocadura del río Chubut, en Bahía Engaño. Eran hombres y mujeres de todos los condados de Gales, humildes, de diferentes edades y oficios, y casi sin experiencia en tareas agrícolas. A los pocos días de llegar, el 15 de agosto, fundaron en la margen norte del río Chubut la aldea TreRawson, llamada así en reconocimiento al ministro que tanto los había alentado y apoyado (en galés, 'tre" significa pueblo). Los comienzos fueron muy duros, sobre todo por la adversidad del clima y la hostilidad de los indios. Pero en 1873 ya se exportaba a Buenos Aires la primera cosecha de trigo. En 1879 arribó otro contingente de colonos galeses, que fundaron el poblado de Gaiman.

A partir de la campaña del Desierto, dirigida por julio A. Roca en 1879, a Patagonia comenzó a abrirse a la llegada de otros pobladores, fundamentalmente criollos. Y así surgieron las actuales ciudades de Trelew y Puerto Madryn, en el año 1886.

Según una ley promulgada el 16 de octubre de 1884, se organizaron los territorios patagónicos, y se creó, entre otras, la gobernación del Chubut.

El primer gobernador fue el teniente coronel Luis Jorge Fontana.

En 1887, colonos de Gaiman se dirigieron al sur y fundaron la Colonia Pastoril de Sarmiento. Al buscar un puerto para la salida de sus productos, surgió Comodoro Rivadavia.

En 1955, por Ley 14.408, Chubut fue declarada provincia con los límites actuales.

  

   

Una anécdota referida por Nahuelquir, hijo del cacique tehuelche Chiquichan, cuenta lo que ocurrió el día en que la gente de su tribu se encontró con los blancos llegados de la lejana Gales Fue un domingo, a mediados de julio de 1866. Los colonos estaban congregados para la práctica de su culto religioso.

La prédica estaba a cargo del cura Abraham Mathews. De pronto, la vivienda donde se hallaban, ubicada a algunos kilómetros de Rawson, fue rodeada por un grupo de aborígenes, algunos de los cuales irrumpieron en el recinto. Otros, en cambio, se asomaban por las ventanas.

Ya no hubo culto. Toda la atención de los feligreses se concentró en los inesperados visitantes. El cura optó por retirarse, dirigiéndose a la población, seguido por el cacique, que no era otro que el propio Chiquichan. Esa noche nadie durmió en Rawson y un grupo de vecinos montó guardia. Pero no hubo malón, no hubo ataque. Amaneció y no había pasado nada. Aquel día, a las doce -contó Nahuelquir , toda la tribu, compuesta de setenta personas y unos quince toldos, había acampado a las orillas de Rawson. El cura Mathews decidió hacer un obsequio a mi padre, el cacique Chiquichan, quien se lo retribuyó con un hermoso potro. Y fue así como los hombres de dos razas tan distintas sellaron una estrecha y franca amistad. La amistad indogalesa, que perdura a través de los tiempos y todas las contingencias.

 
 
       

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