La Capital Federal es una de las ciudades mejor y más
arboladas del mundo. La excepcional densidad promedio de 2.500
árboles por kilómetro cuadrado es el resultado de un trabajo
empeñoso y fecundo de más de 100 años.
En 1863 se plantaron los primeros ejemplares. En
1930 la ciudad contaba ya con 50.000 especimenes y desde entonces se
forestó a razón de 10.000 árboles por año, hasta arribar a los
450.000 existentes en la actualidad.
Quedan todavía, en diversos parajes de la Capital,
ejemplares plantados en el siglo anterior, que se mantienen como
erguidos testimonios del pasado de la ciudad. Algunos han sido
declarados históricos, como el "Pacará de Segurola", ubicado en la
Intersección de Puán y Monte, en el barrio de Flores, a cuya sombra
el deán Segurola aplicó las primeras vacunas que se conocieron en la
Argentina; la "Magnolia de Avellaneda" plantada el 11 de noviembre
de 1875 en la avenida Hipólito Vieytes, entre avenida Sarmiento y
Casares, por el presidente Nicolás Avellaneda; o el "Aromo del
Perdón", que se alza todavía en avenidas del Libertador y Sarmiento.
Según la tradición. bajo su copa se sentaba Juan Manuel de Rosas a
tomar mate por las tardes, oportunidad que su hija Manuelita
aprovechaba para pedirle por la libertad y la vida de sus
enemigos. |